A Chiara
Gracias a unos estupendos actores naturales y a un trabajo de cámara enérgico y metido en los cuerpos de los protagonistas, el director Jonas Carpignano logra un estupendo trabajo que se rehúsa a embellecer o glorificar el mundo de la mafia
Gracias a unos estupendos actores naturales y a un trabajo de cámara enérgico y metido en los cuerpos de los protagonistas, el director Jonas Carpignano logra un estupendo trabajo que se rehúsa a embellecer o glorificar el mundo de la mafia