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Natalia Lafourcade llenó de flores el Auditorio Nacional 

La artista mexicana regresó a casa para invitarnos a su jardín y con su música sanó nuestras penas.

Por  PABLO MONROY

noviembre 9, 2023

Fernanda Torres

Cada mañana nos preguntábamos, cuándo llegaría Natalia Lafourcade para cantarnos. 

Este 7 de noviembre, Natalia Lafourcade se presentó en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México. A solo unos días de subir al escenario de los Premios ROLLING STONE en Español, llegó al coloso de Reforma para presentar De Todas las Flores y llevarnos por un recorrido musical que nos recordó que por la vida se puede caminar bonito. 

Un largo vestido negro se derramó sobre una gran parte del escenario cuando Natalia salió entre aplausos y se sentó en el centro, rodeada de sus músicos. ‘Cúrate mijita’, el poema de María Sabina que relata en ‘María la curandera’, daba la introducción al performance, uno en el que Natalia sana heridas, suelta sus penas y vuelve a nacer. 

Como el álbum, Natalia comenzó con ‘Vine solita’ y su voz, solo acompañada de su guitarra, abrazó a los presentes. Más tarde se unieron sus músicos  y continuó con ‘De todas las flores’, canción que titula al material, seguida de ‘Pasan los días’ y una interpretación alucinante de ‘Llévame viento’ por parte de su banda. “Y ahora sí, llegamos al lugar correcto”, dijo Natalia con una sonrisa, antes de interpretar ‘El lugar correcto’. 

Al terminar la canción, que tuvo un gran recibimiento por parte del público, volteó a ver a los asistentes, que en ese momento se convirtieron en flores, haciendo del Auditorio Nacional su jardín. “Que enorme jardín, cuantas flores, que bonito estar aquí”, dijo viendo hacia la gente. “Por fin estamos en casa”. 

“Me siento muy agradecida por su amor, su cariño, por escuchar, por abrir el corazón para recibir todas estas canciones, todas estas flores, todo eso que se guarda en cada una de aquellas aquí en las profundidades de mi jardín, en esta habitación”, agregó. 

Fernanda Torres

Más tarde, llegó una dedicatoria a “todos aquellos niños y niñas que andan sufriendo por el mundo… Esta canción es para decir ‘todo va a estar bien, pajarito colibrí’, vinimos a este mundo a ser felices, ser libres, abrazarnos, hacer comunidad, no la guerra. Brindo porque todos esos niños y niñas en el mundo, y dentro de nosotros, encuentren esa libertad en el corazón, en el alma”, con ese emotivo discurso comenzó la aún más emotiva ‘Pajarito Colibrí’. 

“Ahora sí ya tenemos las alas bien abiertas”, dijo antes de invitarnos a acercarnos al “fuego del escenario” y hacernos volar hacia Huautla de Jiménez, pueblo de María Sabina, interpretando ‘María la curandera’, seguida de ‘Caminar bonito’ y ‘Mi manera de querer’. Con cada nota, con cada baile de estas maravillosas canciones, el público iba olvidando amarguras, iban llegando las flores y sanando los dolores. “¡Se acabaron las penas y ahora nos vamos a las playas de Veracruz!”, dijo al inicio de ‘Canta la arena’. 

Lafourcade se paró de su asiento por primera vez con la llegada de ‘Muerte’. Revoloteó su negro vestido por el escenario y bailó de manera catártica mientras el público gritaba emocionado, después se despojó de la cola larga del vestido y entre sus tonos negros desapareció.

“Bailé, bailé, bailé, tan agradecida que a Dios mi muerte, a Dios mi muerte le ofrecí”. 

Fernanda Torres

Así concluyó la primera parte de la presentación, en la que Natalia repasó la gran mayoría de De Todas las Flores. El disco es una mirada íntima, cálida y honesta de la muerte y de los ciclos de la vida y su traducción en el escenario es un performance emocionante y muy apegado a esta idea. La puesta en escena se acompaña del virtuosismo de cada uno de sus músicos, quienes aportan su talento desmesurado y acompañan a Natalia de manera perfecta (Lo que hace Emiliano Dorantes en el piano es de otro mundo). 

“Este disco ha sido mi maestro, estas canciones me han enseñado que la vida está llena de matices, tiene la muerte también y hay que aprender a atravesar nuestras pequeñas muertes, las muertes de las personas que más amamos, y a través de esas experiencias, que vengan las flores, y que se sanen los dolores”, dijo recientemente en su discurso de ganadora de los Premios ROLLING STONE en Español. 

El renacimiento 

Natalia volvió al escenario, colorida y alegre. “Ya estamos del otro lado. Acabo de nacer y ya volví a ser yo”, dijo. La segunda parte del concierto inició con algunos homenajes a los grandes de la canción, como ‘Veracruz’ de Agustín Lara o ‘Cien años’ de Pedro Infante. 

Fernanda Torres

“Irán llegando sorpresitas”, auguraba la cantante. “La siguiente canción la escribimos con Citlali, mi gran amiga veracruzana… dijimos ‘vamos a tomar como inspiración la Tierra misma, y hacer este intento de generar un homenaje a la Tierra y a todo lo que nos da, la naturaleza, que cabrona que es. ¿no? Nos da tanto y nos quita también, nos recuerda que somos chiquitos…”, dijo para introducir ‘Tierra querida’. Después interpretó ‘La llorona’ y homenajeó a Frank Dominguez con ‘Tú me acostumbraste’. 

Más tarde llegó una invitada de honor al escenario. “Una mujer que me enseña tanto de la vida, de la música, de ser cancionera y de buscar la belleza en cada momento de la vida”, dijo Natalia al introducir a la compositora española, Silvia Pérez Cruz. Hasta el más alejado sitio del recinto se podía notar la emoción de las dos intérpretes al cantar ‘Soledad y el mar’. 

Fernanda Torres

“Celebro que exista Natalia, creo que el mundo es mejor”, dijo Silvia. Después la mexicana pidió al público un momentito para cantar ‘Mi última canción triste’, que escribieron hace unos años en un día de muertos. Después Natalia otorgó el coloso de Reforma a Silvia, quien interpretó ‘Mañana’. Así llegó ‘Para qué sufrir’, canción perteneciente al aclamado álbum Hasta la raíz, de 2015.

“A donde quiera que estés”, dijo Natalia lanzando un beso al cielo. Ese beso llegó hasta Juan Gabriel acompañado de la gran interpretación de ‘Yo no vivo por vivir’. 

Lo que siguió ya era toda una fiesta. Natalia Lafourcade cantó algunas de las favoritas de su público, quien coreó emocionado ‘Lo que construimos’, ‘Hasta la raíz’, ‘Mi tierra veracruzana’ y  ‘Nunca es suficiente’. La mexicana dejó el escenario entre aplausos. La noche culminó con su regreso para tocar ‘Tú sí sabes quererme’. 

Entre agradecimientos, Natalia Lafourcade nos dejó una gran lección, la de caminar bonito. 

Lafourcade se convirtió en la Primera Leyenda ROLLING STONE en Español durante la edición inaugural de esta ceremonia, en la que también ganó Artista del Año y De Todas Las Flores se llevó la categoría de Álbum del Año. 

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