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La Vida y Muerte de Canserbero

La historia de cómo Tirone González se convirtió en uno de los mejores raperos de habla hispana.

Por  ROLLING STONE

diciembre 28, 2023

Difusión

Preguntarse cuáles son los nombres más grandes del rap en español es pensar inmediatamente en Canserbero. En su corta vida, el rapero venezolano talló su nombre a pulso en los anales del género gracias a la sensibilidad y sinceridad que no solo reflejaba en sus letras, sino que también lo caracterizaban como ser humano. Por eso su partida prematura es una herida que ha permanecido abierta entre quienes lo quisieron y admiraron en vida.

Antes de comenzar a escribir su propia leyenda, Tirone González creció escuchando rock por la influencia de su padre y sus tíos, despertando en él un interés por la música que se desarrollaría en su preadolescencia una vez conociera a Afromak por medio de Blackamikase. “Él lo lleva un día a mi casa y me dice: ‘Mira, tengo este pana que rapea durísimo, ayúdale, hazle la pista’”, le comentó Afromak a El Espectador en 2020. “Era un niño, tenía doce o trece años, y cuando rapeó e hizo toda su vuelta, obviamente me impactó por el nivel de destreza que tenía. Yo ya había escuchado muchas cosas (mucho rap) antes de escuchar a Tirone, y cuando lo escuché dije: ‘No, esto es otra cosa’”.

Los tres conformaron la agrupación Códigos de Barrio, con la que pudieron grabar –con las uñas– solo tres canciones. Cuando el proyecto terminó y mientras cursaba una carrera a mediados de los 2000, conoció a Lil Supa, quien lo llevó a grabar música en un estudio bautizado El Techo. El producto de esas sesiones fue la compilación Basyco, (Base y Contenido), que más adelante se convertiría en un crew del que Zaga, Gary, Kpu, Dann Niggaz, Ray One, Gbec y Afromak también hicieron parte.

Durante su permanencia en BAS.Y.CO. grabó un disco junto a Lil Supa llamado Can+Zoo:Índigos, el cual tuvo un gran recibimiento en la escena underground del hip hop en Venezuela, furor que se expandiría por el resto de América Latina. Todos estos proyectos los adelantaba mientras trabajaba paralelamente en sus propias composiciones, las cuales reunió en su popular mixtape Nuestra doctrina no es un dogma, es una guía para la acción –también conocida como Guía para la acción. El rapero permitió que fuera descargada de manera gratuita por Internet, lo que facilitó su difusión en una era en la que hallar música y artistas nuevos no era tan sencillo.

Previo a su incursión en el rap y en sus inicios, la tragedia ya había rodeado la vida de Canserbero con la muerte de su madre cuando él tenía apenas nueve años, y el asesinato de su medio hermano a los 12. Esta última experiencia lo impulsó a adentrarse en música que abordaba temáticas más oscuras y cuya crudeza se vería reflejada en sus futuras composiciones. Esto sumado a la consciencia social y de clase que fue adquiriendo con los años, le permitió escribir canciones que incluían sus críticas a la hipocresía de los gobiernos y el sistema de justicia, al igual que sus reflexiones sobre la vida y la muerte. Como si de una premonición se tratara, así se llamaron los únicos dos álbumes de estudio que publicó antes de su fallecimiento en 2015.

El primero en llegar fue Vida (2010), coproducido con Kpu, el cual estuvo conformado por 17 temas entre los que se hallaba su famoso hit ‘Pensando en ti’. Tirone se presenta al inicio del disco en ‘Mucho gusto’, canción en la que habla sobre su entorno, sus creencias y su posición frente al género que interpretaba. “Yo he demostra’o, hasta a los más conservadores, que el rap puede ser oído por jóvenes y mayores”, rapea. “También que el rap no es solamente violencia como creen y que a pesar de que competimos, buscamos un bien, no un fin”.

“Fue de los mejores momentos de mi vida, me divertí muchísimo grabando”, dijo el rapero sobre el proceso de grabación en una entrevista con MelómanosBlogs. “Tengo muchos momentos gratos que jamás olvidaré de esos días: el olor a madera y a libro viejo de la biblioteca donde grabábamos, mis amigos haciendo bulla y yo callándolos para que no se colara en la grabación, quien era mi novia en ese momentos fotografiando y grabando todo. Teníamos una perra pitbull que quería jugar todo el tiempo. Fue muy fino”.

Críticos y fanáticos han descrito este LP como más “positivo”, en cierta medida, que su  último trabajo discográfico. Cuando en la misma entrevista le preguntaron si se encontraba listo para la continuación de Vida, Canserbero contestó: “Ya ando en la Muerte. Ya estoy muerto”.

Su segundo álbum de estudio llegó dos años más tarde y sus 14 cortes estaban inundados de un aura lúgubre y melancólica, pues allí rapeaba sobre la desigualdad, la violencia, el desamor y del final de sus días. De allí se extraen temas como ‘Maquiavélico’ y ‘De mi muerte’; esta última narra una historia imaginaria en la que al Tirone adulto se le presentan sus versiones de niño y abuelo. “Al caminar, lamenté irme de este mundo amargo sin terminar la misión por la que ando penando”, canta al final de la canción. Muerte (2012) ha sido considerado como su mejor trabajo discográfico en solitario.

Ese mismo año, le comentó a Apache su interés por hacer algo con él ya que tenía unas pistas sobre las cuales podrían trabajar. Lo que en un principio únicamente iba a ser una canción, terminó por convertirse en uno de los discos más emblemáticos del rap de habla hispana:  Apa y Can. Gracias a este álbum, ambos raperos venezolanos pudieron dar presentaciones en diferentes países de Latinoamérica, un hecho que Apache describió como “magia”. “La imagen era muy potente también: él blanquito y yo negrito, él con su voz más gruesa y yo más aguda, él más intenso y yo un poco más swag, más flow. Esa fue la magia del disco y los en vivo eran explosivos”, recordó en 2018.

Pero la alegría de aquellos días de gloria se disipó con la muerte de Canserbero en circunstancias confusas que sólo fueron aclaradas casi nueve años después del suceso. Meses antes, el rapero había preparado y publicado su mixtape Give Me 5, y también estaba “tramando un disco más elaborado”. El álbum iba a contar con la contribución de Carlos Molnar, bajista de la agrupación de reggae Zion TPL y esposo de Natalia Améstica, exmánager del rapero.

El 19 de enero de 2015, Tirone se quedó en la residencia de Molnar y Améstica en Maracay, presuntamente para trabajar en una próxima colaboración. Alrededor de las cinco de la mañana del 20 de enero, el cuerpo del rapero fue encontrado frente al edificio tras haber caído de un décimo piso, mientras que su colega yacía muerto dentro del apartamento. La primera versión que se asumió como oficial afirmaba que se trató de un homicidio-suicidio como consecuencia de un brote psicótico de González, pues este habría atacado primero al bajista y posteriormente se habría arrojado por una ventana.

El relato fue soportado por el testimonio de Natalia, la única testigo de los hechos, y sus familiares, quienes también aseguraron que el episodio había sido desencadenado por la esquizofrenia preexistente del músico. No obstante, la familia de Canserbero negó que él hubiera padecido de dicho trastorno.

Por años surgieron varias teorías conspirativas sobre la verdad detrás de su muerte, como la posibilidad de un triángulo amoroso o incluso que se trató de una represalia del gobierno de Venezuela ya que el rapero era bastante crítico con el poder político de su país. Pero en noviembre de 2023 la investigación fue reabierta por la Fiscalía del Ministerio Público a cargo del fiscal general Tarek William Saab, quien ordenó la exhumación de sus restos.

Natalia y su hermano Guillermo Améstica fueron imputados por presunta falsa atestación y obstrucción a la administración de justicia ya que se comprobó que la escena del crimen había sido alterada. En cuestión de semanas, y a principios de diciembre, la mujer confesó haber asesinado a su esposo Carlos por cuestiones económicas y a Tirone por “envidia”. Su declaración fue difundida a los medios y generó una ola de indignación por la crudeza del crimen.

Otras personas estuvieron implicadas en el doble homicidio como los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), a quienes según la confesión de la mujer, le pagaron $10,000 dólares a cambio de su complicidad y silencio. La Fiscalía anunció que los hermanos y el comerciante Marcos Pratolongo –quien poseía las llaves del apartamento del rapero de dónde desaparecieron objetos de valor criminalístico– serían imputados por homicidio calificado por motivos fútiles y con alevosía en grado de coautoría, así como por asociación para delinquir.

La patóloga Solange Mendoza, que estuvo encargada de realizarle la autopsia a los dos cuerpos, también será imputada por presunta obstrucción a la administración de justicia, asociación para delinquir y encubrimiento, ya que no registró las heridas por arma blanca que había recibido Tirone.

Con el esclarecimiento de su muerte, sus familiares y fanáticos pudieron celebrar que su nombre finalmente pudo limpiarse, y aunque la “victoria” ha sido amarga, aún queda la luz del legado innegable de Canserbero que continuará perpetuándose mientras el rap en español siga existiendo.

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