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La Isla de los músicos: una mirada al legado musical de Puerto Rico y su relevancia global

La música puertorriqueña ha tenido una gran influencia en la escena musical mundial, y la Isla ha sido reconocida como uno de los principales centros musicales en Latinoamérica y el Caribe

Por  ROLLING STONE

junio 7, 2023

DE IZQUIERDA A DERECHA, DE ARRIBA ABAJO: TORKIL ADSERSEN/EPA/LANDOV; IVY QUEEN: SCOTT DUDELSON/GETTY IMAGES; RAFAEL HERNANDEZ MARIN: ARCHIVO; ARCANGEL: ERIC ROJAS; WILLIE COLON: CORTESÍA FERNANDO SÁNCHEZ; GRAN COMBO DE PUERTO RICO: CORTESÍA PRENSA.

Desde sus inicios, la música ha desempeñado un papel fundamental en la formación de la cultura y las costumbres actuales de Puerto Rico. Desde los areytos de los indios taínos, en los que se reunían para celebrar y conmemorar sus ritos y tradiciones a través de danzas, tambores y cánticos del cacique, hasta las festividades religiosas que llegaron tras la colonización, la música y las congregaciones públicas siempre han estado ligadas.

La música puertorriqueña tiene sus raíces en la cultura africana, europea y taína. La bomba y la plena son géneros musicales tradicionales que se originaron en la Isla y se han mantenido populares a lo largo de los años. A medida que la música fue evolucionando con el pasar de los años y la llegada de otras influencias sonoras, surgieron nuevos géneros como la salsa, el merengue y la bachata, que tienen su origen en la música caribeña y latinoamericana. Además, otros géneros musicales surgieron en las regiones rurales de la Isla, como la mazurca, la polka y el pasodoble, que se criollizaron y se convirtieron en lo que se conoce como seises o aguinaldos, que son las principales ramas de la música jíbara. Las guitarras, los cuatros, los güiros y los bongós son los encargados de armonizar las canciones del trovador, quien normalmente improvisa sus letras, tal como se hace algunas veces hoy en día en los géneros urbanos.

Uno de los músicos más influyentes de Puerto Rico fue Rafael Hernández Marín, quien es considerado como uno de los padres de la música puertorriqueña. Hernández compuso más de 2000 canciones, incluyendo ‘Lamento Borincano’ y ‘Preciosa’, que se han convertido en clásicos de la música puertorriqueña.

En la década de los 70, la salsa se convirtió en el género musical más popular de Puerto Rico y comenzó a volverse famoso no solo en la Isla, sino principalmente en la Costa Este de los Estados Unidos. Cantantes y grupos como El Gran Combo de Puerto Rico, Héctor Lavoe y Willie Colón comenzaron a sonar en las tabernas y clubes del mundo entero. Con sus arreglos innovadores de pianos, instrumentos de viento y las inigualables voces de estos personajes, poco a poco fueron poniendo a Puerto Rico en boca de todos y comenzaron a establecer a la Isla como un puente, un epicentro musical donde las influencias estadounidenses se juntaban con el Caribe y América Latina.

La salsa puertorriqueña emergió como una fuerza indomable en el mundo de la música latina. Esta nueva corriente de la salsa no solo llevó la música bailable a nuevos terrenos, sino que también se convirtió en una forma de resistencia cultural para los puertorriqueños en la diáspora.

La salsa puertorriqueña fue influenciada por una amplia variedad de géneros, desde el son cubano hasta el jazz y el soul. Pero, a diferencia de la salsa cubana, que era más tradicional y folclórica, la salsa puertorriqueña tenía un enfoque más comercial y moderno, con una gran cantidad de arreglos orquestales y letras románticas. Uno de los artistas más importantes de la época fue Héctor Lavoe, conocido como “El Cantante de los Cantantes”. Lavoe se convirtió en una leyenda de la salsa gracias a su voz única y emotiva, y sus canciones se convirtieron en himnos de la comunidad puertorriqueña en Nueva York y más allá.

Otro artista influyente de la época fue Willie Colón, quien además de ser músico, era un activista político comprometido con la lucha por los derechos de los latinos. Colón junto a su banda, los Legal Alien, fusionaron la salsa con elementos de rock y funk, creando un sonido innovador que cautivó a una nueva generación de oyentes.

La salsa puertorriqueña también tuvo un gran impacto en la política y la cultura. Durante los años 70 y 80, los puertorriqueños en Nueva York se enfrentaron a la discriminación y el racismo, y la salsa se convirtió en una forma de resistencia y solidaridad. La música se convirtió en una fuerza unificadora para los puertorriqueños en todo el mundo.

Mientras tanto, durante las últimas décadas, el reggaetón ha surgido como el género musical más popular de Puerto Rico y ha ganado una gran audiencia a lo largo y ancho del planeta.

Tego Calderón fue uno de los primeros exponentes del reggaetón en la Isla y en América Latina. Cuando el rapero puertorriqueño emergió como uno de los predicadores del reggaetón a finales de los 90, su personalidad explosiva, su orgullo afro y el lirismo innegablemente ingenioso se ganó rápidamente el corazón de las multitudes. Pero El Abayarde cambió la cosa y lo convirtió en una leyenda.

Este nuevo sonido rápidamente tomó popularidad en Puerto Rico y los países aledaños y, junto artistas como Daddy Yankee e Ivy Queen, fue abriéndole puertas a nombres como Don Omar, Arcángel, Wisin y Yandel, y otros. A medida que el reggaetón se fue expandiendo por Latinoamérica, también evolucionó en diferentes subgéneros, como el trap y el reggaetón romántico. El trap latino, por ejemplo, ha ganado popularidad en los últimos años gracias a artistas como Bad Bunny y Anuel AA, quienes han llevado el género a nuevas alturas.

Aunque el reggaetón ha sido criticado por su contenido lírico explícito y la imagen sexualizada de sus artistas, también ha sido reconocido por su capacidad de empoderar a la comunidad latina y de dar voz a las comunidades de jóvenes marginados. El reggaetón ha sido una forma de expresión para aquellos que han sido discriminados por su raza o clase social y ha ayudado a romper estereotipos y barreras culturales. Además, el género ha sido un impulsor económico para la industria de la música latina y ha abierto puertas para una generación de nuevos artistas y productores.

Puerto Rico ha sido reconocido como un “hub” musical importante por su influencia en la música latina y caribeña, y por sus contribuciones a la música mundial en general. La Isla ha producido algunos de los músicos más influyentes de Latinoamérica y el Caribe, y su legado musical continúa inspirando a nuevas generaciones de músicos y oyentes.