El nacimiento de Stella Artois tiene sus orígenes en el siglo XIV y coincide después en su auge, entre 1500 y 1700, con las mejores épocas en la historia del arte, tanto temporal como geográficamente. De hecho, en famosas obras de arte de grandes maestros, es posible encontrar referencias a la cerveza, siempre bellamente retratada.
Es así como desde Stella Artois, nació la siguiente inquietud: ¿Cuántas de estas jarras capturadas podrían ser una verdadera Stella Artois? ¿Qué probabilidad de que las cervezas en las obras de David Teniers, por ejemplo, sean las primeras Stella Artois que existieron? Así nació la original activación llamada La Probabilidad de Artois.
Inteligencia artificial aplicada
Para probar esta curiosa hipótesis teñida de arte, cerveza y misterio, Stella Artois acudió a las bondades de la inteligencia artificial. Para ello, empleó un algoritmo que analizó las escenas de los cuadros contemplando variables como el año de creación, ubicación geográfica, tipo de vaso, tono del líquido y posibles competidores existentes.
A su vez, esto permitió cruzar data con los extensos registros históricos de la marca arrojando un porcentaje que da cuenta de la presencia o no de una Stella, en esa pintura.
“Stella Artois viene convocando gente alrededor de una mesa para comer, brindar y compartir un momento especial desde su nacimiento, mucho antes de que existan las campañas publicitarias y eso queda demostrado con esta activación”, explicó Lucila Djeredjian, gerente de marca Stella Artois en Argentina.
Cabe destacar que, para esta activación, la marca llevó a cabo una muestra en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde los invitados pudieron participar mediante el uso de sus teléfonos, en el reconocimiento de una Stella en las obras exhibidas.
A partir de ahora, nunca volveremos a ver una pintura sin pensar en Stella Artois.
