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The Libertines: una historia de amor con distracciones

Pete Doherty y Carl Barât reflexionan sobre su historia, su nuevo material y la nueva realidad de una banda famosamente caótica.

Por  PABLO MONROY

abril 5, 2024

CORTESÍA UNIVERSAL MUSIC

The Libertines fue una de esas bandas que llegaron a revitalizar el rock del nuevo milenio hace un poco más de dos décadas. Con álbumes cono The Libertines y Up The Bracket y canciones como ‘Can’t Stand Me Now’, ‘Don’t Look Back into the Sun’, ‘What Katie Did’, entre muchas otras, llegaron con himnos honestos, crudos y poderosos a musicalizar las vidas de una generación.

Pete Doherty y Carl Barat, vocalistas y compositores, siempre tuvieron una relación de amistad tormentosa, interrumpida por la fama, el dinero y las adicciones de Doherty, quien famosamente era una personalidad caótica y llevaba una vida llena de excesos, por lo cual la trayectoria de la banda se vio interrumpida en varias ocasiones. En la relación de los músicos siempre existió mucho amor, pero también llegaron muchas distracciones.

Hoy, los músicos deciden volver a unirse para lanzar su cuarto álbum de estudio, All Quiet on the Eastern Esplanade, y Rolling Stone en Español tuvo la oportunidad de platicar con Doherty y Barat sobre este reencuentro.

Cuéntenme de la decisión de juntarse para este álbum. ¿Cómo y por qué decidieron que era el momento?

Carl Barât: Wow, han pasado nueve años. Hay muchas razones. Hemos tocado las mismas canciones por 8 años y lo disfrutamos, pero llegamos a un buen lugar en el que el tiempo era correcto.

Pete Doherty: Esta colección de canciones nació de 4 o 5 temas hipnotizantes que no podíamos dejar ir y florecieron en el tiempo correcto. Sucedió de forma muy natural. No analizamos mucho estas cosas, solo encajan.

Barât: Dicho esto, sí tuvimos que trabajar mucho para llegar a ese lugar y poder hacerlo. Todo el camino de crear el hotel y nuestro propio estudio fue gran parte del proceso.

En general, ¿qué era importante para ustedes abarcar en el álbum? Sé que hay referencias a la reina Isabel, la crisis de refugiados, canciones apocalípticas… 

Barât: Creo que solo escribimos de lo que nos rodeaba. Es una cosa rara la sociedad. Por muchos años escapábamos a través de la ficción alrededor de nosotros. Esta vez creo que también incluímos el mundo real. ¿Cómo lo llaman? Realidad aumentada, en lugar de lo que usualmente hacemos que es realidad virtual. 

Doherty: Lo que hicimos fueron ensayos culturales y políticos profundos con espacio para que las personas también puedan bailar si quieren. 

Barât: Todos lo hacen así que decidimos intentarlo.

Carl, has mencionado que todos en la banda estaban mirando la misma dirección con este álbum. Todos tienen crédito de escritores. ¿En qué dirección miraban? ¿Cómo se dieron cuenta que estaban tan conectados en esta ocasión?

Barât: Creo que el subconsciente nos ha permitido abrirnos. La lady libertine no sale del éter a menos de que todos estén presentes con el mismo deseo de crear. Suena algo hippie, pero… 

Doherty: No, tienes razón. El hada de la ausencia no llegará si solo te quedas engullendo, se trata de la manera que sostienes el vaso también.

Han tenido proyectos diferentes y se han distanciado varias veces. Cuando se juntan, ¿Siguen alguna fórmula para sonar a The Libertines o es algo que sucede cuando están todos en el mismo cuarto?

Doherty: Solía haber una fórmula que probábamos. Carl y yo nos juntábamos y rápidamente aparecían grandes canciones, o al menos lo que pensábamos que eran grandes canciones y recibían apreciación del mundo. Esta vez no fue así. No llegamos al estudio con canciones terminadas, en especial las letras. Estuvimos tocando ideas con la banda y viendo cómo sonaba. El productor tuvo una gran parte también. Estábamos abiertos a sugerencias: “¿Por qué no alentamos esta canción o cambiamos el ritmo de esta otra?”. Normalmente soy protector y obsesivo con mis canciones, pero pensé: “Déjalo ir y respira”.

Escuché una entrevista en la que mencionaron que la música llegó de manera natural, pero batallaron un poco con las letras, ¿verdad?

Doherty: Fueron un par de canciones, sí. Tuvimos que minar para encontrar gemas. Parece flujo de conciencia pero en realidad son muchas tomas sin sentido de gritos y algo de copiar y pegar. 

Barât: Trabajamos tantas letras y luego escogemos las mejores, las verdaderas gemas. 

Doherty: Muchas canciones pensamos que serían de una cosa y al final terminaron siendo otra cosa totalmente distinta.

A través de estos años han evolucionado como personas. ¿Cómo creen que han evolucionado como compositores?

Doherty: Tal vez somos más sueltos. 

Barât: Creo que al no escribir las mismas canciones que antes hay algo de evolución. Para nosotros es diferente, no seguimos jalando de la misma palanca en la misma máquina. Creo que esa es una evolución. 

“Todo lo que queremos hacer es escribir canciones hermosas. Eso es lo que siempre quisimos hacer, pero nos distrajimos, principalmente por nosotros mismos”. En esta ocasión, ¿se podría decir que escuchamos a los verdaderos The Libertines sin distracciones? ¿O las distracciones eran importantes para la esencia de la banda?

Pete Doherty: Cuando estamos juntos tratamos de evolucionar y cultivarnos como hombres. Es parte de la escritura y de las presentaciones. Desde ese punto de vista, no estar absolutamente destruidos sin perder la energía fue muy diferente. Pudimos sentarnos a escribir sin estar intoxicados. 

Estuvieron muy de la mano por mucho tiempo. Este fue un enfoque muy diferente. Estábamos sobrios, dormíamos por la noche, nos juntábamos y hablábamos de las canciones en lugar de solo improvisar y rezar. No nos fallaba eso, pero resultaba en algo difícil de limpiar que se hacía cada vez más tardado. El primer álbum lo limpiamos por un año, el segundo por cinco años y el siguiente… Es a lo que me refiero. Eran pocas las ganancias para tanta limpieza.

Se han auto-referenciado en canciones en el pasado, como la gran ‘Can’t stand me now’, que habla sobre momentos difíciles en su relación como amigos y compañeros de banda. ¿Siguen incluyendo auto-referencias acerca de ustedes o su relación en las canciones?

Barât: Creo que cuando escribes con alguien cercano y crean algo juntos, es inevitable hasta cierto punto. ¿Qué tan obvio es para el escucha? Esa es otra historia. Creo que si miran lo suficiente, pueden ver algunos momentos de eso.

Doherty: Sí, probablemente será lo mismo para el próximo álbum, pero hay algunos momentos específicos en canciones como ‘Shiver’ que tienen versos como “el último sueño de cada soldado moribundo” (“the last dream of every dying soldier”) de nuestras primeras sesiones composición. Eso dice mucho de nuestra relación.

Barât: Si hay letras que se escribieron hace 25 años y están presentes en nuestra relación al día de hoy, dice mucho en términos de subconsciente y química. Las versiones de ti mismo que tienes solo con otra persona. Cuando alguien muere, lamentas la pérdida de la persona que era contigo, pero cada quien tiene una versión diferente de esa persona. Creo que mientras estés vivo, hay que celebrarlo. 

Doherty: Celebración y positividad, pero al mismo tiempo nos gusta algo de drama. ‘Man With the Melody’ es probablemente uno de los análisis más honestos de nuestra relación. En esencia es muy oscura [Risas] y Carl se vuelve contra sí mismo un poco en ese verso.

Up The Bracket cumplió 20 años el año pasado y The Libertines cumplirá 20 el próximo año, ¿Qué reflexiones tienen sobre esos álbumes ahora?

Doherty: Creo que nunca nos hemos sentado juntos a escuchar los primeros dos álbumes, al menos no recientemente. La primera vez que nos juntamos a escribir unos demos fuimos a Jamaica… 

Barât: No los he escuchado por años.

Son de mis álbumes favoritos…

Doherty: Míos también. Son como una parte de tu mano que no funciona tan bien pero aún así cumple su trabajo. Son buenos discos.

¿Cómo visualizan las presentaciones en vivo? ¿Qué tan emocionados están de llevarlo al escenario?

Barât: Estamos demasiado emocionados. Jamás habíamos entrado a un ensayo con la alegría y entusiasmo de estas sesiones. Poder tocar estas canciones que adoramos por primera vez e ir de gira es emocionante.

Doherty: Es hora de sacar los batitrajes y tirolesas. 

Barât: No estamos seguros de cómo será, pero estamos muy emocionados.