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Ximena Sariñana: “Luchamos para que en el futuro haya más mujeres en la música”

La cantautora y activista mexicana habla sobre el proceso de reconocimiento y visibilización de las mujeres en la industria musical.

agosto 24, 2024

Karla León

Ximena Sariñana es una de las grandes exponentes de la música latinoamericana, pero su voz no solo se ha extendido a través de los escenarios, además, se ha amplificado gracias a su compromiso con el activismo. A la par de una trayectoria multifacética, la cantautora ha atendido distintas causas sociales, principalmente, a favor del desarrollo de las mujeres y las infancias.

En 2019, Ximena publicó ¿Dónde bailarán las niñas?, su cuarto álbum de estudio, con el que resaltó la feminidad, la libertad de movimiento y la seguridad de mostrarnos al mundo tal y como somos. Dos años más tarde, con el lanzamiento de ‘A no llorar’, tema que incluyó en Amor Adolescente, inició un programa de regalías para garantizar la educación musical de niñas y niños.

Desde entonces, la artista no solo ha formado alianzas creativas y musicales, pues también  se sumó como vocera de Greenpeace y ONU Mujeres, en México y Latinoamérica, así como a la promoción de la campaña #JusticiaSinDiscriminación, que incentiva el respeto por la diversidad sexual. Hoy, con el objetivo de abrir nuevos caminos para el desarrollo de las mujeres dentro de la industria musical, creó Festival Hera, un proyecto histórico que apuesta por un cartel conformado, en su totalidad, por mujeres.

De acuerdo con datos del estudio sobre participación de mujeres en festivales latinoamericanos, de Ruidosa, las músicas representan menos del 10% de los números artísticos en las parrillas de estos eventos. Actualmente, en México, con la visibilización de más de 230 proyectos solistas y 70 proyectos con mujeres al frente – según datos del Mapa de Músicas Mexicanas, de Sonoridad –, se promueve la Ley Amparo Ochoa, con la que se busca romper la brecha de género en los escenarios, al establecer un porcentaje de representación, sobre y detrás de estos espacios.

En entrevista con ROLLING STONE en Español, Ximena Sariñana, quien se encamina hacia su próximo material discográfico con el adelanto de ‘ALV’ y ‘Ojos Diamante’, habla sobre la importancia de unir el arte con el activismo, así como del presente y el futuro de las mujeres que conforman la industria musical.

Karla León

Durante muchos años, has demostrado que la música y el activismo se pueden unificar para atender distintas causas, en tu caso, con un enfoque muy particular en las mujeres y las infancias. ¿Qué poder tiene la música como agente de cambio y transformación?

La música tiene muchas formas de llegar y de transmitir mensajes que, en ocasiones, las palabras no pueden. Es un lenguaje diferente, universal y llega al corazón de una manera específica; nos hace sentir y conectar con personas que, quizás, pensamos que no tienen nada que ver con nosotros, sin embargo, nos unen cosas similares. Al final, eso es la inclusión y la diversidad. Podemos ser personas completamente diferentes tanto en gustos, como preferencias o situaciones de vida, pero encontramos la manera de empatizar con los demás y, para mí, eso lo es todo. La empatía es la cura para todos los males de la sociedad y genera menos violencia, por lo tanto, la música puede ser una de las herramientas para lograrlo.

Incluso, has mencionado que la música también nos ayuda a desafiar los estereotipos de género y a modificar narrativas. ¿Por qué es importante para ti crear espacios, iniciativas y plataformas que atiendan estos temas?

No podemos olvidar el contexto en el que nos encontramos. En México, se están dando grandes pasos por la igualdad de género; por un lado, vamos a tener, por primera vez, a una presidenta, pero por el otro, también sigue siendo un país tremendamente machista, con una brecha salarial que no se ha terminado de cerrar y eso también habla de una desigualdad impresionante. Soy fiel creyente de que una comunidad más diversa, con una mayor participación de todas las minorías, en todos los sectores, hacen una sociedad más rica, interesante, feliz y justa.

Así que esta es mi manera de poner un granito de arena, quizás no es mucho, no estoy salvando a las 10 mujeres que matan diariamente en este país, pero, desde mi trinchera, género e industria, promuevo cosas para que haya más referentes femeninas, y que las niñas puedan ir a los festivales y piensen en ser ingenieras, promotoras o en subir a los escenarios. El objetivo es que puedan soñar con eso.

Karla León

En estos días, continúa la iniciativa de la Ley Amparo Ochoa, con la que se busca impulsar la paridad de género en conciertos y festivales, al establecer un porcentaje de participación en estos espacios. ¿Es necesario considerar una “cuota de género” en los escenarios mexicanos?

No podemos quitar el dedo del renglón. Se tienen que generar estos espacios porque históricamente estamos en desventaja, es algo que no podemos perder de vista. Ahora, estamos en una etapa de prueba y error, y habrá políticas que funcionen y otras que no sean tan exitosas, pero lo que no podemos perder de vista es seguir luchando por este cambio. Vivimos en una sociedad bastante desigual y, entonces, hay carteles de festivales donde solo hay una o dos mujeres, cuando debería haber muchísimas más.

Todo esto se debe modificar, pero siempre con el afán de crear más y más referentes, para que en el futuro haya más mujeres en la música. En mi caso, Julieta Venegas, Ely Guerra, e incluso, Natalia Lafourcade fueron importantísimas en mi camino, y yo no hubiera soñado con tener una carrera musical, si no hubiera sido porque ya existían ellas en la industria.

¿Cuáles son los aspectos que más te entusiasman sobre este proceso de transformación, reconocimiento y visibilización de las mujeres dentro de la industria musical?

Lo que me inspira muchísimo son las nuevas generaciones. Me encanta conocer a artistas que tienen otro chip con respecto al género, porque no lo cargan como algo negativo o algo por lo que tienen que luchar, más bien, están muy conscientes de lo que es ser mujer y lo abrazan, celebran la feminidad. En mi generación, este era uno de los aspectos que, quizás o inconscientemente, hacíamos menos para que la diferencia no se sintiera tanto y que no lo vieran como una debilidad. Por el contrario, estas artistas resaltan todo lo que significa y simboliza ser mujer, lo llevan más allá con su música y te presentan diferentes formas de serlo; eso me parece muy inspirador.

En ese sentido, ¿cuál es tu diagnóstico sobre lo que falta hacer dentro de la industria para promover la inclusión y, por supuesto, la participación de las mujeres en la música? ¿Qué otros rubros se deben atender?

Tenemos que visibilizar mucho más la participación de las mujeres en otras áreas de la industria, obviamente, la parte más llamativa y con más alcance son las cantantes, las músicas y quienes se paran sobre el escenario, pero es necesario nombrar a todas las mujeres que están detrás: a las promotoras, managers, técnicas, productoras, ingenieras, incluso, a personas de seguridad y alimentación. Todo está, repito, en los referentes. El camino tiene que ser claro para todas; aunque cada una abra sus propias brechas y construya su propia historia, tenemos que saber que hay un camino al que nos podemos apegar, por ejemplo, para decir: “Yo quiero ser como esta ingeniera”, y, entonces, saber cómo le hizo, cómo llegó hasta donde está, qué decisiones tomó, y todo para entender que se puede lograr cualquier cosa.

Karla León

Publicas ¿Dónde bailarán las niñas? para hablar sobre feminidad y libertad, y con ‘A no llorar’, de Amor Adolescente, realizas una campaña para que las infancias accedan a educación musical. Hoy, tu apuesta es un festival masivo con mujeres al frente y cien por ciento de representación femenina, ¿bajo qué visiones e inspiraciones nace este proyecto?

Lo más importante es que es un proyecto que busca celebrar a las mujeres de la industria musical. Lo construimos a partir de cómo nosotras hacemos las cosas, es decir, somos muy de comunidad, de ayudarnos y de impulsarnos las unas a las otras. Es un festival muy sororo y por eso buscamos honrar a todas las mujeres que han tenido ideas similares o que han hecho cosas por la inclusión de la mujer en la música, entre ellas, Francisca Valenzuela, con Ruidosa,  y Elis Paprika, con Now Girls Rule. Todas las mujeres que están involucradas, desde el comité de organización, hasta las artistas que se están presentando en esta primera edición, hacen que este festival sea tan especial y tan único.

¿Qué impresiones tienes sobre la huella tan importante que estás dejando en la historia para las mujeres en la música y los festivales mexicanos?

Me siento muy afortunada de estar en donde estoy y de saber que yo también puedo ser un referente, aunque tampoco me detengo demasiado a reflexionar sobre eso, porque todo el tiempo estoy pensando en lo que falta por hacer. Ahora mismo, estoy enfocada en que nos vaya bien en el festival, en que no se pierda el foco de lo que es importante y que la experiencia sea muy positiva, para que se corra la voz y más artistas quieran venir a tocar. Es importante que el proyecto sea de todas, al final, queremos crear una comunidad para ver de qué manera podemos sumar esfuerzos. No buscamos competir, sino formar un espacio para impulsarnos.

¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer dentro de la industria musical?

En mi experiencia, las mujeres siempre han sido las que me han apoyado y me han impulsado; son quienes siempre están ahí, al pie del cañón, tendiéndome la mano y contándome sus experiencias, sin tapujos. Hay cosas que evolucionan conmigo, es decir, con el paso del tiempo he ido rompiendo mis propios tabús. Cuando yo empecé en la música, no veía muchos referentes de músicas y cantantes que fueran mamás y siguieran vigentes, pero fue hasta que me convertí en una, que reflexioné sobre por qué pensaba que esto era algo que no me iba a potencializar, a convertir en una persona más empática o en una mejor jefa, y, al contrario, me inspiró para querer hacer más cosas.

Por otro lado, está el tabú de la edad. Tengo 38 años y en la industria eso se traduce a un: “Ya es una señora, ya no tiene mucho que aportar”, pero no, soy más ambiciosa, tengo más ganas de seguir haciendo música y de seguir presentando mis proyectos y mis ideas. Eso es lo más lindo: evolucionar, descubrir nuevos retos y desbloquear otros.

¿El presente es femenino?

Por el momento sí, pero falta llegar a esa igualdad que tanto estamos buscando.

Karla León

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