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Future of Music: Kevin Kaarl

El oriundo de Chihuahua es uno de los talentos que están poniendo a México y sus sonidos en el mapa.

Por  PABLO MONROY

mayo 8, 2024

Cortesía Prensa

Kevin Kaarl nació en Meoqui, una pequeña ciudad en Chihuahua, México, y forma parte de esa ola de folk melancólico que surgió hace unos años en el norte del país, junto a otros exponentes como Ed Maverick o Dromedarios Mágicos. Un movimiento de jóvenes que le cantan a una generación ávida de honestidad y catarsis emocional. 

Kaarl siempre ha demostrado múltiples habilidades creativas. “Desde pequeño sí he tenido ese sueño de crear, ya sea cine, fotografía y, obviamente, música”, relató Kevin a ROLLING STONE en Español en mayo de 2023, cuando figuró en la portada de la publicación.  “De niño pensaba en formar una banda y crear canciones. Antes de meterme en lo que estoy ahorita, pensaba mucho, ‘Ojalá, yo pudiera componer estas canciones que escucho de tal artista’. Y por el momento, este proyecto que he estado creando, en lo personal, sí me gusta hacia dónde va, entonces sí me considero creativo”, añadió.

En su desarrollo como artista ha logrado hallar una identidad sonora basada en el folk y los sonidos de su país, pero agregando tintes de otros géneros como el dream pop, inspirado por bandas como Beach House. Sin embargo, no solo ha evolucionado en su sonido; bajo los reflectores ha encontrado nuevos retos que le han llevado a cuestionar y transformar su camino.

Hoy, Kaarl ha pisado escenarios por todo el mundo que incluyen el de Coachella, Pa’l Norte y Festival Estéreo Picnic, entre muchos otros. En la primera edición de los Premios ROLLING STONE en Español, Kaarl se llevó el premio como Promesa del Año. Sin embargo, su entorno no siempre estuvo lleno de grandes multitudes como las que ahora se enfrenta.

“Crecí en una ciudad muy pequeña que se mantiene del campo, de la cosecha de nuez, de alfalfa. Crecí en un ambiente muy ranchero, y mi infancia fue muy bonita, tuve una infancia muy chingona. Por lo mismo, introducirme a la música no fue muy difícil”, recuerda el cantautor.

Cuando tenía 7 años se metió a la única banda de marcha de su ciudad. Ahí aprendió a tocar la flauta y a leer partituras. “ Luego mi abuelito, como a los 8 años, me regaló una guitarra chiquita y quise aprender. Entonces le dije al profe del coro de la primaria que me enseñara, y me empezó a enseñar”, dice para traer el recuerdo de sus primeros pasos como intérprete.

Así, poco a poco, junto a su guitarra, su hermano gemelo y las amistades que hizo en el camino, fue encontrando su voz y empezó a dar forma a su proyecto. Hoy, para miles de personas en la región, representa el futuro de la música por su capacidad para conectar con una generación que vive en un panorama musical amplio, y que en ocasiones puede sentirse vacía. Es ahí en donde artistas como Kevin vienen a conmover, a sacar lágrimas y a hacer vibrar las almas con su voz y su lírica. 

En su más reciente material de estudio, París Texas, que trabajó con el productor de su banda favorita, Beach House, Kevin se alejó del desamor que antes había abordado en sus letras para empezar a abordar y plasmar disyuntivas internas. “Empecé a escribir canciones en tercera persona, y me ayudó a tratar mis problemas como si fueran de alguien más; les escribí canciones a mis problemas, y así retraté las discusiones que tenía en mi cabeza”, dice.  

Kaarl ha lanzado más temas después de París, Texas, como ‘Mis compas tan aquí’, ‘Me va a costar’ o ‘Mi viejo’, con los que demuestra que seguirá conectando con sus oyentes y conmoviendo a un público cada vez más amplio. El artista está cosechando los frutos que le ha dado abrazar su vulnerabilidad. Si se mantiene fiel a sí mismo, no cabe la menor duda de que Kevin Kaarl será un abanderado para el futuro de la música. 

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