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King, regreso a casa

Un cachorro de león encuentra refugio en una casa habitada por dos niños y estos deciden llevarlo a su lugar de origen

David Moreau 

/ Gérard Darmon, Lou Lambrecht, Léo Lorléac'h

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

Cortesía DE CINE COLOMBIA

Gracias a la acogida de Ellos (2006), la escalofriante película que marcó su debut como director, el francés David Moreau tomó las riendas del remake norteamericano de la cinta de terror oriental El ojo (2008), con desastrosas consecuencias. Moreau regresaría a su lugar de origen, para dirigir años después la comedia romántica 20 años no importan (2013) y Solos (2017), una cinta de ciencia ficción para el público adolescente, con unos resultados más o menos satisfactorios. 

Ahora Moreau regresa con su sexta película, una cinta de aventuras dirigida a toda la familia y protagonizada por un león llamado King e Inés (Lou Lambrecht) y Alexandre (Léo Lorléac’h) dos jóvenes preadolescentes de doce y quince años de edad respectivamente, quienes tratan de protegerlo. 

Inspirada en el tráfico ilegal de animales salvajes y siguiendo la línea trazada por la hermosa Mia y el león blanco, King cuenta la historia de un cachorro de león, quien es víctima de esta actividad delictiva, pero que logra escaparse en el aeropuerto de Orly, para encontrar refugio en la casa donde viven los dos hermanos, quienes viven con Louise (Clémentine Baert), una mujer que no sabe qué hacer con ellos, luego de la muerte de la madre y del abandono del padre. 

Es así que los dos hermanos, en un principio rivales, encuentran una causa que los une y es la de regresar al simpático león a su hogar en África. Para ello van a pedir la ayuda de Max, su excéntrico abuelo con alma de aventurero (Gérard Darmon).    

Para esta road movie de corte naturista, los realizadores decidieron utilizar a un león real para algunas escenas puntuales y recurrir a su recreación por medio de los efectos especiales (una mezcla entre captura de movimiento y el uso de un perro para planos cerrados). 

Aunque posee algunos momentos encantadores y logra llamar la atención del espectador de principio a fin (especialmente el público infantil), King sufre de una tremenda falta de originalidad. Como si se tratara de Simba, el cachorro de la película El Rey León, quien percibe el espíritu de su padre Mufasa, es imposible que los espectadores más adultos y curtidos, no sintamos la presencia constante de E.T. El extraterrestre y de Liberen a Willy en la cinta de Moreau.

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