A casi una semana del trágico fallecimiento de Liam Payne el miércoles pasado, un grupo de admiradores ha lanzado una petición en Change.org para exigir la creación de una nueva ley que salvaguarde el bienestar mental de los artistas en la industria.
Con cerca de 50,000 firmas, la petición afirma que la industria del entretenimiento debe ser “responsabilizada por el bienestar de sus artistas”. Por ello, se solicita a los legisladores que establezcan una normativa para garantizar la salud mental de los artistas dentro de la industria de la música. Se establece que dicha ley debería requerir chequeos regulares de salud mental, periodos de descanso adecuados, así como la presencia de profesionales de la salud mental en los sets, además de apoyo continuo a lo largo de sus carreras.
También incluiría intervenciones tempranas para proteger y minimizar los riesgos antes de que sea demasiado tarde. Las medidas buscan garantizar “un entorno de trabajo más saludable, seguro y propicio para que los artistas desarrollen su talento, reduciendo el estrés psicológico”.
En los años posteriores a su salida de One Direction, Liam Payne había sido transparente acerca de la lucha con la salud mental que conlleva una carrera en el ojo público. “En algunas circunstancias, tengo bastante suerte de estar aquí todavía, lo cual es algo que nunca he compartido realmente con nadie”, dijo en una entrevista con Sky en 2019, “hay momentos en los que ese nivel de soledad y la gente que se mete contigo todos los días… De vez en cuando, te preguntas: ‘¿Cuándo terminará esto?’ Eso casi me ha matado un par de veces”.
Ese mismo año, expresó a Men’s Health que “han habido muchas personas con problemas de salud mental que realmente no están recibiendo la ayuda que necesitan, y creo que eso es un poco un problema en nuestra industria”. También confesó que frecuentemente se veía recurriendo al alcohol para lidiar con sus sentimientos. El verano pasado, Payne anunció que celebraba seis meses de sobriedad, contando a sus fans en un video que había pasado casi 100 días en un centro de rehabilitación en Louisiana.
Tras el fallecimiento de Payne, muchos artistas alzaron la voz sobre la salud mental en la industria musical. El compositor Guy Chambers, por ejemplo, recientemente insistió en que los menores no deberían formar parte de boybands, mientras que Robbie Williams dijo que las “pruebas y tribulaciones” de Payne eran muy similares a las suyas, haciendo referencia a su historia de autolesiones y depresión como exmiembro de una boyband.
De manera similar, Sharon Osbourne acusó a la industria musical de “defraudar” a Payne, mientras que Bruce Springsteen añadió que la industria musical ejerce “enormes presiones sobre los jóvenes”.
