Los Estanques están de regreso con su quinto álbum de estudio, Uve. Como el resto de su discografía, el disco se sustenta en su pasión por la psicodelia y amor por el rock de los 70s, pero Uve es más que eso. Uve es la declaración definitiva de Los Estanques. Trascendiendo géneros y etiquetas, el grupo compuesto por Íñigo Bregel, Germán Herrero, Andrea Conti y Dani Pozo demuestra que la música no se rige por fronteras, ni modas, ni tendencias.
Aunque Uve llegó a oídos de su público apenas hace dos meses, en realidad fue grabado desde el primer año de la pandemia en una cabaña en el País Vasco. Desde entonces, el álbum permaneció guardado, incluso tras el estreno de Burbuja Cómoda y Elefante Inesperado en el 2022, disco colaborativo con Anni B Sweet. “Era muy raro, había que ordenar un poco el disco y se nos hizo un poco denso. Era un disco duro”, confiesa Andrea Conti, baterista de Los Estanques, a ROLLING STONE en Español sobre retomar el disco después de un par de años de haberlo creado.
“Eran canciones de hace cuatro años. A mí lo que me pasó fue más el pensar si verdaderamente debían salir”, agrega Íñigo Bregel, vocalista, tecladista y guitarrista del grupo. Incluso ahora ya se encuentran inmersos en las grabaciones de su sexto material —aunque aún resta la gira de Uve.
Pero cada canción de Uve es cautivante, creando un universo propio. De jazz al pop rock psicodélico a funk y hasta influencias latinas, el sonido del disco demuestra la versatilidad de la agrupación y su curiosidad por la exploración sonora. Para Los Estanques, el camino que los guía está fuertemente influenciado por la música que van escuchando durante su proceso creativo. “Somos gente muy inquieta. Nos mola conocer el lenguaje con el que se han hecho las canciones, para así luego poder hacer las nuestras”, dice Bregel.
Uve llega casi cuatro años después de IV. “Para mí es el disco que más me gusta”, confiesa Bregel, “quizás porque ha sido el último que hemos trabajado”. Para el grupo, su quinto álbum demuestra la evolución que han vivido como grupo a lo largo de sus cuatro discos anteriores. Ciertamente el cuarteto ha continuado esta evolución desde grabar Uve a principios de la pandemia. Ahora les emociona compartir con sus escuchas lo que han estado trabajando para el sexto disco. “Podríamos decir que ahora el que más me gusta es el sexto, pero porque es el que estoy trabajando”, ríe Bregel.
Algo que resulta imposible es separar la psicodelia de la discografía de Los Estanques. Aunque quizás la vena psicodélica no resalte a primera escucha en todos sus temas, aseguran que siempre ha sido el hilo conductor —hasta en canciones como ‘¡Ay, que no me pique el tábano!’. “Está tratado desde el enfoque de la canción pop psicodélica. Ahí es donde nosotros nos movemos bien”, dice Bregel.
Su música también es atravesada por la intención de “encerrar una serie de vivencias” en sus discos. Desde las historias que inspiran sus letras hasta el lenguaje musical que han ido adquiriendo a lo largo de su trayectoria, todo se vierte en sus álbumes con el propósito de conseguir expresarse de una manera más “concreta”. “Yo creo que es el concepto de Los Estanques: hacer canciones que están inspiradas por el momento personal de cada uno y por las influencias y las cosas que nos rodean”, expresa Bregel.
Siempre marchando al ritmo de su propio tambor, Los Estanques han saltado de autogestionar su álbum debut a colaborar con un sello discográfico a ser un acto independiente y a volver a ser parte de un sello. Reflexionando sobre su trayectoria, Bregel y Conti admiten que la “liga” en la que juegan no es premiada con frecuencia, pero que esto no es algo “ni bueno ni malo”. “Nosotros tenemos un lugar ahí, la verdad es que estamos muy satisfechos”, dicen.
“Desde aquí, todo lo que podamos escalar será bien recibido y estaremos muy agradecidos”, afirman antes de agregar que nada se compara con la satisfacción que conlleva la banda: “el poder hacer nuestra música, que la gente la escuche, montarnos los cuatro en una furgoneta para ir a tocar, pasarlo bien y encima volver con algo de dinero en los bolsillos para casa”.
“Decir más con la música que con la letra y apoyar esas sensaciones que te puede dar la música”
En una era en la que la inmediatez y lo fácil predominan, Los Estanques se han mantenido fieles a su estilo de creación. “Lo peor de la música es el ser humano”, dice Bregel. Aunque la profesión pueda tener fallas en compensación, destacan la verdadera vocación del músico y sus expectativas altas. “Tratamos de que nuestra relación con la música sea lo más honesta y lo más bonita posible”, esperan dar lo mejor de ellos mismos a la música ya que ella siempre les ha dado lo mejor.
Sobre su próximo disco, adelantan que está fuertemente inspirado por la canción ligera española. Bregel cita a Nino Bravo como un referente, así como “toda aquella época de canción ligera sesentera”. “Queremos revivir eso dándole un toque un poco moderno, quitando la orquesta y haciéndolo con los sintetizadores”, revela.
