En enero de 1973, en la edición No. 204 de la revista Wonder Woman, aparece por primera vez Nubia, una aliada de la Mujer Maravilla, la cual, históricamente, fue la primera superheroína afro. Aunque no ha aparecido mucho en los cómics, actualmente resurgió como la sucesora de Hipólita (la madre de la Mujer Maravilla), como reina de las Amazonas.
Por otra parte, las Amazonas de Dahomey (actual Benín) fueron un ejército femenino que existió en África desde 1600 hasta 1904, y que estaba conformado por mujeres capturadas de otras tribus, dahomienses que se rehusaban a casarse y por rebeldes y criminales. Los historiadores occidentales las llamaron así por su similitud con las míticas Amazonas en las que se basó el psicólogo William Moulton Marston para crear a la Mujer Maravilla en 1941.
Dana Stevens y María Bello toman la historia real de las Amazonas de Dahomey y construyen un guion que bien parece la película sobre la superheroína Nubia en La mujer rey, una emocionante cinta de acción dirigida por Gina Prince-Bythewood (Amor y Baloncesto, La vida secreta de las abejas) y protagonizada por Viola Davis, en reemplazo de Lupita Nyong’o, quien rechazó el papel al enterarse que las guerreras Agojie no eran tan nobles como esta cinta quiere hacernos creer. En otras palabras, La mujer rey es más Wakanda que Dahomey y sus guerreras son más Amazonas que Agojie.
Eso no quiere decir que esta sea una mala película, ni mucho menos. La mujer rey es un emocionante trabajo de ficción sobre un grupo de poderosas mujeres del que se posee muy poca información histórica. Su líder es Nanisca (Davis, estupenda como siempre), una generala fuerte y curtida, que no ha podido superar un pasado traumático. Ella le rinde pleitesía al Rey Ghezo (John Boyega), quien la tiene como su mano derecha. El título de la cinta hace referencia a la tradición Dahomey en la que el Rey puede elegir a una Mujer Rey para que gobierne con igualdad de poder y derecho a la de su contraparte masculina.
Entra en escena una Chica Maravilla, con el nombre de Nawi (Thuso Mbedu), una joven rebelde que se rehúsa a casarse con un hombre que no ama y que termina haciendo parte de las Amazonas. Nawi es entrenada por Izogie (Lashana Lynch), una guerrera veterana, que se convierte en una figura maternal para la chica (los lectores de cómics podrán equipararla con Artemis).
Los villanos aquí son Oba Ade (Jimmy Odukoya), el líder de un grupo de mercenarios que colabora con los esclavistas blancos europeos; y Santo Ferreira (Hero Fiennes Tiffin), un esclavista portugués, posiblemente inspirado en la figura histórica de Francisco Félix de Sousa, un traficante de esclavos brasilero aliado del Rey Ghezo. Poco a poco se revelarán secretos que, por momentos, convierten a la cinta en casi una telenovela. Sin embargo, el sabio enfoque de Prince-Bythewood en la acción, salva a La mujer rey de convertirse en un melodrama exagerado.
Asimismo, los efectos digitales irregulares se compensan con las estupendas coreografías de pelea y los hermosos vestuarios de Gersha Phillips (Star Trek Discovery). Asimismo, el romance cursi y prohibido desarrollado entre Nawi y Malik (Jordan Bolger), un antiguo esclavo que se acerca peligrosamente al Fabio de las portadas de las novelas románticas, se equilibra con el convincente y sensible sentido de comunidad de las mujeres guerreras, entre las que también se encuentran Amenza (Sheila Atim), la consejera y mejor amiga de Nanisca; y Ode (Adrienne Warren), una joven tan valiente y decidida como Nawi.
Desde la recordada miniserie para la televisión Shaka Zulu, no se había recreado la historia de un héroe africano para el público occidental de una manera tan poderosa, mucho menos a un grupo de heroínas. Y desde que Pantera Negra, abrió las puertas de Wakanda, las películas de acción épica desarrolladas en África han demostrado ser muy atractivas. Ojalá Viola Davis vuelva para una secuela de Nanisca y sus guerreras y los estudios Warner se decidan por fin en hacer una película de Nubia, quizás protagonizada por Lupita Nyong’o.