Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

La versatilidad que inspira a Álvaro Díaz

Con millones de reproducciones y su gran primera gira de por medio, el cantautor puertorriqueño habla de su crecimiento a través de sus experiencias y la constante búsqueda de la evolución de su música

Por  VALENTINA VILLAMIL

octubre 21, 2022

Universal Music

El género urbano ha sufrido un cambio radical en los últimos años, donde el reggaetón ha roto las fronteras y ha llegado a cada rincón del mundo para mostrar la infinidad de formas que pueden tomar los ritmos latinos. Con diez años de carrera y más de 250 millones de reproducciones globales, Álvaro Díaz ha evolucionado con el género mientras continúa explorándose a sí mismo sin limitaciones que le impidan dar vida a algo nuevo.

Su más reciente entrega Felicilandia está próxima a cumplir un año, desde entonces no se ha detenido. Como él mismo afirma, el éxito “lo decretamos” y marcó un antes y un después en la trayectoria musical del puertorriqueño. Su fórmula es sencilla: mantenerse fiel a sí mismo sin cerrarse a la posibilidad de descubrir nuevas identidades. “Yo pienso que cuando la gente ya puede predecir cómo vas a hacerlo, cómo va a sonar, se convierte un poco aburrido. Yo me he acostumbrado a retarme constantemente”.

Para Díaz es clave montar toda una historia en cada álbum sin que se repita, despojándose de cualquier temor que implica el cambio cuando ya tienes un público al que le ha gustado lo que has hecho. “¿Por qué no sigues haciéndole a lo mismo?”, se pregunta a sí mismo para luego responderse: “porque tengo mucho más que ofrecer. Soy el mismo director y todo tiene mis mismos colores, pero lo que viene es totalmente diferente a Felicilandia”. ‘Ramona Flowers’ y ‘Lentito’ son par de temas que nos adelantan Sayonara, el nombre que recibe este nuevo proyecto.

Estos dos sencillos nacen con influencias indie, alternativa y quizá con algunas salpicaduras de pop-punk, sin perder su núcleo de hip hop y un beat reggaetonero. Como todo artista, el intérprete, que también ha tenido éxitos como autor de algunos temas de Raw Alejandro, Selena Gómez y Yandel, se siente inspirado por la fuerza que el género latino ha tomado en el mercado, además de considerarlo como una gran oportunidad para escucharse y encontrar todos sus sonidos. Mientras movía su cabeza al ritmo de Kanye West, A$AP Rocky, Tyler the Creator y Frank Ocean, el cantautor distinguió un común denominador entre los artistas que más admiraba y su deseo de hacer música.

“Realmente nadie estaba haciendo esto que yo estaba haciendo. No había nadie haciendo trap en español, no había nadie haciendo hip-hop en español con estas fusiones. Yo no tenía una referencia de cómo sonar en español. Esa necesidad de querer hacerlo en mi idioma fue lo que creó un sonido que germinó, de cierta manera”.

Universal Music

Pero su amor por la música se remonta a años atrás, realmente de toda la vida, casi como si hubiese nacido de ella. Sus progenitores ya llevaban el ritmo en las venas pues su padre hacía parte de orquestas de salsa, mientras que su madre tenía habilidades vocales. “Todos los sábados en mi casa estaba mi papá escuchando salsa todo el día y tocándole por encima conga o trombón”, destaca de sus más tempranos recuerdos. “Mi mamá no canta profesional, pero canta lindo y yo pensé que esto era normal, hasta que crecí. Siempre me cantaba. Mi mamá estaba en el carro y me cantaba, para dormirme, me cantaba. Mamá siempre está cantando y papá tocando instrumentos”.

A sus ocho, o nueve, años tenía una gran admiración por una banda que lo llevó a tener su primer instrumento. “Yo quería ser Mark [Hoppus] de blink-182 porque en mi escuela habían unos nenes que uno tocaba guitarra, otro tocaba batería y no tenían bajo. Yo decía ‘ey, si yo toco bajo, puedo estar en la banda con ellos’. Yo quería tocar, pero era más por hacer música. Tuve un bajo y no era muy bueno, solo memorizaba las canciones como un juego y por ahí empezó todo”. Eventualmente sus gustos migraron a los raperos más influyentes de la época como 50 Cent y algunos talentos locales de la isla que le daban algunas primeras pistas para iniciarse como compositor.

A través de un foro de escritores empíricos, el puertorriqueño en sus años adolescentes leía a varios autores de versos destinados a ser parte de algún tema de reggaetón amateur de la época. La historia de Díaz parece haber sido escrita donde sí o sí decretaba que la música sería su camino.

“En ese site había uno que se llamaba ‘Thug Life’ y ese era mi favorito. Él sacaba una canción, yo la escuchaba, todo el mundo la escuchaba. Él escribía un verso, todo el mundo lo leía. De momento, un día Thug Life dice “ah, esta canción la hice pero con mi nombre verdadero” y representando el pueblo donde yo soy”. La familia de Álvaro es originaria de Isabela, una región de la costa noroeste de Puerto Rico. “Decía que se llamaba Micky y yo tenía un primo que se llamaba así, quien cantaba rap cristiano, pero es que esto no era cristiano”. Para entonces, Díaz tenía tan solo 13 años, mientras que Luis Miguel Medina, el mencionado Micky, tenía 18. “Yo le escribo ‘ey, creo que eres mi primo’, y él responde: ‘¿dices que eres mi primo?’. Yo digo ‘sí, ¿tú no eres el hijo de…?’. Resultó ser que sí, y ese fue el primo que se convirtió en mi sensei”.

Era cuestión de tiempo para que los dos se pusieran manos a la obra y Díaz empezara a dar sus primeros pasos como artista y compositor. Con él llegó el primer tema de toda su vida. ‘Chicas de la Isla’ fue su carta de presentación al mundo, producida nada más y nada menos que por Tainy, con quien mantenían una amistad al moverse entre los mismos círculos sociales y con quien había trabajado en Neon16, un grupo incubadora de nuevos artistas urbanos.

Universal Music

Desde entonces, Álvaro Díaz ha logrado crear bases para generar un estallido en latinoamérica, pero sobre todo en México, a pesar de ser originario de Puerto Rico. Con una década de carrera, ha logrado evidenciar la transformación del género urbano, mutando de la vieja escuela a fusionarse con otros ritmos. “El género se está dirigiendo al mejor momento que ha tenido”, afirma. “Todo lo que está pasando con las plataformas y las redes sociales, de cierta manera, da mucha más libertad sobre lo que decidimos escuchar que cuando éramos pequeños. Creo que antes nos decían: ‘esta es la música que hay y esta es la música que te tiene que gustar y estos son los videos que tienes que ver’”.


“Artistas que tienen el spotlight encima, se atrevieron a hacer cosas diferentes y nos abre la puerta a nosotros, los que quizás siempre hemos sido los diferentes, los que hemos tratado de hacer todo diferente”. – Álvaro Díaz.


Aunque la música no es la única industria a la que Díaz le ha apostado, pues recientemente desfiló en la pasarela del regreso de Tommy Hilfiger para el Tommy Factory de Otoño 2022. Junto a modelos de renombre como Kate Moss, Winnie Harlow, Paloma Elesser, entre otros, el cantante portó diseños en homenaje al trabajo de Andy Warhol y el Factory, con un espectáculo cerrado por la interpretacion en batería de uno de sus más grandes ídolos: Travis Barker de blink-182. “Una de las mejores experiencias de mi vida”, concluye el puertorriqueño.

Por lo pronto, “Alvarito” Díaz sigue reimaginando el género urbano con la convergencia de sus gustos particulares y sus influencias de toda la vida para plasmarlo en una revolución sonora con la que planea darle la vuelta al mundo. Actualmente se prepara para llevar el Adiós Felicilandia Tour a suelo norteamericano, mientras se enlista con otros grandes artistas para el festival Lollapalooza en Uruguay. Díaz continuará creando con “todo el amor del mundo” a Sayonara, su próximo LP del cual todavía se reserva su fecha de llegada. “Con este disco nuevo estoy creando sin miedo y con confianza. Creo que por eso va a ser el mejor proyecto de mi vida”, (hasta ahora).