“¡No escuches a nadie excepto a ti mismo! Estoy muy orgullosa de mi carrera y de mi discografía porque siento que es una representación fiel a mí, y eso es muy difícil de conseguir en la industria musical”, comenta la cantante de Nueva Jersey, Halsey, quien recientemente cumplió 26 años. En esas casi tres décadas de vivencias y de pasar de ser una pequeña intérprete a un ícono mundial, ha aprendido varias lecciones sobre los altibajos y las responsabilidades de ser exitosa.
Halsey nació en 1994 en Washington, Nueva Jersey, ella se crió en una familia compuesta por un padre afroamericano y una madre con ascendencia húngara e irlandesa, este aspecto la nutrió mucho respecto a la diversidad musical con la que ella se encontró a temprana edad. “Mi padre escuchaba a Notorious B.I.G. y a 2Pac, mientras que mi mamá escuchaba The Cure, Alanis Morrisette y Nirvana”, dijo la cantante para Inside The Story.
Desde pequeña, ella se vio interesada por las artes escénicas y la música, siempre estuvo lista para encaramarse al escenario. “Siempre he sido una intérprete, ya sea en las obras de teatro del colegio o inventando un show en la sala de la casa, siempre quise entretener. Cuando fui creciendo conocí los instrumentos, aprendí violín, viola y cello, los amaba todos pero no lograron enamorarme”, cuenta la cantante. “A eso de los 14 años comencé con la guitarra eléctrica y algo hizo clic. Cuando aprendí a tocar guitarra fue cuando empecé a escribir canciones y nunca me detuve”.
La mayoría imaginamos la fama como una ola de bendiciones, pero definitivamente para muchos que la han logrado conseguir, termina convirtiéndose en una capa abrumadora de la que pronto quieren zafarse o aprender a controlar. “Adaptarse a una nueva vida siempre será complicado, inclusive si es la vida con la que siempre soñaste. Hay que acostumbrarse a estar de gira, estar lejos de mi familia y amigos, e incluso tener fans es tan asombroso como espeluznante”, comenta Halsey.
Y como sucede en algunos casos dentro de la industria musical, las disqueras y las grandes corporaciones a veces influyen dentro de la labor creativa y de producción de los contenidos de los artistas. “Siempre te están intentando halar en un millón de direcciones y te empujan a que hagas la música que ‘esté de moda’ y que sea ‘novedosa’ a la vez, pero nunca caí en eso. Requirió de mucha voluntad y confianza en mí misma, pero absolutamente valió la pena”, dice la cantante.
Actualmente, la cantante tiene tres álbumes de estudio, tres récord Guinness, dos nominaciones a los Premios Grammy, y cuatro premios Billboard. Halsey también ha sido completamente abierta con su salud mental, pues sufre de un trastorno bipolar con el que ha tenido problemas pero se ha sabido adaptar. Halsey es un vivo ejemplo para millones de jóvenes y artistas emergentes, y hace parte de una campaña llamada Make Your Name, la cual busca encontrar historias de vida inspiradoras que demuestren que el éxito no se consigue de la noche a la mañana. “Sientes toda esta presión al sentirte adorada en cada publicación, cada disquera, cada artista, cada persona con una cuenta de Twitter, pero es un objetivo inalcanzable, y así es como la gente se pierde a sí misma”, dice la artista. “ A mi yo del pasado le recordaría que está en la posición en la que está porque ya le gustaba a la gente y porque se identifica con ella. Y a la larga he triunfado siempre y cuando sea yo quien se impresione”.