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Javier Milei es parte de un movimiento global que gira a la derecha

El representante de una extrema derecha libertaria fue elegido como presidente en Argentina. Sus propuestas, descabelladas para muchos, no fueron un impedimento para su victoria que se inserta en un movimiento global de extrema derecha.

Por  LAURA VÁSQUEZ ROA

noviembre 23, 2023

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Javier Milei es sin duda el personaje político más comentado en América Latina por estos días. El economista autodenominado como “anarcocapitalista y libertario” se alzó en las urnas con una gran ventaja sobre su oponente, el oficialista Sergio Massa. Al obtener el 56 % de los votos, Milei arrasó en la segunda vuelta y dejó en claro el amplio descontento con el gobierno saliente de Alberto Fernández, de corte kirchnerista.

Las cifras de la inflación por encima del 140 % en el último año, el 40 % de la población sumida en la pobreza y el 10 % en la indigencia, son bien conocidas, y en gran medida explican el hecho de que las propuestas de Milei, aunque fuera calificadas por muchos como absurdas, adquirieran tanta fuerza. El mensaje general era la necesidad de algo distinto y allí Milei supo hallar un espacio.

Sin embargo, su elección representa muchas más cosas que un castigo del pueblo argentino al legado de la expresidenta y actual vicepresidenta, Cristina Kirchner. Javier Milei llega al poder con muy poca experiencia, propuestas improbables y sobre todo enfoques preocupantes para sectores vulnerables de la población. Su estilo, además, se inserta en una tendencia política de extrema derecha que adquiere fuerza en varias partes del mundo. Pero, ¿de dónde salió el nuevo presidente?

El mandatario electo es economista de profesión y un acérrimo defensor de las ideas libertarias que, dicho en pocas palabras, abogan por la libertad del individuo por encima de cualquier cosa, resguardan la propiedad privada como el elemento fundamental para el desarrollo económico y para ello confían completamente en el poder autorregulador del mercado. Bajo esta ideología, se espera una mínima intervención del Estado, pues el mercado debería solucionar todo.

Milei se dedicó a enseñar economía en diferentes universidades y tuvo algunos cargos como asesor en política monetaria, pero gran parte de sus esfuerzos se han centrado en la escritura de sus ideas sobre la economía, y la difusión de dichas ideas, como veremos más adelante. Desde 2008 y hasta 2021, Milei tuvo un trabajo muy importante para su actual carrera política, cuando fue empleado de la Corporación América de Eduardo Eurnekián. Este sería no solo su jefe, sino un gran apoyo para su incursión en los medios de comunicación y posteriormente en la política. Eurnekián es uno de los hombres más ricos de Argentina.

En el 2015, Milei empezó a aparecer en programas de debate político en televisión. Su estilo combinaba gritos, insultos y una personalidad tan excéntrica, que no pasaba desapercibida. Es ahí, en los medios de comunicación, y en particular en el programa del presentador Alejandro Fantino, que Milei coge vuelo y se convierte en una máquina de subir el rating. La clave de su magnetismo está en su desparpajo al hablar, aunque eso implique una actitud agresiva contra cualquier tipo de interlocutor.

No es del todo clara la forma en que este triángulo Eurnekián-Milei-Fantino se formó, pero el periodista Juan Luis González, autor del libro El loco, sobre la vida del líder libertario, investiga varias conjeturas que ubican al millonario empresario como un hombre interesado en conectar a Milei con la política y los medios de comunicación. Al menos en un principio. Algo innegable en este asunto es que Eurnekian tiene acciones en el canal que hizo famoso a Milei.

El fenómeno Milei fue recogiendo adeptos hasta que, en 2021, decidió saltar de sus multitudinarias apariciones en redes sociales y medios, a la política electoral. Fue elegido diputado nacional con su partido La Libertad Avanza y desde esa posición afianzó su discurso incendiario contra las élites política del país, lo que él llama “la casta”.

Las propuestas y posturas de Milei en campaña

Su carrera política lo acercó a Victoria Villarruel, una mujer de familia de militares, muy conocida por su postura negacionista de la dictadura. Milei y ella fueron electos como diputados por el mismo partido y posteriormente ella se convirtió en su fórmula vicepresidencial. La influencia política de Villarruel ha hecho mella en el nuevo mandatario, a tal punto que en la campaña a la presidencia Milei incorporó discursos negacionistas y/o relativistas sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos y aceptados por los militares en la última dictadura argentina.

Para las elecciones de 2023 estaba decidido su interés por la presidencia. Las primarias fueron un éxito, pues sacó el 30 % de los votos, lo que significó que fue el candidato individualmente más votado; mucho más que las fuerzas tradicionales. Un dato curioso, pero no menor: se conoció públicamente sobre los supuestos diálogos que Milei tiene con Dios y con su perro muerto que mandó a clonar. Según él, Dios le dijo que su misión ser presidente en 2023.

Así como las posturas de Milei se basan en la defensa del libre mercado a toda costa, se ha pronunciado a favor de la venta libre de órganos y de armas. Se opone al aborto legal, tiene posturas abiertamente antifeministas y, durante la pandemia, lideró grupos negacionistas de la Covid-19 y de las vacunas.

Sus propuestas (que más bien parecen epítetos gritados como en su video viral), tienen la intención de reducir el gasto público al eliminar ministerios, “implosionar” el Banco Central, privatizar servicios y, sobre todo, dolarizar la economía. Estas ideas son presentadas como aparentemente sencillas, y aunque poco dice de cómo llevarlas a cabo, expertos demuestran la imposibilidad de cumplirlas. Ese es el caso de la dolarización, que requeriría reservas suficientes para reemplazar el dinero actual por dólares en todo el país.

Otra gran inconsistencia del discurso de Milei se dio cuando abrió a subasta los puestos de quienes quisieran ser candidatos con su aval en distintas provincias y ciudades. Esta manera de hacer campaña finalmente fue muy similar al modus operandi que utiliza la clase política tradicional. Este sistema de recaudo para su campaña choca con la imagen que construyó de outsider, lejano de la “casta”.

Milei y el avance de las derechas en el mundo

Las ideas de extrema derecha han adquirido mayor protagonismo desde hace más de una década y no son reserva de esta región. Desde Brasil hasta Noruega, pasando por España, Estados Unidos, Perú, Israel, Italia y hasta la India, los partidos de extrema derecha han sumado simpatizantes y se puede entender a Milei como parte de ese fenómeno global. Ya sea por inspiración o por contacto más directo, está conectado con Jair Bolsonaro en Brasil, el partido Vox en España y Donald Trump en Estados Unidos.

Es imposible separar el éxito político del éxito mediático que ha conseguido. Buena parte de su triunfo se lo dieron los jóvenes que no ven futuro en la crisis económica actual. El manejo de las redes sociales, sobre todo TikTok, le dio lugar a un discurso incendiario que atrapó a millones de argentinos por “decir las cosas como son”, algo que también ha ocurrido en otros lugares del mundo.  

El vínculo que llevó al poder a Milei bebió de ideas liberales que se transformaron en libertarias y que poco a poco se acercaron a corrientes conservadoras (como el movimiento antiaborto y familista) para finalmente amalgamarse en soluciones aparentemente fáciles que en la práctica son muy cercanas a los discursos antiderechos. Esta tendencia recuerda a los movimientos del fascismo y el nazismo de hace un siglo.

Los discursos de políticos como Milei ganan terreno en muchos países bajo una premisa de “ellos vs nosotros”, aprovechando las condiciones de desigualdad y precariedad que tantos, especialmente los jóvenes, experimentan. Allí, estas ideas reaccionarias coinciden con propuestas machistas, conservadoras, y absurdas, sí, pero que tienen una gran eficacia para llegar a las clases obreras, al voto masculino y joven, y conectar con sus necesidades más urgentes. Al final, la paradoja está en que estas necesidades parecen escuchadas, pero las respuestas mantienen el mismo sistema que genera esa injusticia social que les aqueja.  

Justamente, en las últimas fases de su campaña política, Milei se acercó aún más a figuras de la extrema derecha argentina. Sin embargo, a pesar de la cercanía con ideas que exaltan la libertad individual, la familia tradicional o el nacionalismo, esta derecha no es la misma de siempre. Ahora apela a lo popular y eso a muchas personas les suena bien.

Lo que viene será un periodo de gran observación sobre el rumbo que tomará Argentina con Javier Milei. De entrada, la pregunta es con quién va a gobernar, pues sus bases políticas no son fuertes. Queda en vilo la duda por el respeto a la democracia y las instituciones, y cómo responderá ante el rugido de un pueblo cansado de vivir endeudado.

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