El detrás de escena de Gelatina y su fábrica de jingles, el último hit electoral

Pedro Rosemblat, Ivana Szerman y Marcos Aramburu protagonizan algunos de los contenidos más virales en la campaña electoral

Por  AYELÉN CISNEROS

agosto 9, 2023

Muy politizados. Eso diría Mirtha Legrand si viera Gelatina un día cualquiera por YoutTube o Twitch. Esta plataforma digital, creada por Pedro Rosemblat y que comenzó a transmitir en marzo de 2022, es una de las revelaciones de la temporada, con una programación que va crece (ya tiene once programas al aire) y con casi 200.000 seguidores entre las dos plataformas. 

El boom digital que habilitó el aislamiento por la pandemia y la búsqueda de explorar formatos más colectivos fueron las condiciones para que esta idea floreciera. Si bien comparte el caldo de cultivo de otros proyectos digitales, Gelatina no le tiene miedo a hablar de política y rosca, a diferencia de la mayoría. Según su fundador, este medio no tiene una línea editorial sino “un rasgo político identitario”. No hay espacio para tibios, ni para sobrevolar el presente a vuelo de pájaro.

“Hacemos comunicación y entretenimiento digital desde un posicionamiento político popular. Nos interesa explorar los vínculos de la política con el humor, el entretenimiento y las tendencias pero también buscamos agitar comunidades digitales donde se elaboran, disputan y prolongan sentidos políticos populares”, cuenta Rosemblat, también conocido por dos personajes, el Cadete en El Destape, programa de Roberto Navarro, o El Pibe Trosko de Twitter 2012. Aunque su público es mayoritariamente joven, también hay adultos de mediana edad. 

Uno de los segmentos más populares de esta exploración de formatos y el agite es “La fábrica de jingles”, una sección de Tres estrellas, el programa que el fundador y también militante hace junto a Ivana Szerman, Marcos Aramburu, Adrián Lakerman, Maitena Aboitiz y Octavio Gencarelli. Los jingles se componen a partir de pistas y parte de letras de canciones, muchas de rock nacional: “La grasa de las capitales” (Serú Girán), “Abarajame” (Illya Kuryaki and the Valderramas), “Cosas mías” (Los Abuelos de la Nada), “Pronta entrega” (Virus), “Beatle” (Attaque 77), “Y qué” (Babasónicos), “Los dinosaurios” (Charly García), “La bestia pop” (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota), son algunos de los clásicos revisitados en formato campaña política. Y muchas veces la relación entre el candidato y el tema elegido es realmente impensada, por ejemplo las letras de Babasónicos o Charly García son reformuladas para hablar sobre el candidato libertario Javier Milei. Recortados, los jingles con las reacciones de los integrantes del programa se convirtieron en reels que se viralizaron en redes.

“Es un contenido político colaborativo, que hacemos con la comunidad y que viene en forma de jingles, es decir, con música, con canto, con humor. Y no sólo son buenísimos en términos estéticos, mucho mejores que los de las campañas oficiales, sino que sobre todo tienen niveles zarpados de interpretación y expresión de la realidad política”, explica Rosemblat.

Ivana Szerman, su compañera de programa, también fundadora del medio autogestivo y digital Mate, cuenta que llegan cientos de jingles y en la semana antes del cierre de esta nota llegaron mil: “Felipe Boetto que es nuestro productor no solo es un trabajador y persona maravilloso, sino que se ocupa de este asunto con toda dedicación y arma la narrativa que después vemos al aire. Cuando alguno de nosotros lleva uno lo ponemos al aire entre los demás y avisamos que es nuestro cuando suena. Fundamentalmente, Marcos [Aramburu] se está luciendo muchísimo con los suyos. El criterio de selección hasta donde se es que sean buenos, graciosos, novedosos o pegadizos, y que haya alguna variedad. Obvio arrasa [Juan] Grabois entre el público de Gelatina entonces hay muchos más sobre él, pero es todo orgánico, gente que se pone y los manda hasta donde sé”. 

“No soy Alberto Fernández” en lugar de “No soy el hijo de Hernández”, el tema de Cuarteto de Nos, es uno de los jingles creados por Aramburu que más se movió en redes. Varios candidatos, como Grabois o Milei, se hicieron eco de los jingles y los compartieron en sus redes, amplificando el fenómeno. 

En la previa de las elecciones nacionales de 2023, mucho se habla de la apatía o despolitización, sobre todo del público joven, por la crisis económica que vive Argentina, con inflación, caída del salario real, grandes problemas para el acceso a la vivienda, entre otros temas. En Gelatina parece no estar tan claro que todo sea desazón. “Me parece que hay un desinterés en la política en general. Me baso en el nivel de ausentismo y voto en blanco que venimos viendo en las elecciones provinciales. De todas formas es histórico que si hablás de relaciones mucha más gente se va a sentir identificada. Todos alguna vez nos enamoramos o estamos calientes o nos peleamos con un amigo, es mas facil la identificación. Con esto no minimizo en absoluto otras propuestas, todo lo contrario, me parece un laburazo poder construir conversaciones desde la intimidad sobre esos temas y bancártela con toda. No se si eso es tanto despolitización, creo que es abarcar más público”, dice Szerman.

Y agrega sobre la apuesta que hacen por contenidos politizados: “Cuando establecés una postura política mucha gente va a apagar, sea porque tiene la postura opuesta o porque no le interesa que le hablen de eso. Sin embargo en Gelatina -como en Mate- cada vez que hay un acontecimiento político importante la audiencia crece un 30, 40%. Los jingles también son un acontecimiento político. Entonces quizás no es un momento de tanta avidez, pero cuando pasa algo a nuestro público le gusta saber que estamos ahí y que van a poder venir a pensar con nosotres o a sentirse acompañados en la adversidad o en la celebración. Incluyo el mundial en todo esto. Así que es relativa la despolitización”. 

Rosemblat, por su parte, cree que la despolitización es en realidad falta de espacios de participación: “Quizás la desmotivación no sólo tiene que ver con la crisis económica sino también con una falta de convocatoria a participar de la escena política. Hoy estamos recibiendo aproximadamente 1000 jingles por semana, que es muchísimo si consideramos el alcance de nuestra comunidad. Además, esos jingles dicen muchas de las cosas que la dirigencia no está pudiendo decir, y se expresan y elaboran contradicciones que no tienen espacios para manifestarse. Nos parece que es una muestra de lo que están expresando las bases militantes y populares y que evidentemente no están encontrando canales de expresión y escucha en los ámbitos políticos tradicionales”. 

Streamear le impone ciertas características a los contenidos digitales como la espontaneidad, el diálogo con el público a través del chat de las plataformas y los imprevistos al aire, cosas que con algunas diferencias técnicas recuerda al magazine de la radio tradicional. Szerman cuenta que hace más de dos años hacía un noticiero editado que salía en Youtube y que decidió streamearlo porque la actualidad grabada tenía limitaciones: “Fue medio pronto para streamear, nadie sabía lo que era, cómo se miraba, qué sentido tenía. Ahí descubrí esa emoción de estar en vivo mientras los demás están y se manifiestan ahí. Amo el streaming, estar juntos a la vez haciendo algo, los que lo producimos y los que lo consumen, pero hay mucho de que ‘funcione’ que pasa por eso que no tiene nombre que sucede entre las personas y que tiene precisamente que ver con la situación en vivo. Obviamente esto sí atraviesa la radio como antecedente y ahora esta plataforma. Hay algo de ‘hazlo tú mismo’ que me encanta. Aunque no quiero disfrazar de punk una autoprecarización. Pero tiene algo muy de vos estás ahí, y yo estoy acá, más o menos en la misma acompañándonos, que se produce justamente en el hacerlo. Eso me parece maravilloso aunque me siento medio cursi diciéndolo. Obviamente, se fue profesionalizando en varios medios, incluído Gelatina, y eso está bárbaro porque te da nuevas posibilidades pero creo que mientras seamos jóvenes hay que tratar de conservar algo de ese espíritu para que la cosa siga funcionando”.

Cómo financiar estos esta clase de proyectos que no son bancados por grandes medios o corporaciones es uno de los temas candentes y es el lado B de esta libertad que explica la cocondutora de “Tres estrellas”. Gelatina se financia principalmente por el aporte de sus suscriptores y también por publicidad de empresas públicas y privadas.

“La sostenibilidad es un problema común a todos los sectores de la producción y el trabajo y mucho más en contextos inflacionarios como este. Además, se suma el hecho de que producimos contenidos para plataformas que son tanques y tienen mucha incidencia en la orientación de los contenidos y con las cuales la relación es muy desproporcionada”, describe Rosemblat.