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Tears For Fears: de vuelta con la misma fuerza y honestidad que antes

El icónico dúo regresa después de 17 años con The Tipping Point, Roland Orzabal y Curt Smith nos hablan sobre su retorno

Por  PABLO MONROY

febrero 25, 2022

Cortesía Universal Music

Curt Smith y Roland Orzabal formaron en 1981 uno de los grupos más icónicos de la década de los ochenta. Tears For Fears tiene bajo su catálogo irrepetibles éxitos como ‘Everybody Wats To Rule The World’, ‘Shout’, ‘Head Over Heels’, ‘Mad World’, entre muchos otros. 

Después de colaborar con otros músicos, Curt y Roland se dieron cuenta de que ellos tenían una sensibilidad que otros no poseían, lo que provocó que los artistas trabajaran tan bien como dúo y su música encontrara todos los rincones del planeta. Esa honestidad con la que plasmaban sus letras resonó en los corazones de millones de personas. 

Después de una prolífica carrera a lo largo de la década de los ochentas y noventas, los músicos decidieron lanzar en 2004 Everybody Loves a Happy Ending, un material con el que el icónico dúo se despediría para siempre. Por fortuna, no fue así. 

Tears For Fears está de vuelta con The Tipping Point, su séptimo álbum y el primero en 17 años. Después de un tedioso proceso que vio a Smith y Orzabal intentando mantenerse vigentes en un mundo cuya actualidad musical es caótica y cambiante. Los británicos empezaron el proceso intentando encontrar un sonido que fuera exitoso en el panorama actual, para después darse cuenta de que tenían que hacer lo que mejor sabían, hablar desde la honestidad y dejarse llevar por su experiencia. Ideas como la pérdida de un ser querido (y el difícil acto de encontrar ese momento en el que en verdad se van de nuestras manos) orientaron a Tears For Fears en el camino que tomaría The Tipping Point, que en su resultado final incluye temáticas como el patriarcado y el cambio climático, entre otras. 

Curt Smith y Roland Orzabal, a través de una llamada de zoom, hablaron con ROLLING STONE En Español sobre el largo y difícil proceso que constituyó este triunfal retorno, así como los 40 años de lanzamiento de su sencillo debut, ‘Mad World’. También nos platicaron acerca de lo que opinan del nuevo (y polémico para algunos) cartel de Coachella, de los sentimientos que les deja que su música llegue a nuevas generaciones y mucho más. 

¿Cómo se sienten con el lanzamiento de The Tipping Point, su primer álbum luego de 17 años? ¿Están nerviosos por su recibimiento? 

Roland Orzabal: Creo que estaríamos nerviosos de no ser por el hecho de que las personas que han escuchado el álbum han estado emocionadas con lo que oyen y están hablando sobre eso. Me sorprende que todavía podamos estar en el lugar adecuado y en el momento adecuado, aún cuando la industria musical crece y cambia. No estamos nerviosos porque el proceso de hacer este álbum fue tan largo y complejo que a la hora de hacerlo público desarrollamos una piel dura, ¿sabes? Espero que el álbum no pierda el impulso y quede como un recuerdo para la posteridad -no porque la posteridad sea mala-… Creo que si las personas le dan la oportunidad a este disco podrán salir cosas buenas. 

Este año se cumplen 40 del lanzamiento de ‘Mad World’, ¿cómo recuerdan esos días? 

Curt Smith: No es algo sobre lo que pensamos mucho, de hecho ha sido hasta hace poco -desde que empezamos estas entrevistas- que las personas nos han recordado eso. Mi hermano me escribió que era el aniversario número cuarenta desde la primera vez que habíamos tocado en Bath. No es algo de lo que seamos muy conscientes o que nos dediquemos mucho tiempo a pensarlo. Es algo parecido a como nos sentimos sobre el lanzamiento de este álbum. Yo, personalmente, me siento aliviado de que lo hayamos podido llevar a cabo y que a los dos nos haya gustado el trabajo que hicimos. 

Creo que al mirar hacia atrás y pensar en la trayectoria de nuestra carrera, hay una clara diferencia en la manera en la que nos perciben ahora. Es como si fuéramos el equipo más viejo, pero así era como nosotros percibíamos a Pink Floyd o Peter Gabriel en su momento. Nos tratan con un poco más de respeto por lo que hemos durado tanto en este camino. Ojalá sea por nuestra música y no solo porque seguimos vivos haciendo música [risa irónica].

¿Cómo se sienten con la idea de que su música llegue a nuevas generaciones? 

Roland Orzabal: Sí, es extraño escucharlo y supongo que debemos agradecerle al streaming porque hay muchos nuevos artistas que han hecho covers de nuestras canciones o han interpelado nuestras canciones. Incluso Weezer hizo un cover de ‘Everybody Wants to Rule The World’ y cuando la gente le da clic, y gracias al algoritmo, nosotros aparecemos por ahí. Ha sido fantástico y cada generación de adolescentes parece identificarse con el dolor y eso representa algo para ellos. En nuestros shows hemos visto una gran variedad de personas que disfrutan nuestra música, hemos visto niños que saben la letra de cada canción y es fantástico. 

A propósito de Weezer, ustedes tocaron juntos en Coachella ¿cierto? 

Sí, es cierto. 

¿Ya vieron el line-up de Coachella de este año? 

Curt Smith: Yo vi el lineup ayer…

¿Qué tal te pareció? 

Curt Smith: Hay muchas bandas que me gustan y disfruto en ese lineup aunque la mayoría de las veces, suelen ser las que están más abajo en el anuncio. He ido a Coachella cada año durante los últimos siete años y debo admitir que varias veces me he ido del concierto antes de que toquen los artistas titulares, pero es porque para ese entonces las cosas se ponen muy intensas y yo me siento un poco claustrofóbico. He descubierto, también, que la mayoría de las nuevas bandas que me gustan suelen tocar en las carpas más pequeñas, ¿sabes? Creo que quien sea el encargado de organizar estos artistas tiene muy buen gusto y te hace sentir que estás descubriendo nuevas bandas, ya sea porque ibas caminando y te gustó el sonido y fuiste al lugar donde tocaban o porque conocías una banda similar y encontraste algo parecido. Disfruto esa sensación de novedad más que de escuchar a los artistas titulares. 

Sé que ustedes habían discutido la idea de hacer música otra vez desde hace tiempo pero, ¿cuándo fue el momento en el que decidieron hacerlo realidad o cuándo decidieron que necesitaban hacer más música para sus presentaciones en vivo?

Roland Orzabal: La verdad fueron un par de cosas. En primer lugar, nos dimos cuenta de que nos habíamos convertido en una buena presentación en vivo pero solo tocábamos canciones antiguas y también nos dimos cuenta de que ya habíamos tocado en casi todos los territorios posibles. Así que para hacer esto más interesante para nosotros entendimos que debíamos crear nueva música. En segundo lugar, ya habíamos sacado singles y pensamos ‘¿por qué no podríamos hacer lo mismo ahora?’ Claro, es un proceso más difícil porque te desapegas un poco del mercado actual, pero eventualmente nos dimos cuenta de que creíamos en el formato del álbum y fue durante el 2020 que compusimos nuevas canciones que se convirtieron en el corazón de este álbum. 

Tengo entendido que ustedes llevaban trabajando seis o siete años en este disco…

Roland Orzabal: ¡Siete años!

¿En algún momento mientras hacían el álbum consideraron la idea de renunciar? 

Roland: ¡Cielos, sí! Claro que sí, Curt las tuvo [risas] 

Curt Smith: [risas] Bueno, uno siempre tiene dudas. El balance ideal de Tears for Fears es algo que nos incluye a los dos y si uno no está contento con la dirección que estamos tomando nos damos un espacio para pensarlo y solucionarlo. No es una gran cosa pero los dos sabemos que cuando estamos de acuerdo en algo, eso es material para Tears for Fears y cuando encontramos un camino que nos gusta a los dos se convierte en un proceso mucho más sencillo. Creo que haber tenido todas estas sesiones de escritura y composición, con artistas con los que no habíamos trabajado antes, e intentar encontrar un sonido moderno que mantuviera nuestra esencia nos llevó al lugar al que llegamos y eso fue útil, pero fue un sin sentido intentar trabajar solo con sencillos. 

Tears for Fears ha sido y será una banda que trabaja con el formato del álbum. Creamos álbumes que, generalmente, cuentan una historia o hacen parte de un viaje y tienen un significado. Así que tratar de perseguir una sola canción no es lo que hacemos, o bueno, no es algo que hagamos bien. Cuando nos pusimos de acuerdo sobre crear un álbum que contara una historia y tuviera significado para nosotros, fue que se convirtió en un proceso más sencillo, solo nos costó mucho tiempo llegar ahí.

Al principio se enfocaron en hacer sencillos que fueran exitosos hoy en día, ¿cuándo se dieron cuenta de que un mejor enfoque era hacer algo que fuera honesto para ustedes? 

Roland Orzabal: Es una larga historia pero habíamos terminado el álbum de 2016 y estábamos  trabajando junto a una disquera pero nuestro manager decidió que no era el mejor lugar para nosotros así que fuimos a Universal en Inglaterra, que tenía nuestro catálogo musical. Ellos nos dijeron que tenían un plan, un plan maestro, que consistía en poner dos canciones nuestras en un disco con los mejores hits de ese año. Según ellos, eso nos volvería a poner en el radar musical y luego, ahí sí, publicarían nuestro álbum. 

Universal publicó el álbum de los grandes hits -al que le fue muy bien, a propósito- pero nunca publicaron nuestro álbum. Esto nos dejó con un álbum incompleto y para ese entonces yo estaba atravesando unas situaciones personales muy difíciles y no me podía concentrar completamente en la música. Curt no estaba muy contento con el camino en el que estábamos así que en 2019 tuvimos una reunión urgente para decidir qué íbamos a hacer. Fue así que a principios de 2020 decidimos alejarnos de las expectativas comerciales y volver a expresarnos como queríamos expresarnos. Ese fue el origen de ‘No Small Thing’, que es la primera canción del disco.

¿Qué tanto de las letras de las canciones es una reacción a lo que pasaba en el mundo? Sé que tienen canciones que hablan sobre el patriarcado y el cambio climático entre otras cosas…

Curt Smith: Todas las canciones tienen nuestras opiniones, ideas y emociones sobre lo que estábamos viviendo o lo que observábamos a nuestro alrededor. Mientras intentábamos sacar un sencillo, se nos había olvidado la importancia de la profundidad de la canción y no se sentía bien. Cuando comenzamos a componer y grabar canciones desde el corazón, canciones que tuvieran un significado, fue que pudimos continuar sin sentir que estábamos yendo en contra de la marea. El conflicto, para nosotros, era que a. No nos sentíamos cómodos con esa idea de enfocarnos solo en una canción. No éramos muy buenos en ese tipo de proceso. Creo que somos buenos creando canciones con profundidad y muy buenas letras. Al saber eso y reconocer que trabajamos mejor con el formato del álbum, porque podemos ver el panorama más amplio, pudimos manejar las curvas y los cambios que venían con cada canción y su significado para poder contar una historia completa. 

Con los álbumes necesitas organizarlos de manera tal que haya pausas para la audiencia pero que en esas pausas la historia continúa y es en el proceso de armar el álbum que te das cuenta si tienes el material y cómo lo puedes estructurar de la mejor manera posible. No puedes escribir 10 canciones comerciales y esperar que funcionen porque sí, porque cada una es buena por sí sola. 

Tears For Fears publica Everybody Loves a Happy Ending en el 2004, y en su momento, pensaron que era su trabajo final, ¿cómo se sintieron con ese final? ¿se sentían satisfechos? 

Roland Orzabal: Claramente no fue el final. Fue muy divertido hacerlo, mi familia y yo nos mudamos de Inglaterra a Los Ángeles y de pronto estaba jugando tenis bajo el cielo azul y fue un cambio para mi estilo de vida. Creo que una de nuestras fortalezas como banda siempre ha sido que somos emocionalmente honestos y hemos expresado lo que hemos sentido. Así fue como empezamos y eso nos ayudó a expresar la ansiedad, la inseguridad y la alienación que sentíamos y nos dolía. 

A veces hay una colisión entre lo que estás atravesando en tu vida personal vs lo que está pasando en el mundo y de pronto tus antenas son un poco más receptivas y sensibles a lo que pasa a tu alrededor y sucede que canciones que eran personales para ti se convierten en algo más grande con lo que otras personas se pueden identificar. Y, personalmente, creo que hemos hecho buena música pop también creo que hemos tocado fibras que no son tan fácilmente accesibles. 

Lo que más me gusta de este álbum es la profundidad de las emociones que exploramos y las observaciones que hacemos dentro del álbum. Ojalá sea algo que se sienta eterno. 

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