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P&R: Alex Turner

El frontman de Arctic Monkeys habla sobre grandes guitarras rockeras, su evolución como banda y la preparación para su nuevo álbum, The Car

Por  BRIAN HIATT

noviembre 18, 2022

Fotografía por Skyler Barberio

Desde el momento en que el mundo escuchó la frenética majestuosidad del clásico debut de Arctic Monkeys, Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not, fue obvio que el cuarteto británico estaba destinado a la grandeza rockera. Pero las mejores bandas siempre se han reservado el derecho de tomar giros inesperados para los fans -a la par que ganan nuevos-, y Arctic Monkeys no es la excepción.

Su hito comercial y creativo, AM, fue uno de los últimos álbumes de una banda de rock con verdadero impacto. Luego vino un silencio de cinco años. En 2018, llegó el magnífico, pero desafiante, Tranquility Base Hotel & Casino. Y en su exuberante nuevo álbum, The Car, siguen prefiriendo los paisajes sonoros de alta fidelidad (antes que volarte la cara con acordes fuertes) y algo que evoca a Steely Dan, aunque esta vez incluyeron un poco más de rock. “No creo que sonemos como una banda diferente, pero imagino que alguien podría pensarlo”, dice Alex Turner. “Lo que nos hace sonar como los mismos es que no traicionamos nuestro instinto de desafiar la idea de lo que podemos ser como banda”.

¿Te sentiste agotado, de alguna manera, de hacer rock fuerte después de AM?

[Voz de DJ] “Estás escuchando ‘Agotado en… Rock Fuerte’” [Risas]. Definitivamente es un disco de rock ese AM, ¿no? Pero, para nosotros, siempre hubo otra cosa que lo llevaba más allá. No sé si fue el descanso después o qué, pero ahora no parece tan obvio volver a eso. Ni siquiera recuerdo sentirme cansado del rock. Pero cualquier cosa que intentábamos para dirigirnos en esa dirección… los otros caminos que resultábamos descubriendo parecían tener más sentido. No sé cómo explicarlo.

Una vez dijiste que, en cierto modo, una progresión directa de AM no era posible, que hiciste lo todo que podías hacer.

Exactamente, sí. Creo que fue importante alejarse. Trabajé en otras cosas, que probablemente me llevaron a lo que terminamos haciendo en Tranquility. Y siendo honesto, hubo ocasiones donde me daban ganas de ponerme la chamarra de cuero y descubrir qué canción al estilo de AM podía salir. Pero sentía que estaba haciendo una especie parodia o algo similar al jugar con esas ideas. No digo que nunca volvamos a hacer nada parecido a Sabbath. No descarto la posibilidad porque siento que, incluso en este disco, hay grandes momentos rockeros.

Te salen con facilidad esos sonidos, ¿no?

En algunas de estas canciones la banda se desvanece y [esos sonidos] entran. En la tercera canción, ‘Sculptures of Anything Goes’, todo se basa en un sintetizador moog, una caja de ritmos y la voz. Pero hay algunos compases en los que la banda de rock se aviva y luego vuelve a pasar a un segundo plano.

Esa es una de las diferencias clave entre este álbum y el último.

Vas a escuchar varias guitarras distorsionadas, y se lo atribuyo a la sesión que tuvimos con la banda en conjunto. En ‘Body Paint’, me sorprendió lo distorsionado y rockero que quedó el final de esa [canción] en la guitarra. Cuando comencé a tocarla otra vez con los chicos, pensé: “Sí, quiero profundizar un poco en esto y tocar una guitarra rockera”.

Cuando usas la banda como un solo elemento en el sonido, ¿qué tipo de discordia existe, si es que alguna?

¿Con el resto de los chicos? Ese tipo de ideas, entre más tiempo pasa, más se han asentado. Creo que, durante un tiempo, cuando nos cerrábamos las chaquetas hasta el cuello y las guitarras eran muy fuertes, tocábamos todo al tiempo y así eran las cosas. Pero creo que comenzamos a darnos cuenta de que usar ese espacio podía ser beneficioso, y si eres el único que no está tocando, sigues siendoel que no está tocando, ¿me entiendes?

El riff de ‘Do I Wanna Know’ está en todas partes, hay niños aprendiéndolo en TikTok. Es la nueva ‘Wonderwall’ o ‘Seven Nation Army’. ¿Qué piensas de eso?

Vaya, no lo sé. Esa guitarra, la guitarra Vox naranja de 12 cuerdas que compramos al final de la sesión de Suck It and See [en 2011]… el riff de ‘Do I Wanna Know’ vino con ella, estaba incorporado en la guitarra.

Increíblemente, tu banda ha estado activa por 20 años. ¿Quieren ser como los Stones y mantenerse juntos prácticamente para toda la vida?

Por el momento solo intento llegar al próximo concierto en el Kings Theatre. No es algo que vaya a planear esta noche. El show se está fortaleciendo, parece que se está convirtiendo en algo más, y la inclusión de este nuevo material lo facilitará. Es difícil no estar emocionado, pero hay que dar un paso a la vez. Vamos a ver adónde nos lleva este carro.

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