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¿Qué te pasa, Óscar? Versión 2023

En un momento en que las películas de superhéroes son atacadas como productos sin mérito artístico y la cultura del reciclaje está a la orden del día, conoce este análisis sobre los nominados a los Óscar

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

enero 25, 2023

Matt Sayles/A.M.P.A.S./Shutterstock

El año pasado se estrenó una película de superhéroes de Marvel, de esas que muchos consideran como algo que no puede pensarse como verdadero cine. La cinta en cuestón era Dr. Strange en el multiverso de la locura y continuaba explorando la idea de los multiversos, que tanto la física como los cómics de superhéroes han venido trabajando desde la primera mitad del siglo XX. De hecho, Spider-man No Way Home, uno de os primeros grandes éxitos cinematográficos de la pospandemia, ya había abordado un año antes a los multiversos con mucho ingenio.

Meses más tarde, llegaría a las salas de cine Todo en todas partes al mismo tiempo, una película de artes marciales protagonizada por la leyenda del género Michelle Yeoh, y dirigida por los Daniels (Daniel Qwan y Daniel Scheinert), dos hijos del videoclip, cuyos antecedentes los encontramos en un divertido video musical de DJ Snake y en una película sobre pedos protagonizada por el actor de Harry Potter. La cinta de título enredado y estructura típica de producto familiar de Disney, no pertenece al universo Marvel o al de DC, pero es mucho más efímera, gaseosa y ligera que cualquier otra película de superhéroes reciente (y eso incluye a las mucho más interesantes Thor: Amor y trueno y la Liga de supermascotas). Sin embargo, Todo en todas partes al mismo tiempo se ha convertido en todo un fenómeno, al obtener el favor incondicional del público, y lo que es más sorprendente aún, en ser elogiada de manera casi unánime por la crítica, obteniendo así la cifra récord de once nominaciones a los premios Óscar. Esta es una clara evidencia de que no solo el público se ha vuelto superficial e infantil, sino también los supuestos cinéfilos expertos.

El invierno ha llegado. Los miembros de la Academia otorgaron el año pasado el premio a la Mejor Película a CODA, una cinta bonita pero intrascendental, que además era el remake de una película francesa tan bonita e intrascendental como su versión estadounidense. Otorgar un premio Óscar a un refrito constituye algo imperdonable. Eso nos lleva a la nueva versión de Sin novedad en el frente, nominada a nueve premios Óscar que, aunque llega a ser una nueva versión excelente, tiene el problema de su antecedente: Una magistral versión original, que de hecho ganó merecidamente el Óscar a la Mejor Película en 1930. La originalidad debe ser parte inherente a la hora de dar un premio tan prestigioso como el de Mejor película. La nueva versión de Sin novedad en el frente es estupenda, de eso no cabe duda. Pero otorgarle tantas nominaciones, cuando en el 2022 se estrenaron cintas mucho más originales y arriesgadas que Sin novedad, es una clara evidencia del desdén que tanto el público como los cinéfilos expertos poseen ante el pasado del cine, así como de la excesiva cultura del reciclaje que lleva contaminando al séptimo arte por muchos años.

¿Avatar: El camino del agua y Top Gun: Maverick nominados a Mejor Película? ¡Por lo menos la secuela de Top Gun fue entretenida! Si la idea consistía en considerar el escapismo y el entretenimiento a la hora de repartir los Óscares, había que tomar en cuenta a Wakanda Forever, una emocionante cinta de superhéroes que se atrevió a hablar sobre el espíritu colonialista de los países del primer mundo y no a enaltecer el espíritu belicista estadounidense, como lo hicieron las dos partes de la exitosa Top Gun. Otras cintas ignoradas son la contundente The Northman (muy testosterónica y violenta para el gusto de los miembros) y la hermosa Turning Red, un conmovedor relato sobre la preadolescencia femenina, mucho más profundo y complejo que la secuela de Avatar, una cinta de presupuesto escandaloso sobre pitufos acuáticos que carece de alma. Y volviendo al fenómeno de Todo en todas partes, Chip & Dale: Rescue Rangers es un trabajo sobre los multiversos y el metacine mucho más audaz, arriesgado y posmoderno, que la cinta pedorra de Kung Fu de los Daniels, la cual es un “Marvel para hípsters”.

Los expertos, más que quejarse sobre la “muerte del cine”, deberían respaldar a las películas que la exploran. Es imperdonable que la grandilocuente Babylon y la magnífica Competencia oficial (la mejor cinta del año con cero nominaciones), hayan sido ignoradas en la categoría de Mejor Película, para ser reemplazadas por los elegantes paquetes vacíos que son Top Gun: Maverick y Avatar: La forma del agua las cuales, vale la pena decir, también son producto del reciclaje.

¿Dónde están Moonage Daydream, Stutz y Free Chol Soo Lee? Estos tres poderosos documentales lograron ampliar los límites del género, obtener el favor del público y como compensación fueron completamente ignorados por los distinguidos miembros de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood. Ni hablar de la adversión que los miembros de la Academia han adquirido hacia el terror y la comedia. ¿Dónde están las comedias Bros., Competencia oficial y White Noise? En el mismo lugar que las cintas de terror Pearl, The Black Phone y Nope. En el costal de los ignorados. Los miembros de la Academia tampoco se han decidido en los dudosos criterios para incluir películas presentadas en cine o presentadas en streaming.  Las cintas Sin novedad en el frente, Blonde, Pinocho y Turning Red, se encuentran entre las nominadas pero se dejó de lado a la maravillosa Weird: The Al Yankovic Story “por ser un producto televisivo” ¿No debería acaso primar la calidad por sobre todas las cosas? ¡Ah! ¡Es cierto! ¡El biopic de “Weird Al” Yankovic es una comedia!

No todo es malo en cuanto a los Óscares. Los miembros de la Academia por fin entendieron que el stop-motion es animación al nominar a la hermosa Pinocho de Guillermo del Toro. Ojalá llegaran a entender que la rotoscopia también es animación.  Apollo 10 ½ de Richard Linklater, es una cinta animada hecha en rotoscopia mucho más original e interesante que la bonita secuela de El gato con botas, pero la Academia la rechazó por el “uso extenso de tomas en vivo”. Deberían revisar cómo se hicieron Blanca Nieves y Rango. Cabe imaginar que el gato usó el poder de su mirada para ganarse el corazón de los miembros, desplazando al pobre niño astronauta que como David Bowie y Buzz Lightyear, quedaron flotando en el espacio del olvido. Ojalá que el corto animado Mi año de vergas se lleve la estatuilla. Su título representa todo lo que va a ser la entrega de premios de este año.

Si hubiera justicia en este mundo y viviéramos en el multiverso correcto, The Banshees of Inisherin o Tar se llevarían la mayoría de las estatuillas. Estas dos obras maestras son mucho más adultas y poéticas que la cinta infantil de los Daniels y Yeoh. Pero todo parece indicar que el público y la crítica tiene una edad mental de trece años a lo sumo. Estas nominaciones obligan revisar de nuevo a los pasados ganadores al Óscar.  Probablemente estamos viviendo en un multiverso en donde Jackie Chan obtuvo el Óscar por Rush Hour 3 y Michael Bay por Transformers 5.