Hacia las siete de la noche, la legendaria banda colombiana Darkness, encabezada por el baterista Oscar Orjuela, empezó a calentar el ambiente metalero con sus canciones clásicas y con temas nuevos que hacen parte de su más reciente lanzamiento, Inhumanidad. La actual formación de la agrupación bogotana se mostró muy sólida, y con ‘Metalero’ nos hizo recordar épocas fundacionales para el género en nuestra tierra.
Una hora más tarde las luces se apagaron de nuevo, anunciando el regreso de un mastodonte a la capital. Un gigante que hace más de 10 años había pasado por acá junto a Metallica.
Con ‘Gobblers of Dregs’, de su álbum Hushed and Grim (2021), Mastodon abrió un show impresionante, en el que demostró con sobrados méritos por qué es una de las más importantes entre las surgidas a lo largo de este siglo. Lo del cuarteto de Atlanta es muy interesante porque su música es supremamente compleja, pesada, psicodélica, y llena de habilidad en las partes vocales e instrumentales. A esto se suma un increíble manejo de visuales, capaz de convertir cada canción en un verdadero viaje sensorial.
Tal vez una de las cosas más fascinantes al ver a Mastodon en vivo es el trabajo que hacen Brann Dailor (batería), Brent Hinds (guitarra líder) y Troy Sanders (bajo), en las voces, alternándose en la responsabilidad principal, haciendo armonías y coros, que enriquecen constantemente los intrincados temas que interpretan. Bill Kelliher está junto a ellos con su guitarra, llevando al público a la locura, con la ayuda del teclista brasilero João Nogueira.
A través de canciones como ‘Sultan’s Curse’, ‘Black Tongue’, ‘The Czar’, ‘Steambreather’, y ‘Blood and Thunder’ (con Joe Duplantier, de Gojira), Mastodon hizo un trabajo impecable, dejando al público con ganas de más con un cierre atronador.
Poco después, otro gigante, heredero de Godzilla, invadió la tarima y llenó el Movistar Arena con su mágico estruendo. Gojira se presentó en Bogotá en septiembre de 2022, y tenerlos de nuevo en tan poco tiempo fue un enorme placer.
El set de los franceses comenzó con ‘Ocean Planet’, de From Mars to Sirius (2005) y continuó un recorrido por la discografía de este cuarteto, que ha logrado dar al death metal un estatus que jamás había tenido. Pero es necesario entender que no se trata de cualquier death metal; este es un sonido técnicamente enmarañado, profundo, progresivo, ambiental, y de enorme sensibilidad.
Los hermanos Joe (guitarra/voz) y Mario Duplantier (batería) lideran una avalancha que aplasta todo a su paso. A su lado están Christian Andreu (guitarra), y Jean-Michel Labadie (bajo), sosteniendo con firmeza el andar del gigante.
En esencia fue un show muy similar al que presenciamos el año pasado, con visuales sobrias y sofisticadas que ayudaban a generar ambientes y texturas perfectas para el sonido denso y brutalmente sobrecogedor de Gojira. Sin embargo, se sintió probablemente más devoción por parte del público, allí estaban los incondicionales, los que siempre harán volar las ballenas en ‘Flying Whales’, y se reventarán las gargantas en ‘The Chant’ (que contó con la participación de Brent Hinds, de Mastodon). ‘Amazonia’ y ‘The Gift of Guilt’ dieron cierre a una noche maravillosa e inspiradora, el fin de una jornada que mostró que el metal no depende exclusivamente de las mismas bandas de siempre, y que el camino aún es muy largo.
