Vince Gilligan será el primero en decirte que es un mal planificador. Y no es solo que el cocreador de Better Call Saul se haya perdido la fiesta de despedida de su propio programa porque él y su pareja Holly ya habían reservado un viaje de cumpleaños a Palm Springs para la misma noche. Es también que a lo largo de su estadía con Breaking Bad y BCS, él y sus colaboradores (incluyendo al cocreador de BCS Peter Gould) casi nunca lograron planificar los puntos de la historia con anticipación. Así como les pasaba a los personajes que escribían, constantemente se veían acorralados y tenían que encontrar alguna manera explosiva de salir.
Pero al menos ya no hay más planeación que hacer para la franquicia. Gilligan escribió y dirigió el penúltimo capítulo de BCS y dice que el final de la serie, que se estrena la próxima semana, muy probablemente será la conclusión de todo el universo ficticio que empezó con Breaking Bad.
El guionista habló con Rolling Stone sobre cuánto tiempo le tomó resolver el destino de Kim Wexler, el constante reto de conciliar la trama de BCS con lo que sabíamos de Breaking Bad, y por qué un programa llamado Better Call Saul prácticamente no muestra a Saul Goodman en ningún momento.
Tú y Peter siempre dicen que solo pueden ver dos pulgadas más allá de sus narices cuando están planeando la serie. Entonces, ¿en qué punto averiguaron lo que le iba a pasar a Kim?
Pasó de la misma manera que siempre. Simplemente trabajamos dos pulgadas más allá de nuestras narices. Creo que pudo haber salido de cualquier manera, pero probablemente tuvo que ver el hecho de que ambos nos rehusáramos a matar su personaje. Había tantos elementos de la historia que estaban preestablecidos. No puedes matar a Jimmy McGill en su propio programa, no puedes matar a ningún personaje cuyo destino conoces de Breaking Bad. Pero con Kim, el cielo era el límite. Supongo que simplemente sentíamos que matarla no era correcto. Honestamente, es probable que nunca estuviera descartado. Por supuesto que nos seguíamos sonriendo cuando alguien en la calle nos paraba y nos preguntaba “Van a matar a Kim, ¿verdad?”. Dejamos que la gente pensara que quizá lo haríamos, pero ninguno de nosotros quería hacerlo. Ya averiguar dónde terminaría fue algo que ocurrió en pasos pequeños, poco a poco y con tropezones, como todas las planeaciones que hacemos.
¿Fue más retador en esta última temporada conciliar el final del programa con lo que sabemos de Breaking Bad, a diferencia de las temporadas anteriores?
No lo creo. Creo que fue muy, muy retador en la primera temporada, y en las del inicio. Pero debería decir que llevaba algunos años sin regresar al cuarto de escritores antes de esta temporada. Recuerdo el inicio, cuando intentábamos averiguar “Jimmy McGill, ¿de dónde viene Saul Goodman? ¡No podemos matarlo! ¡No puede perder un ojo!”. Hay muchas restricciones que Breaking Bad puso en este personaje. Pero con esta temporada, hombre, no tanto. Siempre es complicado, claro. Pero parecía ser más difícil al inicio. Y por suerte, tuvimos muchísimo tiempo para sacarlo. Quizá Peter Gould te dé una respuesta diferente, pero así lo recuerdo yo.
Si pudieras regresar en el tiempo a los años de Breaking Bad y pedirle a tu versión joven que cambiara algo para hacer tu vida en este programa más fácil, ¿qué sería?
Vaya, estás haciendo todas las preguntas difíciles. Déjame pensarlo, y te prometo tener una respuesta para el final de esta entrevista.
Hemos hablado antes de cómo pretendían llegar a Saul Goodman para el final de la primera temporada, pero en cambio les terminó agradando Jimmy McGill. Finalmente terminamos recibiendo menos de un episodio completo del Saul real, y básicamente se saltaron de Jimmy directamente a Gene Takovic. ¿Cómo decidieron que querían saltarse la etapa de Saul?
No fue tanto que quisiéramos. Y tienes razón. Al inicio, decíamos “Sí, será Jimmy por un tiempo, pero obvio, ¡no puedes darle gato por liebre a la audiencia! No puedes estafarlos. Tienes que darles a Saul Goodman”. Y ¡pobres de nosotros si no terminábamos cumpliéndolo! No iniciamos este camino con el afán de ser perversos o maliciosos. Nos dimos cuenta al final –aunque eso de solo ver dos pulgadas más allá de nuestras narices se vuelve realmente cierto cuando estás creando una historia como esta–. Creo que nos dimos cuenta de que ya sabemos cómo se ve Saul Goodman. Ya lo han visto en muchísimos episodios de Breaking Bad, así que no necesitamos contar esa historia de nuevo, y teníamos esta historia tan interesante. Estábamos fascinados con Jimmy McGill, con lo que podía volver a un hombre como él, que básicamente es un buen tipo, en un tipo malo. Y luego queríamos ver más de Gene Takovic en Omaha, así que nos adelantamos en el tiempo sin siquiera quererlo, y luego nos dimos cuenta, hombre, de que lo primero que podía irse era Saul Goodman. ¡Y así se llama el programa! Para aquellos que han visto Better Call Saul y no han visto Breaking Bad, si quieren su dosis de Saul Goodman, les sugiero que vayan a iTunes o a donde sea, encuentren la manera más costosa posible, y compren la serie en la resolución de la más alta calidad y con sonido estereofónico.
Esta es la última vez pudiste dirigir a Rhea Seehorn en este papel. En gran parte de este episodio, simplemente dejas que la cámara se quede frente a su cara mientras que ella reacciona a cosas, incluyendo esa gran escena en la que se quiebra en el transporte del aeropuerto. ¿Cómo fue trabajar con ella una última vez como este personaje?
¡Fue grandioso! Amo a Rhea. Rhea es simplemente maravillosa. Y la cámara la ama tanto como yo. Simplemente lograr esas tomas, en ese vehículo en movimiento, fue un reto. Las dos escenas en las que está manejando en Florida, y en la que Gene está manejando en Omaha en la nieve, se grabaron en un estudio, dentro de un vehículo que no estaba en movimiento y con una placa que se agregó. Pero lo del autobús fue un transporte real moviéndose en un circuito muy cerca del aeropuerto de Albuquerque. Solo aseguramos cuatro cámaras y las dejamos rodar, y yo me senté intentando estar lo más fuera que pude de su campo de visión. Fue un placer verla. Hicimos dos tomas. Ni siquiera lo necesitábamos. Pero yo soy algo ansioso, y quería tener más de una toma. Creo que usamos la segunda, pero ella estuvo igual de brillante en la primera. Es un placer verla hacer lo suyo.
¿Por qué quisiste poner juntos a Kim y a Jesse Pinkman en una escena?
Porque los amo mucho. Es tan simple como eso. Intentamos contar estas historias tan orgánicamente como podemos, y lo hacemos. Pero una escena como esa es, y odio admitirlo, simplemente un placer escribirla y un placer dirigirla. Realmente no hace que avance mucho la historia. En términos de narración orgánica, no es “necesaria”. Pero fue divertido. Y sí, amo a esos dos. Creo que todos queríamos –no recuerdo a quién se le ocurrió la idea– que ambos mundos chocaran. No pudimos evitarlo.
Estos episodios tienen lugar después de Breaking Bad y después de El Camino. Por ahora, son el final cronológico de la historia. ¿Ves esto también como el final de este universo ficticio?, o ¿podrías imaginar revisitarlo?
Definitivamente puedo imaginar revisitarlo. Egoístamente, me gustaría hacerlo, mantener esto en marcha. Pero sin decir ningún nombre, veo alrededor y me encuentro con algunos de los mundos, los universos, las historias que me encantan, ya sean en TV o en las películas. Y creo que hay cierto punto, y es difícil de definir, en el cual ya has hecho demasiado en el mismo universo. Solo déjalo ir. Y algunos universos son mucho más grandes y elásticos que otros. El nuestro es uno muy pequeño, Albuquerque, Nuevo México, contra algunos de estos mundos y sagas de películas o programas de televisión. Sí, podría hacer más con este universo. Y quizá algún día lo haga, especialmente si fracaso en todo lo demás. Entonces sí regresaré arrastrándome. Pero por ahora, ya sea que haya lugar para crecer la historia o no –y probablemente sí lo hay–, siento que es hora de hacer algo nuevo.
Habiendo básicamente hecho estos programas y El Camino por más de 15 años, ¿cómo se siente acercarse al final de todo eso?
Es gracioso. Mucha gente me lo ha estado preguntando recientemente, y en verdad no me ha pegado mucho. El final de Breaking Bad fue una delineación muy clara. Recuerdo estar en el set el último día, y todos estaban muy conmovidos. Eso fue hace muchos años. Han sido ya 15 años, y eso fue solamente el año número seis o algo así, y se sintió más trascendental, más monumental. Quizá no es una respuesta satisfactoria. Quizá no me ha pegado todavía. Creo que ya le pegó a Peter, creo que ya le pegó a los escritores y a los actores. Quizá sea una reacción retardada. Espero que no sea tan intensa y tan pública como lo que atraviesa Kim en el transporte del aeropuerto. Pero quizá será como la reacción que tiene, seis años después, cuando llora por Howard Hamlin o por lo que sea que llore –su alma perdida. Espero que esté en casa si eso pasa.
Muy bien. Prometiste responder la pregunta de la máquina del tiempo antes de que nos fuéramos. ¿Hay algo que hubieras cambiado en Breaking Bad simplemente para hacer tu vida más fácil en Better Call Saul?
Sí. Bueno, sabes qué, quizá piense en una buena respuesta después de que colguemos. Pero creo que dice algo el que no pueda pensar en una buena respuesta tan rápidamente, incluso habiéndolo pensado por estos minutos. Hay ciertos momentos en los que pensamos: “Vaya, sería mejor si este personaje viviera” o “Sería mejor si pudiéramos matar a este personaje”. Pero nada de eso nos perjudicó, según recuerdo. Es un reto: ¿Quieres que el cubo Rubik sea más fácil, si eres alguien que resuelve ese tipo de acertijos? No, no lo quieres. Especialmente en retrospectiva, una vez que ya lo resolviste. Realmente no me arrepiento de nada de lo que hicimos.