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Porter: el pasado, presente y futuro de una historia sin fin

Con 18 años sobre los escenarios, la agrupación mexicana detalla la forma en la que plasmó su historia en su nuevo material discográfico, el camino que determinó su esencia musical y el futuro

Por  KARLA LEÓN

marzo 15, 2022

Chucho Contreras

Hace 18 años, Porter comenzó a contar historias, a través de la música. En ese entonces, tras darle un nuevo respiro a su sonido e identidad, la banda mexicana nunca imaginó el impacto que la música tendría en sus vidas, ni mucho menos, el camino que recorrerían para plasmar su esencia en La Historia Sin Fin, su quinto material discográfico, al que definen como el “álbum de las posibilidades” y de una nueva etapa en su proyecto musical. 

“Me acabo de dar cuenta que cumplimos la edad en la que uno se convierte en adulto, como de maduración, en teoría”, dice Víctor Valverde junto a Diego Bacter, David Velasco y Fernando de la Huerta, en entrevista con ROLLING STONE.

Entre sus memorias guardan las oportunidades y los sueños cumplidos, como la primera vez que sonaron en la radio de la Ciudad de México, la energía del público en cada uno de sus conciertos, los escenarios o las etapas marcadas por cada álbum. “Me acuerdo de todo lo que hemos vivido y quiero más; vivir más, experimentar más, viajar más, conocer más músicos, conocer más escenarios, más fans, quiero hacer más música, quiero más”, narra Villor. 

En 2014, después de una pausa significativa, Porter le dio vida a Moctezuma, un álbum que catapultó su sonido y sus letras, y que desafió la estética del rock con una fusión de ritmos y elementos folclóricos. A partir de este momento, los cuatro reconocieron un proyecto que crecía a pasos agigantados y con el que, cinco años más tarde, impulsaron el lanzamiento de Las Batallas. “Somos la suma de todo y todo sucede porque tiene que ser así”, describe David.

“Hemos vivido muchos momentos decisivos. De repente, desde Moctezuma, platicábamos como es que Porter era un ente extraño. Un día, llegamos a un concierto y tocamos horrible, pero a pesar de eso, la gente estaba bien feliz. De inmediato pensamos: ‘No fue la ejecución, no fuimos nosotros, había algo ahí que los tenía sorprendidos’. En ese momento, supimos que esto era más grande que nosotros, aunque luego se olvida un rato. Ahora llega La Historia Sin Fin, ¿por qué? Porque queremos decretar que esto no se acaba, que este es otro momento decisivo”, añade. 

Hace dos años, en pleno inicio de la crisis sanitaria a nivel mundial, Porter pisó por última vez el escenario del Vive Latino. Ahí, frente a la multitud, prometieron volver con un concierto en el Auditorio Nacional. Ante la pausa indefinida, Víctor, David, Diego y Fernando comenzaron a repasar su historia y a construir un álbum al que le imprimieron los momentos sonoros más importantes de su trayectoria y con el que inmortalizaron su esencia musical. 

“Lo que me parece impresionante de este disco es que le metimos el doble de horas, más que a cualquier otro”, detalla Villor. “Fueron horas y horas de crear canciones, darles la vuelta y replantearlas. Con el “Ork” trabajamos mucho así, la verdad le damos hasta que sea el deadline, incluso una semana después. Este álbum tuvo muchísimo trabajo creativo y sonoro; en las canciones se siente esa riqueza. Tienen mil colores, sabores y situaciones sucediendo al mismo tiempo, así que, naturalmente, fuimos escogiendo diferentes facetas. 

Fue como decir: ‘Somos esto, pero también esto y aquello’. Así sucedieron estas 10 canciones que apuntan, cada una, a una dirección distinta, pero que en conjunto, forman parte de una paleta de colores. La Historia Sin Fin es eso: revisitar la historia sonora de la banda para, de alguna manera, señalar que esto es el punto de partida para ir hacia una nueva dirección. En este álbum consolidamos el sonido de Porter”. 

Un álbum de himnos eternos

En mayo de 2021, la agrupación reveló la carta de presentación de La Historia Sin Fin con ‘Sonámbulo’, un tema sobre amor pandémico, que se desenvuelve en una metáfora sobre la realidad, vista desde un punto distópico. “Cada canción tiene una ilusión diferente, por ejemplo, tengo un cariño muy especial por ‘Sonámbulo’, porque fue el primer tema que le mostramos al público. Forma parte de los sencillos que se arriesgan, así que nunca sabes cómo los van a recibir; estás en medio de una pandemia, sales con un video dirigido por un director nuevo y son muchos factores”, explica Fernando, mientras revela lo que hay detrás de ‘TX8’, una de las canciones más “antiguas” de este álbum. 

“En realidad, tenemos cierto apego con cada canción. Son temas tan diferentes, que generan un ambiente en particular, y es como si se tratara de una red que forma ciertas conexiones; sin una, el disco no tendría sentido. ‘TX8’ es una canción que compusimos hace tres o cuatro años, para un comercial que nunca salió. Fue una propuesta que transformamos y ahora es el último track de La Historia Sin Fin. La idea se gestionó mucho, no funcionó, la trabajamos nuevamente y llegó ese momento en el que pudimos traerla a la actualidad, con otras ideologías y, para mí, esta canción tiene un cariño muy especial por su complejidad y ejecución. En su momento, no supe qué aportar, así que no la veía dentro, pero el trabajo que le dimos la hizo especial”. 

Después de ‘Sonámbulo’, Porter estrenó ‘Sol@’, ‘Ranchito’ y ‘Mamita Santa’. “A todas las canciones se les invierte mucha energía, tiempo y pasan por muchos procesos, filtros y cambios. Todos somos muy críticos y les encontramos nuevas cosas y detalles. Al final, siento que cuando las sacas quedas inconforme. Piensas que les faltó trabajo, pero tienes que aprender a renunciar a este proceso y dejarlas ir porque, de ahora en adelante, son del público. De pronto, te conviertes en un escucha y las empiezas a disfrutar desde esa perspectiva. Existe cierto romanticismo porque conoces su origen, la forma en la que se crearon y el sudor que te costaron, pero, finalmente, celebras el resultado y eso está súper chido”, expone Bacter. 

En ‘Cachito de Galaxia’, canción que abre el viaje de La Historia Sin Fin, Porter sumó la poderosa voz de la mítica Ana Torroja, figura a la que admiran desde hace muchos años y que hoy simboliza la primera colaboración de la banda en toda su historia. “Es un sueño hecho realidad”, afirma David. “Es una muestra de que se puede cumplir lo que manifestamos. Definitivamente, antes de que la canción tuviera letra o melodía, jamás me pasó por la mente poder unir mi voz con la de ella. 

En cuanto se presentó el nombre, porque además esta canción busca honrar los sonidos y a las bandas de la década de los años ochenta, entre ellas Mecano, supimos que su voz sería la ideal, así que empezamos a trabajar. Ana nos dice que sí y aquí entendimos que le podíamos tirar altísimo. Escuchar la rola con su voz, verla maquillarse durante seis horas para el video, notar su entrega total por el trabajo y ver la disposición que tiene para sumar a un proyecto que no es de ella, te nutre y te permite sentirte capaz de muchas cosas y de llegar más lejos”, explica. 

La nueva era de Porter

Cada álbum representa un nuevo capítulo en la historia de Porter. “Donde los ponys pastan de morritos; Atemahawke de pubertos; Moctezuma la rebeldía; y estaría padre sacarle un INE a Porter por estos 18 años, ya es mayor de edad”, bromea Fernando. A pesar de los logros, la agrupación no se detiene para mirar al pasado, por el contrario, con La Historia Sin Fin, buscan contar una nueva historia, a través del presente. “Si la banda ya no existiera, tendríamos cierta nostalgia, pero justo ahora están sucediendo tantas cosas que estamos encapsulados”, señala Bacter. 

“Suceden giras, nuevas puestas en escena y proyectos audiovisuales. Nosotros, cada cierto tiempo, también cambiamos de ideas, no somos tan constantes, sino que construimos un camino que evoluciona, así que este disco es un parteaguas emocionante porque no sabes, a ciencia cierta, lo que sigue. Te abre una puerta, un tanto peligrosa, con la que te cuestionas: ‘Ya nos atrevimos a hacer esto, ¿ahora qué sigue?’ Y está padre porque nos da la apertura para hacer las cosas diferentes, para movernos, y está pasando en cada disco, cada uno tiene esa idea”, agrega Fernando. 

“En Moctezuma, hasta nos vestimos de una manera, con Las Batallas también cambiamos. De cierta forma, tienes que generar una congruencia con el disco, así que vas, te pones la ropa y adoptas su discurso. A lo mejor, la gente “normal” no se anima a hacer esto, a veces nos casamos mucho con lo que creemos que somos y, en realidad, podemos ser lo que queramos. Así como al artista le es más permitido explorar esta parte, yo creo que también se vale si un día te quieres vestir X o Y, o pintarte el cabello”, menciona David.

CHUCHO CONTRERAS

Un día como hoy, pero de 2020, el vocalista de Porter regresó al escenario del Vive Latino para gritar: “¡Nos vemos en el Auditorio Nacional!”. Dos años después, con La Historia Sin Fin, Porter cumplirá el cometido de pisar – por segunda ocasión en su trayectoria –, este escenario el próximo 27 de mayo. En 2004, la agrupación participó en el concurso O-Music México-Colombia con ‘No te encuentro’, un tema inspirado en Radiohead, que les permitió llevarse el primer lugar. Ahora, con los recuerdos de su primera presentación en este recinto, Porter marca este momento como uno de los acontecimientos más importantes de su historia. 

“Me estaba acordando muchísimo de este momento en el Auditorio Nacional y, de verdad, ver lo verdes que éramos, en todos los sentidos, y la inocencia pura que teníamos al ejecutar en vivo, es inigualable. Recuerdo que el show fue un desastre, se nos cayó la secuencia, a mí se me desconectó la guitarra, fue una locura y salimos un poco desilusionados, pero jamás imaginamos que, de las ocho bandas que concursamos, la que hasta el día de hoy sigue construyendo su carrera, si mal no recuerdo, somos nosotros”, reflexiona Víctor. “Sí, nadie ha vuelto”, suma Bacter. 

“Los más necios hemos sido nosotros. Es chistoso porque, de alguna manera, se cierra un ciclo que nos indica que el tiempo sí pasa y que los sueños sí se cumplen. Pensar que algún día soñamos e imaginamos con tocar en el Auditorio Nacional y que ahora se haga realidad, es darnos cuenta de que es posible. Para mí, este es el álbum de las posibilidades. ¿Ana Torroja? Es posible. ¿Auditorio Nacional? Es posible. Entonces, ¿qué más es posible? Estamos empezando a ampliar nuestras mentes para ir por más cosas o, por lo menos, por todo lo que deseamos y ese es el punto de partida”, especifica Villor.

Lado B

“Gran parte de nuestra esencia es el público”, plantea Bacter, mientras conversamos sobre todo aquello que los hace ser. “Desde que estábamos en Guadalajara y nos dijeron: ‘Oigan, los están pidiendo en la radio de la Ciudad de México y suenan en los primeros lugares de las listas”, nosotros pensamos: ‘Ni sabemos tocar’ – ríe –; así que el público nos mantiene vivos. Han pasado tantas cosas con esta banda y hemos vivido tantas etapas que, al final, lo que nos sostiene es la aceptación de las personas. Nuestra esencia también es la pasión; esto inició como un juego, pero cuando nos dimos cuenta del impacto que teníamos, lo tomamos en serio; eso también nos mantiene. Otra parte es que nadie ha dejado de ser quien es, todos somos bien mulas y bien tercos”. 

“Somos babosos y nos equivocamos”, añade Fernando. “Bien mensos, bien miedosos y bien todo. Eso es parte de nosotros, no negar nuestra personalidad, nuestra esencia, que tenemos miedos, que somos inseguros, que hacemos cosas chidas, entonces, esa misma autoexploración de quiénes somos, lo imprimimos en los discos y, como es tan real y no estamos posando, las personas toman ese mensaje final y saben que somos como ellos”, sostiene Diego. “La música de Porter es autobiográfica, de repente, siento que habla tanto de nuestras vidas y de lo que nos sucede que, a veces, sin darnos cuenta, estamos contando nuestras propias historias”, confiesa Víctor. 

Por ahora, Porter se revela ante nuevas experiencias musicales, escenarios, álbumes y, por supuesto, las historias que les faltan por vivir. “A mí se me antoja hacer algo diferente, yo quiero una experiencia, es decir, hacer conciertos donde no los había antes e interactuar con el público de una manera distinta. Obviamente, no como una banda individual, sino como parte de un colectivo de músicos y artistas, para generar shows con diferentes géneros musicales. Estamos en un momento ideal para evolucionar los conciertos en México”, indica Fernando. 

CHUCHO CONTRERAS

Sobre la mesa, ante una charla llena de risas, recuerdos y reflexiones, los integrantes de Porter toman un pequeño momento para reflexionar sobre el futuro y, mientras las bebidas se evaporan con lentitud, David medita: “Si terminamos de construirnos el día en que morimos, entonces no hay forma de ponernos límites. No podemos estancarnos”. El resto asiente. Para la agrupación, su apertura por vivir toda clase de experiencias en la música les ha permitido forjar un camino sólido y honesto. A pesar de los constantes cambios en la industria y los altibajos, su espíritu se concentra, tal y como lo indica Villor, en seguir haciendo “rock & roll”. 

“Porter es como una realidad alterna”, sostiene Bacter. “Cuando regresamos a Guadalajara, somos las personas más equis del planeta, vivimos nuestra vida normal y es muy chistoso porque venimos a la Ciudad de México y nos convertimos en el centro de atención, pero volvemos, y somos los mismos. Cada uno tiene su vida alterna y, al mismo tiempo, este proyecto es parte, muy cabrón, de la vida de todos. Es como un reality show.” “Se me hace que vamos a armar una serie o documental sobre la banda”, suelta Villor, mientras Fernando responde: “Lo malo es que la cancelarían, desde el piloto”. 

Ante un escenario interminable de posibilidades musicales e historias, Porter continúa formando su camino como una de las bandas más importantes de la escena nacional; para ellos, lo más certero es que su legado, sin lugar a duda, no tiene fin. “Esto es una familia, una plataforma para cumplir sueños y una herramienta que te fuerza a crecer. De repente, vivimos muchos retos, más ahora que los raperos sacan una canción cada cinco minutos, pero Porter es y será, el viaje más grande que hemos tenido”, concluye David.