Ritual de Carnaval: así será el reencuentro de la base rítmica de Los Piojos

Después de más de dos décadas, el baterista Daniel Buira y el bajista Micky Rodríguez vuelven a tocar juntos, este lunes, en los carnavales de Tres de Febrero. La formación incluye a Chucky De Ipola y a integrantes de La Que Faltaba y La Chilinga

Por  HUMPHREY INZILLO

febrero 17, 2023

Chucky De Ipola, Daniel Buira y Micky Rodríguez, en un ensayo previo a la reunión piojosa.

Changuis Nan (Gentileza Ritual de Carnaval)

El axioma de la Gestalt (“El todo es más que la suma de las partes”) se puede aplicar perfectamente a una banda de rock. El corazón del grupo, el motor (alma y sangre), suele ser la base rítmica. En el caso de Los Piojos, el tándem que conformaban Daniel Buira en la batería y Micky Rodríguez en el bajo, era un manantial de groove rocanrolero y rioplatense. A esa usina de ritmos afro-stones, el cantante Andrés Ciro Martínez la bautizó con el neologismo “rockandombe” en la letra de “Esquina Libertad” (Tercer Arco, 1996).  A catorce años de la disolución de Los Piojos (y a más de dos décadas de la desvinculación de Buira), la base rítmica del grupo de El Palomar se junta para el Ritual de Carnaval. Será el próximo lunes 20 de febrero, con entrada gratuita, a partir de las 22, en el Playón Municipal, Alberdi y Medina, Caseros. 

La reunión incluirá también al tecladista Chucky De Ipola, que se había sumado a la banda en 2003. Y el plantel, para este Ritual de Carnaval, se completa con los guitarristas Nahuel Gordillo y Romulo Arnoldi (de La Que Faltaba, el grupo que Micky Rodríguez lidera desde 2012), las percusionistas Caro Goldstein y La Turca Zahra (integrantes de La Chilinga, el grupo-escuela que Buira fundó en 1995) y el armoniquista Kevin Gunsett.

“Este reencuentro tiene que ver un poco con la historia”, dice desde las sierras cordobesas, donde está radicado desde hace más de una década, Micky Rodríguez. “Pero, sin dudas, también agarra el presente, porque la historia sigue vigente y nosotros ahí, también, con ella, y con todos los pibes que están del otro lado, con todos los tatuajes y todo ese cariño, que aún sigue habiendo a pesar del tiempo transcurrido”.

A Micky no le resulta sencillo explicar la conexión con Buira. “Me cuesta hablar de química y esas cosas. En realidad, nosotros nos encontramos. Y Aún nos seguimos encontrando. Esta idea del Ritual de Carnaval es una especie de berretín, y un mimo que nos damos, porque la idea de tocar juntos siempre nos da placer. Así que eso es una gran excusa para volver a tocar esas canciones que tanto placer nos dan, y compartirlas con la gente que quiera escucharnos”, explica. “A mi entender, la idea de la base rítmica tiene que ver con el pulso, con el andar, con el caminar. Es a partir de la base que después vienen las otras cuestiones,y más en la música de Los Piojos, que tenía que ver con una cuestión rítmica y de baile”.

Más allá de la fascinación compartida por la música del uruguayo Rubén Rada, hubo un acontecimiento clave en la búsqueda sonora que derivó en la identidad musical de Los Piojos: el viaje a Francia, en mayo de 1991, para participar del Festival de Música Antirracista de Países del Tercer Mundo, organizado por el Partido Socialista Francés, que se celebró en los suburbios de París. 

“Nosotros escuchábamos algunas cosas uruguayas y otras cosas que tenían que ver con los inicios del rock, pero recién cuando fuimos Francia, y vimos a Salif Keita y a muchos músicos africanos, pudimos vincular de dónde venía esa música que nosotros escuchábamos y la teníamos naturalizada solamente por escucharla y por tocarla. Hasta Mano Negra fue, para nosotros y en ese momento, un descubrimiento. Porque tomaba un montón de esos elementos y los urbanizaba, hacían una especie de rock mezclado con esas costumbres. Posiblemente, eso a nosotros orientó, nos guió. Y con esa inquietud y con esas ganas de buscar, empezamos a bucear en esos ritmos. Principalmente Dani, que era como el encargado de esa área digamos. Pero la idea rítmica estaba en todos. De alguna manera, también habíamos curtido tango y milonga, además de candombe”.
Ese viaje iniciático fue el inicio de un derrotero que llevó a Los Piojos a recorrer el país, buena parte del continente e, incluso, a tocar del otro lado del océano. “Más allá del descubrimiento musical, la idea de viajar fue hermosa. Nosotros no teníamos ninguna experiencia de girar, no habíamos salido a ningún lugar todavía. Esa fue nuestra primera gira y fue un privilegio que la historia nos dio. Así que siempre digo lo mismo: soy un agradecido de aquellas cosas que sucedieron, en principio para para darnos esos grandes mimos y por sobre todas las cosas para empezar a formar una identidad”.

“Fijate”, con Micky Rodríguez al frente de Los Piojos


A partir de la salida de Verde paisaje del infierno (2000), un momento siempre destacable en los rituales piojosos era cuando Andrés Ciro Martínez le dejaba el micrófono principal a Micky para que cante “Fijate”, una canción que generaba una atmósfera conmovedora entre los espectadores. “Más allá del cagazo enorme, en el momento en que yo asumía la responsabilidad de poner la jeta y la voz ahí, adelante de todos, era un placer. La canción tenía una emoción que que en esa situación me movilizaba un montón, que tenía que ver con la venida de mi primera hija. Aunque creo que hay algo en eso que no tiene que ver estrictamente y directamente con ella, ella fue el motivo de inspiración inicial. Por todo eso, yo soy un enorme agradecido a la historia de Los Piojos. Por esa situación y por todas las situaciones que viví. Por la vigencia, por el cariño que recibo a través de las redes y por los tatuajes que me muestran los pibes y las pibas por las calles, y que me sigue emocionado. Me siento un privilegiado”.