¿Quién no quiere bailar con Charli XCX? La estrella británica ha sido la chica fiestera del pop desde su debut, escribiendo éxitos de alta energía para otros artistas, como “I Love It” de Icona Pop y “Fancy” de Iggy Azalea, mientras se reserva sus impulsos más extremos y salvajes de vanguardia para sus propios excelentes LP, el último hasta aquí Crash, de 2022.
En su sexto álbum, Brat, sale hasta más tarde y va más fuerte que nunca. Y mientras gira en la pista de baile, también está girando en su cabeza, profundizando en tipos de inseguridades y miedos reservados para la resaca de la mañana siguiente.
Brat oscila entre extremos de una canción a otra, una montaña rusa de hiperpop de ansiedades post-retorno de Saturno, principios de los treinta, y la valentía de It-girl. El álbum comienza con el combo enérgico de “360” y “Club Classics”, en los que Charli menciona a amigos famosos como Gabbriette, Julia Fox, Hudson Mohawke, su novio George Daniel y el coproductor ejecutivo de Brat A. G. Cook. Son un regreso a los clásicos éxitos de club, del tipo que no hacen más que decirte que liberes tu mente y sigas bailando.
Para cuando llegamos a “Sympathy Is a Knife”, está bastante claro que Charli solo ha seguido ese consejo a medias. Es el primero de varios temas en los que revela algunas de sus emociones más conflictivas sobre ritmos que nunca pierden energía. “Sympathy” transmite su paranoia, la voz en su cabeza diciéndole que no es suficiente. Y aunque necesita simpatía, suena aún más dolorosa cuando consigue lo que quiere. Luego, en “Rewind”, enumera todos los aspectos de los que se siente avergonzada: su rostro, su peso, su fama, su éxito en los charts. En “So I”, Charli está abrumada por el arrepentimiento mientras piensa en su amiga y colaboradora Sophie, quien falleció en 2021.
“Girl, So Confusing” detalla un tipo diferente de relación: Charli desentraña una dinámica complicada con otra estrella pop femenina. “Vos estás todo el tiempo escribiendo poemas/ Pero yo estoy todo el tiempo haciendo fiestas”, canta. Aunque celebra a las “Mean Girls” más adelante, esta canción ofrece una rama de olivo a pesar de lo poco que ella y su par misteriosa parecen compartir.
El álbum cierra con dos de sus mejores temas. “I Think About It All the Time” es una confesión preciosa sobre el futuro y la maternidad. Una vez que se da cuenta de que no tiene todas las respuestas, pasamos directamente a “365”, la invitación a la disco más eufórica en un álbum lleno de eufóricas invitaciones a la disco.
