Las presiones que le impone la industria musical actual a los y las artistas para mantenerse activos haciendo lanzamientos constantes, ya sea de sencillos o algún disco, ha ocasionado que tardar más de dos años en publicar nuevo material parezca una eternidad. Para Carlos Sadness, esto no necesariamente es así, por lo que se tomó con calma la creación del sucesor de Tropical Jesus.
Ya se han cumplido cuatro años desde la publicación de aquel álbum y pese a que en medio compartió su EP Perreo bonito, donde incluyó su cover de ‘Ojitos lindos’ de Bad Bunny y Bomba Estéreo, no fue sino hasta abril que presentó su nuevo trabajo de larga duración, Realismo Mágico.
“Tampoco creo que sea una super tardanza”, opina respecto al tiempo que dejó pasar entre LP y LP. “Pero lo cierto es que tampoco sentía la necesidad de que la industria me dijera, ‘Oye, tienes que sacar otro disco’, porque había repertorio. Había canciones que todavía estaban funcionando muy bien del disco anterior”. El músico catalán le explica a ROLLING STONE en Español que al no sentir prisa, pudo trabajar de una forma más relajada, una ventaja que agradece haber tenido en estos momentos de su vida.
En realidad, Sadness comenzó a trabajar en Realismo Mágico cuando la pandemia estaba llegando a su fin, pero “la vida giró” y “dio bastantes curvas”, ocasionando que su proceso creativo haya sido largo pero a la vez emocionante. Incluso, llegó un punto en el que se planteó esperar un año más y sintió “vértigo” de solo pensarlo, sin embargo, para él este miedo que pueden tener los artistas a “desaparecer” o “eclipsarse” es más bien psicológico.
Aun así, el cantante y compositor se dio el espacio que creyó justo para elegir cuidadosamente las canciones que más le gustaban y que mejor explicaban lo que estaba viviendo en ese momento. “No hago canciones por hacer. Puedo tomarme el lujo de elegir qué canciones meter en el disco y cuales dejar fuera, aunque siempre es algo que me da como un poco de pena”, sostiene. “Pero también hace que los discos de pronto puedan mejorar o tener mayor variedad”.
Sadness llegó al concepto del álbum a través de una conversación con un periodista mexicano, quien relacionó su música con el movimiento latinoamericano del Realismo Mágico. Además de considerar la comparación como un halago, el artista español sintió que ésta sería la etiqueta ideal para “abrazar ese sentimiento de hermandad absoluta” que ha construido con América Latina a lo largo de todos sus años de carrera. El trabajo, a su vez, refleja algo de la nostalgia que sintió cuando pasó varios años sin visitar el continente.
Producto de una bonita coincidencia o quizás una jugarreta del destino, en el camino que recorrió para la construcción de Realismo Mágico se topó con tres artistas originarias de México pese a no haberlo planeado desde un inicio. Así fue como Carla Morrison, Ximena Sariñana y Melissa Robles terminaron estando presentes en ‘Pequeño amor’, ‘Lo que fuera’ y ‘Morrita linda’, respectivamente.
En general, el álbum posee un aura positiva pues aunque hay momentos en los que Sadness deja espacio para la resignación como en ‘Malandra’ o para el desamor como en ‘Morrita linda’, a lo largo de sus 12 canciones predominan los sonidos pop/folk enérgicos. Esto, sumado a su premisa de que la ternura, la bondad y la empatía pueden salvar al mundo, hace que el público se sumerja en una atmósfera que irradia esperanza. Sobre si esto era lo que buscaba que sintieran las personas al escucharlo, el músico explica que más que tratarse de algo consciente, es una consecuencia del resultado.
“Soy incapaz de marcar un objetivo a la hora de hacer algo creativo y seguirlo en línea recta”, afirma. “Para mí, la creatividad tiene algo salvaje, tiene algo indomable, y me resulta muy difícil trabajar en una línea continua porque no soy fiel a una idea racional, sino más bien soy muy vulnerable a cada emoción que me traiga la vida. En ese sentido, no puedo responder qué pretendía porque al final es una necesidad en cada momento; unas ganas de comunicar algo”.
Pero contrario a su manera de trabajar a nivel musical, el arte visual sí suele ser más premeditado y aquí lo fue aún más pues él mismo se encargó de ilustrar el álbum de principio a fin. En la portada se puede observar un cometa, un caballo, la figura desnuda de Sadness y un ave que en conjunto forman un círculo a modo de uróboros. Cada uno de estos elementos representa momentos del disco, ya sea por el origen del cosmos (‘Big Bang’), un lado más salvaje (‘Malandra’) o la libertad (‘Personita buena’). “En la parte pictórica sí que había un poco más de parte racional”, aclara.
Para Sadness, todavía es muy pronto para saber qué ha dejado o dejará en él Realismo Mágico, pues considera que antes debe ver cómo se sienten las canciones al interpretarlas en vivo en su gira actual que pasará por varias ciudades de España antes de volar con destino a Latinoamérica. No obstante, el cantante sí tiene claro que el álbum es una “reivindicación total” de la ternura, aunque señala que aquí no se revela cuál es la fórmula para conservarla en tiempos hostiles. “Quizás cada vez es más difícil vivir con la ternura o vivir con la bondad porque el mundo te empuja a deshacerte de ello y es como, ‘Yo quiero mantenerlo y espero que tú, persona que está a otro lado, también lo puedas mantener’”, dice. “Esperamos que el mundo no pueda contigo y acabes siendo de esta resistencia que no solo cree en ello sino que lo practica”.