David Gilmour y Roger Waters continúan añadiendo batallas al historial de problemas que han tenido entre los dos durante décadas. Los ex miembros de Pink Floyd se encuentran en una discusión que han hecho pública a través de Twitter, involucrando a la esposa de Gilmour, Polly Samson, quien aparentemente lanzó la primera piedra. El día de ayer, 6 de febrero, la pareja del guitarrista compartió un trino en donde acusaba a Waters de ser “antisemtia hasta la médula”.
“También un apologista de Putin y un mentiroso, ladrón, hipócrita, evasor de impuestos, misógino, enfermo de envidia, megalómano. Basta ya de tonterías”, continuó enlistando Samson. Como respuesta a los no tan agradables adjetivos con los que la escritora calificó a Waters, el bajista replicó a través de un comunicado señalando que los comentarios de Samson de “incendiarios y tremendamente inexactos” y añadir que “los refutaba por completo”. A esto, Gilmour respaldó a su pareja citando el tweet para escribir que “cada palabra [es] demostrablemente cierta”.
Every word demonstrably true https://t.co/KWk4I3bMTN
— David Gilmour (@davidgilmour) February 6, 2023
— Roger Waters (@rogerwaters) February 6, 2023
La polémica nace a partir de una reciente entrevista en la que Waters contaba al periódico alemán, Berliner Zeitung, sus opiniones sobre Israel y el conflicto entre Rusia y Ucrania, entre otros temas por los que el también activista suele advocar. Aparentemente, el medio rescató una afirmación que Waters hizo en el pasado, cuando comparó el conflicto actual en Israel con la Alemania nazi. Al momento en el que se le preguntó si este pensamiento prevalecía, el inglés respondió: “Sí, por supuesto. Los israelíes están cometiendo un genocidio. Igual que hizo Gran Bretaña durante nuestro periodo colonial”.
Dentro de la entrevista reiteró las críticas al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre su manejo del conflicto, calificando al país como el “principal agresor”, que al final terminó “provocando más allá de toda medida”. En medio del tema, Waters también criticó a sus ex colegas, quienes el año pasado lanzaron el sencillo ‘Hey Hey Rise Up’ junto al músico ucraniano Andriy Khlyvnyuk para recaudar fondos que se destinaron a organizaciones benéficas que brindan ayuda a los afectados por la guerra. El intérprete señaló que este tipo de actividades solo “fomenta la continuación de la guerra”, añadiendo que no izará “ninguna bandera en este conflicto”.
“Pink Floyd es un nombre con el que solía estar asociado. Fue una época muy importante de mi vida. Asociar ese nombre ahora con algo como esto… la guerra por poderes me entristece”.
Mientras tanto, el cantautor se prepara para su gira de despedida la cual pasará por Europa y Reino Unido. Dando inicio el próximo 17 de marzo en la capital de Portugal, la serie de conciertos pretende extenderse hasta mitad de año, teniendo una última parada en el AO Arena de Manchester.
