Pocos artistas tienen la sensibilidad de transmitir un mensaje que genere catarsis en el público, aún más pocos son los que lo expresan de una manera en donde la técnica es una herramienta usada a la perfección para hacer del arte una obra maestra, y contados con los dedos de una mano son los que entienden que con su arte pueden darle voz a millones de personas que lo necesitan y que pueden hacer de este mundo algo mejor.
Residente es un artista que ha logrado desde el rap conjugar todos los factores previamente mencionados, llevándolo a ser uno de los mejores raperos en español y uno de los más influyentes e impactantes dentro de la industria de la música urbana, esto lo ha llevado a traspasar fronteras musicales y haber colaborado con estandartes de la música en español como Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat, entre muchos otros.
“René, ven, vamos a estudiar…” así empezó lo que sería una noche en la que las emociones y la energía inundaron a la capital colombiana. Con lágrimas en los ojos interpretando la canción que lleva su nombre y dura más de siete minutos, Residente dio inicio a su show en donde la dualidad de su ser fue demostrada bajo un performance explicado más adelante y un escenario donde se presentaban dos diferentes facetas del artista, la de René y la de Residente.
Después de iniciar su show en la faceta íntima de René cantando la canción homónima, se dirigió a la faceta de Residente, donde interpretó lo que comúnmente le dice tiraderas, canciones en las que de manera creativa entrelaza las palabras para atacar o decir verbalmente “algunas verdades” a otros artistas o también algunas problemáticas, como con la canción lanzada con el productor argentino Bizarrap, en donde hace una crítica no solo a algunos artistas, sino a la industria musical en sí.
“Para, para, para… Ahorita lo que necesito es conectar con mi pasado” dijo el artista antes de interpretar ‘Ron En El Piso’, canción que habla del presente y pasado del artista “Mientras amanece, queriendo hacer las paces con mi hermano, a ver si vuelve Calle 13…” después de unos momentos llenos de nostalgia y emotividad, las famosas canciones de cuando existía la agrupación con su hermano ‘Baile De Los Pobres’ y ‘No Hay Nadie Como Tú’ hicieron que el Movistar Arena saltara de emoción.
En una breve pausa, René pidió al público saltar con todas sus fuerzas con las siguientes canciones en pro de una educación de calidad gratuita y por el hermoso país que es Colombia, y fue sin lugar a dudas uno de los momentos más esperados por los aficionados que siguen al artista desde sus inicios con Calle 13, ‘Atrevete-Te-Te’ y ‘El Aguante’ hicieron literalmente palpitar al corazón de Bogotá, seguidas de los clásicos ‘Muerte En Hawaii’ y ‘La Vuelta Al Mundo’.
En un momento de reflexión, Residente no fue indiferente a todas las guerras que lamentablemente nuestro mundo está soportando, y no solo a las que los medios les dan toda la importancia como el genocidio en Gaza o la guerra de Ucrania, también pidió por las masacres en Mali y Burkina Faso, además de la represión en Myanmar. ‘Guerra’ y ‘This is Not America’ fueron las canciones que acompañaron esta petición en búsqueda de paz.
“Como LAS LETRAS YA NO IMPORTAN…” dijo el artista al presentar a una mecanógrafa que, en vivo en una máquina de escribir, iba transcribiendo todo lo que Residente iba diciendo, como una de las partes fundamentales del performance de esta gira de su último álbum LAS LETRAS YA NO IMPORTAN, además de tener a una pintora que en vivo iba pintando dibujos que acompañaban las visuales del show.
“Algunas frases de esta canción las escribí acá en Colombia, cuando estaba en Maicao y cuando estuve con los koguis, y quiero dedicar esta canción por todas las masacres que han sucedido”, estas palabras acompañadas de banderas de Colombia y Brasil que le pasaron del público y se colocó en el cuello, fueron la introducción a uno de los momentos más emotivos de la noche, con los ojos entrecerrados y una expresión de sentimiento, fuerza y dolor, interpretó ‘Latinoamérica’, una canción que además de demostrar todo su amor por su tierra, es un llamado a la unión que muchas veces se nos olvida debemos tener como raza, así como un recordatorio a un planeta que en muchas ocasiones nos mira con desprecio “La espina dorsal del planeta es mi cordillera. Soy lo que me enseñó mi padre, el que no quiere a su patria no quiere a su madre. Soy América Latina, un pueblo sin piernas, pero que camina”.
‘Ojos Color Sol’, ‘Desencuentro’ y ‘Que Fluya’, precedieron lo que fue la explicación de la dualidad del artista, que durante todo su show estuvo realizando un performance que iba entre dos personajes. René, que era esa versión de luz, conciencia e introspección; y Residente, un lado oscuro de menos conciencia y más diversión. “Algunas veces quiero estar… pero algunas otras no quiero estar…” dijo René.
‘Fiesta De Locos’ y ‘Vamo’ A Portarnos Mal’ hicieron saltar a todo el público lleno de energía, que esperaba estas canciones con ansias del repertorio del rapero cuando existía Calle 13, seguidas de la canción, de su más reciente álbum, ‘Problema Cabrón’ y ‘El Futuro Es Nuestro’.
Después de canciones y momentos que hicieron saltar y dejar sin voz a la gran mayoría del público, la canción ‘313’ fue el cierre perfecto de un show que además de presentarnos la dualidad de un artista íntegro, dejó un mensaje de unión, amor y solidaridad con nuestra raza y nuestro planeta, dejando en claro que LAS LETRAS SÍ IMPORTAN, y que la música es un medio que además de transmitir emociones y generar catarsis en la humanidad, es una herramienta que une y que le da voz a una gran parte de la humanidad que normalmente no es escuchada.
