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Mayo francés del 68: 10 películas

Hace 55 años el mundo era testigo de un movimiento que reaccionaba ante casi todo lo que estaba mal en el mundo, y daría pie a muchos despertares en los cuatro puntos cardinales

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

mayo 17, 2023

Ilustración por Alias Ce

Arde París.

Mayo de 1968 fue el tiempo de una nueva revolución francesa; protestas estudiantiles, huelgas laborales y manifestaciones en nombre de la igualdad, la libertad y la fraternidad. Sus orígenes estaban en la insatisfacción generalizada de los estudiantes y trabajadores franceses con las estructuras políticas, sociales y económicas de su país. Los estudiantes protestaban por la falta de democracia en la universidad, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes y la represión policial. Los trabajadores, por su parte, protestaban por los bajos salarios, la falta de derechos laborales y las condiciones de trabajo inhumanas.

A mayor represión, mayor rebelión.

El 3 de mayo de 1968, una protesta estudiantil en la Universidad de Nanterre fue disuelta por la policía, lo que llevó a una serie de manifestaciones cada vez más grandes y violentas que se propagaron por todo el país y que casi desembocan en una guerra civil.

Del estructuralismo a la deconstrucción de las estructuras.

Los estudiantes se unieron a los trabajadores en las huelgas, y las fábricas, oficinas y escuelas cerraron en todo el país. Más de un millón de personas se tomaron las calles de París en una manifestación masiva que se convirtió en un choque violento con la policía. Durante los días siguientes, los enfrentamientos y las huelgas se intensificaron, y el gobierno francés llamó a la policía y al ejército para controlar la situación.

El triunfo de las superestructuras.

Finalmente, el 30 de mayo, el gobierno y los líderes sindicales llegaron a un acuerdo para poner fin a las huelgas y las manifestaciones. El acuerdo incluyó un aumento significativo de los salarios y una serie de reformas laborales, educativas y políticas. También se estableció un nuevo sistema de seguridad social y se concedió una amnistía a los manifestantes detenidos.

De la revuelta a la inspiración.

Mayo de 1968 fue un momento decisivo para Francia y para el mundo en general. Las protestas y huelgas desencadenaron una serie de cambios significativos en la sociedad francesa y en la política del país, y sirvieron como inspiración para movimientos sociales en todo el mundo. Estas películas nos recuerdan ese momento histórico en el que los jóvenes y los trabajadores reconocieron que la ley no siempre está para ser obedecida y que, en muchos casos, es necesario hacerle frente para revocarla en nombre de la sensatez y la justicia. 

10. GODARD MON AMOUR  

2017 / Michel Hazanavicius

“Todo lo que se necesita en una película es un arma y una mujer”, dijo él. Esta es una película biográfica sobre el recientemente fallecido director francés, Jean-Luc Godard, quizás uno de los autores más importantes y vitales para la evolución del séptimo arte. Fue dirigida por Michel Hazanavicius (El artista) y se centra en un momento de transición, conflicto personal y creativo, así como de una necesidad imperante por experimentar sin dejar de lado su fiel compromiso con unos ideales políticos. Aquí, Godard trata de encontrar su lugar en el mundo del cine con ayuda de su esposa y musa, la actriz Anne Wiazemsky (Stacy Martin), a quien conoció en el set de filmación de su película La Chinoise, y veremos cómo su relación y su arte se ven afectados por la revolución de mayo. El actor Louis Garrel, hijo del director de la cinta que se encuentra en la posición número cuatro de este listado, hace un estupendo papel encarnando al polémico e incendiario gestor de la obra maestra que se ubica en el número tres y al director más cercano al espíritu de la revolución. Todo queda en familia.

9. MORIR A LOS 30 AÑOS  

1982 / Romain Goupil

El documental ganador de la Cámara de Oro en el Festival de Cannes narra la vida del amigo del director y militante trotskista Michel Recanati, un joven activista francés que se quitó la vida a los 30 años en 1980. Recanati fue uno de los líderes estudiantiles del Movimiento del 22 de Marzo, que surgió en la universidad francesa de Nanterre.

Siguiendo la tradición de la documentalista rusa Esfil Shub, la obra de Goupil está conformada en su mayoría por material de archivo, que incluye las imágenes del propio Recanati filmadas por él mismo, las cuales evidencian su lucha política y sus ideales. Estas nos sugieren, junto con los testimonios de sus otros amigos y compañeros de lucha, Coyotte y Baptiste, las claves para comprender su trágico final. Goupil también dirigió en el 2010 la estupenda cinta argumental Las manos en el aire, basada en la experiencia personal del director en el movimiento estudiantil y en el secuestro y asesinato de su amigo y compañero de militancia Michel Recanati en 1978.

8. EL FONDO DEL AIRE ES ROJO   

1977 / Chris Marker

Junto con Godard, el otro autor tan experimental y comprometido políticamente de la denominada Nueva Ola Francesa fue, sin lugar a duda, Chris Marker, el autor de La Jetée, una cinta de ciencia ficción distópica tan revolucionaria, que se atrevió a desafiar la esencia misma del cine, la cual es la celebración de la imagen en movimiento. Este realizador enigmático (su vida sigue rodeada de un halo de misterio) acreditaba a su gato muchas de sus obras, y abordó, con una obra de más de cuatro horas de duración, la historia del movimiento revolucionario global juvenil que se propagó como pólvora desde los 60, hasta mediados de los 70. El fondo del aire es rojo se divide en dos partes. La primera se centra en la lucha de los movimientos estudiantiles y obreros en mayo del 68, mientras que la segunda parte se enfoca en los movimientos revolucionarios en América Latina, Cuba y Vietnam, causa y consecuencia de lo ocurrido en Francia. Marker, todo un maestro del documental experimental, combina de manera magistral las imágenes de archivo, para construir lo que él llamaba “cine catalizador”: un cine de reacciones, preguntas y reflexiones, más que de respuestas.

“Cuando los hombres mueren, entran a la historia. Cuando las estatuas mueren, entran al arte. Esta botánica de la muerte es lo que llamamos cultura”, nos dice Marker en Les statues meurent aussi.

7. GRANDS SOIRS ET PETITS MATINS  

1978 / William Klein

El prestigioso fotógrafo estadounidense William Klein realizó –en medio de la revolución– un registro documental de los acontecimientos que tuvieron lugar en París, mostrándonos poderosas imágenes de las manifestaciones, las barricadas, los enfrentamientos con la policía y los discursos de los líderes estudiantiles y sindicales. Incluye una esclarecedora entrevista con Daniel Cohn-Bendit (‘El rojo’), uno de los líderes más reconocidos del movimiento, así como con algunos ciudadanos comunes involucrados en las protestas. La mirada subversiva y forastera de Klein sobre los acontecimientos, así como su enfoque en los aspectos más radicales y revolucionarios del movimiento, convierten a esta cinta en una de las obras más relevantes para entender lo que sucedió.

6. MAYO DEL 68   

1974 / Jérôme Kanapa & Gudie Lawaetz

“Somos demasiado jóvenes para esperar”, gritaban las paredes de las universidades. A diferencia del documental de Klein, la obra de Kanapa y Lawaetz se beneficia de la distancia otorgada por el tiempo, pero igualmente logra registrar con gran intensidad los hechos ocurridos a partir de mayo, para terminar con los acontecimientos de mediados de junio. Seremos testigos de los estudiantes liderados por los “Ocho de Nanterre” en acción, la huelga de las fábricas, la noche de las barricadas, La Sorbona ocupada, el happening en el Odeón, al destacado sindicalista y secretario de la Confederación General del Trabajo Georges Séguy involucrándose en las protestas, los diez millones de franceses sin trabajos, el General De Gaulle y la Reforma (este se refirió a los manifestantes como “los que defecan en su cama”), la muerte del estudiante de secundaria, la Ofensiva Pompidou y el regreso a las fábricas y a las aulas.

5. EN EL INTENSO AHORA 

2017 / Joao Moreira Salles

“Mi película es política no en el sentido de que habla de eventos políticos, sino de que habla de la representación de los momentos políticos”. El brasileño João Moreira Salles realiza una reflexión personal sobre los acontecimientos políticos y sociales de la década de 1960 (su país se movilizaba en contra de la dictadura) a través de imágenes de archivo y de su propia historia familiar. El documental está dividido en tres partes que abordan la Primavera de Praga en 1968, la Revolución Cultural en China en 1966 y el mayo del 68 en Francia, para explorar los siguientes aspectos: la política, la memoria y la subjetividad. Nunca antes la poesía y la política se han fusionado de una manera tan bella como orgánica en una película.

4. LOS AMANTES REGULARES    

2003 / Philippe Garrel

“Derrotar al fascismo es lo único que han aprendido a hacer las generaciones posteriores a mayo del 68”, dijo Garrel cuando se le preguntó si cree que aún arde la llama revolucionaria en Francia. El director de 75 años presenta una cinta en la que un grupo de jóvenes bohemios y revolucionarios explora el amor, la política y la cultura en un momento de cambios sociales y políticos radicales. Louis, el hijo del director, encarna a François, un joven poeta que se enamora de Lilie (Clotilde Hesme), una muchacha que es escultora. A medida que el movimiento estudiantil se intensifica, François y Lilie se refugian en la mansión de un amigo y luchan por encontrar un equilibrio entre su amor, el arte y su compromiso político. Philippe Garrel vio la película que está en la posición número uno y la detestó. Esta fue su respuesta.

3. TOUT VA BIEN    

1972 / Jean-Luc Godard & Jean-Pierre Gorin

Repudiada por muchos en el año de su estreno, esta crítica ácida contra el capitalismo y la sociedad de consumo sigue a un matrimonio de clase media alta, conformado por una reportera y un director de la Nueva Ola. Este es interpretado por Jane Fonda (en su fase de compromiso político radical) e Yves Montand (el cantante convertido en actor serio que continuó con la tradición de Aznavour y Sinatra). A través de la historia de la huelga de una fábrica de salchichas (que curiosamente Scorsese utilizó como símil para hablar de las películas de superhéroes), Todo va bien explora la explotación laboral, la corrupción política y la manipulación de los medios de comunicación en los tiempos posteriores a la revolución de mayo. “La alegría no produce buenas historias”, decía Godard.

2. MILOU EN MAYO   

1990 / Louis Malle

El director nacido en Thumeries aseguraba que con cada año que vivía confiaba menos en las ideas y más en las emociones. En esta comedia, Milou (Michel Piccoli), un hombre de negocios, regresa a la casa de su familia, ubicada en un pequeño pueblo al norte de Francia, debido a la muerte de su madre, la Señora Vieuzac. Milou y su privilegiada familia deciden ignorar las protestas para concentrarse en sus pequeñas preocupaciones burguesas y en sus miserables conflictos personales, relacionados con la repartición de una herencia. Para ellos, que podrían parecernos tan cómodos, los problemas de su país no son importantes ¿Por qué deberían serlo? 

1. LOS SOÑADORES 

2003 / Bernardo Bertolucci

“Recuerdo que siendo jóvenes en la década de 1960… tuvimos un gran sentido del futuro, una gran esperanza. Esto es lo que falta en los jóvenes de hoy. Este poder de soñar y de cambiar el mundo”. Louis Garrel protagoniza una cinta que su padre odió y que, de acuerdo con el crítico Peter Travers, “incluye una vagina y dos penes flácidos, pero a la vez resuena con ideas”. Matthew Pitt encarna a un estudiante estadounidense que pasa gran parte de su tiempo absorbiendo una gran cantidad de películas en la cinemateca, sin percatarse que afuera, los jóvenes han desatado una revolución. Matthew comienza a descubrir lo que está sucediendo gracias a Isabelle (Eva Green) y Theo (Garrel), un par de hermanos gemelos, que invitan al joven a su apartamento para que haga parte de sus juegos incestuosos (¡Ay, Bernardo!), mientras el caos se desata a través de la ventana. Los soñadores es, actualmente, la película más conocida sobre mayo del 68 y también la más juvenil, ligera, sensual y vital. Bertolucci nos recuerda que la revolución fue política y social, pero también fue una revolución sexual ¡Qué viva la revolución!

1968, mucho más que películas de Vietnam  

Las miradas más miopes suelen mostrar los años 60 como si los Estados Unidos y Vietnam fueran el centro del universo, cuando en realidad el mundo se sacudía de punta a punta. Podemos pensar en México y la infame masacre de Tlatelolco, en la que la fuerza pública asesinó e hirió a un número aún no determinado de estudiantes y manifestantes el 2 de octubre, y esto ocurrió solo 10 días antes de que en CDMX se celebraran las olimpiadas.

1968 empezó con los levantamientos en Praga, donde Checoeslovaquia buscaba distanciarse del poderío soviético en el marco de la aplastante estupidez de la Guerra Fría. La URSS terminó respondiendo como solo podían responder los bárbaros que se repartían el mundo a su antojo, mandando cientos de miles de soldados y montones de tanques alineados en el Pacto de Varsovia. Algo parecido hicieron los Estados Unidos en muchos otros lugares del mundo de forma muy solapada, en algunos casos.

Ese mismo año fue asesinado Martin Luther King, y en Brasil tuvo lugar la Marcha de los Cien Mil, donde intelectuales, estudiantes, trabajadores y docentes protestaron contra el autoritarismo y la represión. Cuba continuaba agitándose con las medidas de Fidel Castro, y Bobby Kennedy moría asesinado.

El espíritu de la Guerra Fría ardía particularmente en los países que no le dieron origen y que hoy siguen pagándola en forma de conflictos heredados y deuda externa; los pueblos reaccionaban contra el colonialismo, contra la carrera armamentista, contra el racismo, el sexismo y todo tipo de represión.

Decenas –seguramente cientos– de libros, canciones y películas nacieron en estos contextos, y tratar de entender esa historia puede ayudarnos a ver con mayor claridad muchas de las cosas que hoy siguen sacudiendo al mundo.