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La última noche

Un grupo de amigos y familiares se reúnen para pasar una navidad, la cual puede ser la última para ellos y para toda la humanidad

Camile Griffin 

/ Keira Knightley, Matthew Goode, Annabelle Wallis, Roman Griffin Davis, Lily-Rose Depp

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

Cortesía DE CINEPLEX

Las películas sobre el fin del mundo constituyen todo un subgénero cinematográfico. Tenemos las populares cintas de acción, en la que una familia (o un grupo de personas) intenta sobrevivir al desastre inminente (Las cintas de Roland Emmerich como El día después de mañana, 2012 o Moonfall, son claros ejemplos). 

Están las películas de terror, en la que el apocalipsis está relacionado con la llegada del anticristo o con una profecía bíblica (La profecía, Stigmata) o las asociadas con una invasión extraterrestre (Un lugar en silencio, A ciegas). También están las cintas de suspenso, centradas en la lucha por la supervivencia en un ambiente hostil y moribundo (La carretera, La luz de mi vida); las comedias irreverentes (Este es el fin, Bienvenidos al fin del mundo); las sátiras sociopolíticas (Dr. Strangelove, No mires arriba) y los dramas intimistas y metafóricos (La última noche, 4:44 El último día en la tierra). 

La película británica Silent Night, cuyo título hace referencia a un villancico que, más que alegrar los corazones, los llena de tristeza (como Last Christmas de Wham!), es la ópera prima de la directora Camile Griffin. Este mash-up entre película navideña (tipo Realmente amor) y cinta apocalíptica (tipo Melancolía), es producido por el director Matthew Vaughn (el artífice de las versiones cinematográficas de las sagas de Kick-Ass y Kingsman), y constituye un trabajo bellamente fotografiado por Ben Davis (esposo de la directora), cuyo trabajo incluye títulos como Eternals, Doctor Strange y varios de los trabajos de Vaughn. 

La última noche es también una cinta cuyo primer acto está lleno de humor y optimismo, pero poco a poco se convierte en un drama lúgubre, deprimente y en extremo pesimista. 

Keira Knightley y Matthew Goode (quienes han trabajado juntos en El código enigma y Secretos de estado) interpretan a la pareja conformada por Nell y Simon, los padres de tres hijos preadolescentes (interpretados por Hardy, Gilby y Roman Griffin Davis, hijos de la directora, siendo el último, elprotagonista de Jojo Rabbit), así como los anfitriones de una celebración navideña, a la que están invitados varios amigos y familiares.

Entre los invitados encontramos a Sandra (Annabelle Wallis de la serie Peaky Blinders) la vanidosa esposa del sumiso Tony (Rufus Jones) y ambos padres de la odiosa Kitty (Davida McKenzie). Sophie (Lily-Rose Depp) es la tanática esposa de James (Sope Dirisu), un médico que intenta ser la voz de la razón. Por último, encontramos a la impertinente Bella (Lucy Punch) y a su pareja, la retraída Alex (Kirby Howell-Baptiste). 

El giro de la cinta se basa en que esta va a ser la última navidad para todos ellos, ya que una catástrofe ambiental ha generado una inmensa nube de gas que está matando a todos los seres vivos del planeta de una forma en extremo dolorosa. Es por ello que el gobierno británico ha entregado a las personas unas pastillas para que la muerte sea pacífica y rápida, antes de que la nube acabe con sus vidas.   

Podríamos decir que La última noche pertenece al grupo de las comedias irreverentes y, al mismo tiempo, al grupo de los dramas intimistas acerca del fin del mundo. Pero queda la sensación de que no hay metáforas ni enseñanzas. Los mensajes acerca del perdón, la tolerancia y el amor pasan a un segundo plano, para dejarnos con una cinta perturbadora y nihilista en la que nada tiene sentido, y lo único cierto es la inminencia y la inevitabilidad de la muerte.   

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