Odd Mami expande el universo de la Rip Gang

Con influencias que van de Aphex Twin a My Bloody Valentine y de Miranda! a Tyler, the Creator, la cantante y bajista argentina sigue creciendo

Por  AYELÉN CISNEROS

marzo 8, 2024

FOTO: FERNANDO GUTIÉRREZ

A los cinco años, Helena Massuco, ODD Mami para la vida artística, tenía una forma curiosa de paliar el sofoco del verano: se encerraba sola en el Renault Clío de sus papás, prendía el aire acondicionado y ponía “Pictures of Home”, de Deep Purple. Este ritual infantil llegaba a su clímax con el solo de bajo de Roger Glover, su parte favorita. Como no podía rebobinar al momento preciso de la canción, le daba al repeat sin parar. Aquel air bass al son de Deep Purple despertó su interés por la música. “No sabía qué era un bajo, pero decía ‘ese solo de algo es increíble y lo tengo que tocar’”, cuenta Odd Mami una tarde de verano en su departamento en Núñez. “Me encantan los solos de bajo. ‘Here Comes Your Man’ de los Pixies empieza con el bajo, la primera vez que lo escuché dije:  ‘Claro, esto es lo mejor que me pasó en la vida’”, dice. 

Algunas obsesiones –propias y ajenas– son clave para entender el devenir de esta joven artista conceptual, ilustradora y periodista que forma parte de la Rip Gang (colectivo musical que une a Dillom, Saramalacara, Broke Carrey, Ill Quentin, K4 y muerejoven), tiene dos discos (Mosaicos, de 2022, y el EP Ultra, de 2023), agotó un Niceto en noviembre pasado y ya prepara un nuevo álbum. 

La música que escuchaba constantemente su papá la marcó en sus primeros años. Vivían en Retiro; él se levantaba temprano y cuando sus hijas (Odd Mami y su hermana) se despertaban, las llevaba a plaza San Martín, desayunaban helado de Munchi’s y luego iban a recorrer disquerías de Florida. Así tuvo sus primeros discos: Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not de Arctic Monkeys y Parachutes de Coldplay. 

A los 11 comenzó a tomar clases de batería. Entrada la adolescencia aprendió a tocar el bajo en una escuela que enseñaba diferentes instrumentos, y nunca más lo abandonó. “Para la muestra de la escuela te agrupaban aleatoriamente. Mi banda incluía un nene de 10 años en la batería; una chabona de 25 en la guitarra; yo, con 16, en el bajo y un señor de casi 40 que gritaba. Nos tocó hacer temas de AC/DC y uno de Lenny Kravitz y el señor cantaba ‘American Woman’” [NDR: lo imita alargando las vocales y exagerando el estribillo y se ríe].

Practicaba con bajos prestados hasta que pudo comprarse el suyo: “A los 18 me lo compré y este año lo cambié por el Fender Mustang, el mejor bajo de la vida. Tenía un SX, que es reprincipiante, pero noble. Mucha gente que conozco toca con SX y lo hace sonar muy lindo, pero el Mustang es mi bajo soñado, siempre que pienso en un bajo hermoso pienso en él porque es de escala corta, es un bajo chiquito. Es hermoso”. 

FOTO: FERNANDO GUTIÉRREZ

Si bien ya escribía frases y conceptos, se animó a componer canciones cuando tuvo la compañía necesaria, es decir, un contexto ya construido para poder insertarse y que la estimulara. “A mí me sirve mucho jamear, cuando estás tocando con tus amigos y ahí te cae la ficha”, explica. 

Su llegada a los escenarios también siguió esa lógica colectiva. Era fotógrafa de la TBB (Talented Broke Boys), una especie de germen de la Rip Gang, conformada por Dillom, Ill Quentin y Broke Carrey. Alrededor de 2019, tocaban en lugares chicos, “antros”, según ella, en los que aprovechaba para cantar algún tema antes de volver a su tarea de sacar fotos.

Los primeros temas de Odd Mami muestran la influencia del trap y los géneros urbanos en una hibridación a nivel sonoro, aunque el rock siempre estuvo ahí… espiritualmente hablando. “Ya te perdoné, no te quiero pensar más/ Busco mi caché, voy escuchando The Clash”, dice la letra de su primera canción, “Break”, junto a Broke Carrey, su compañero de composición de la etapa iniciática. El animé, otro fanatismo y también componente clave de las composiciones iniciales, aparece en “Kaneda” y “Sakura”. “Estaba muy afectada por el freestyle en esa época”, asegura. Los shows propios llegaron recién por 2021, plena pospandemia, con dos llenos en La Tangente.

Mosaicos, su primer disco, es una exploración pop, y Ultra se pone más oscuro a nivel sonoro, aunque tiene una voz más limpia, menos traspasada por la influencia de los géneros urbanos. “Mosaicos es bedroom pop, por momentos se pone oscuro y por momentos es rock indie. Ultra se quedó en el rock indie y en lo alternativo, en el grunge, tiene mucha influencia del shoegaze y de un montón de cosas que me gustan mucho, pero con la voz más clara como en el pop. Hago unas distorsiones con la guitarra, que todo suene como refrito, pero la voz está clarísima, frontal y las melodías son repop. En el nuevo disco quiero expandir un poco más esto que siento que a la gente le gustó mucho. Mezclarlo con momentos más ambient y momentos más etéreos, con un concepto más grande, no tan íntimo”. 

Aphex Twin, My Bloody Valentine, Miranda! y Beabadoobee la influencian a nivel sonoro, pero hay un músico que la inspira a nivel visual: Tyler, the Creator. “No es que haga cosas parecidas, el chabón es todo para mí porque sabe bajar conceptos muy bien, sabe lo que quiere y sabe ejecutar perfecto”. 

Aborda las grabaciones con una disciplina que sorprende para una artista joven. Su trabajo en el camp para Ultra fue muy preciso y de una semana sin parar. “Le tengo mucha estima a mi tiempo y a mi laburo. No soy alguien que trate de imponer su presencia. No me gusta rasquetear, me quedo en el molde haciendo mis cosas y cuando alguien valore lo que hago, buenísimo, me lo dirá”. 

Muchas artistas de tu generación se muestran muy sexualizadas, intervenidas a nivel estético, y vos no mostrás esa imagen, ¿por qué?

Me encanta que sean así, pero el mensaje que tengo ganas de dar, cómo me muestro en internet, mis cosas, mis laburos es que yo podría ser vos y vos podrías ser yo. No someterte a cosas que no quieras. En Niceto toqué sin maquillaje: con rímel, me peiné las cejas y salí. No lo conté, pero me puse un binder, que te achata las tetas, porque dije: “Qué me importa tener tetas, si agoté un Niceto”.