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Dorian detrás de la ‘Justicia Universal’

"Encontramos la cuadratura del sonido Dorian, que es una mezcla entre digital y analógico; entre la expresión de un sentimiento cálido y afectuoso, pero también entre la frialdad y la obscuridad"

Por  SARA CÁCERES HUERTA

julio 13, 2021

Zahid Badillo

Dorian ha experimentado un crecimiento significativo en sus últimos años de carrera musical. Con su más reciente material discográfico, Justicia Universal, lanzado en mayo de 2018, logró impactar de nuevo en Latinoamérica, además de generar una proyección más amplia, presentándose en diversas ciudades de Estados Unidos.

Justicia Universal es el quinto álbum de estudio de la banda, sucesor a La Velocidad del Vacíolanzado en 2013. Dos años después, Dorian presentó el unplugged Diez Años y un Día, interpretando sus temas más emblemáticos en versión acústica, grabados en el Arenal Sound Festival de 2015. A diferencia de todo el repertorio anterior, el más reciente destaca sus raíces en el synthpop.

Zahid Badillo

Con más de 15 años de trayectoria, Dorian se encuentra en el punto cúspide de su madurez artística, luego de la gira de 18 meses de Justicia Universal, pasando por España, Estados Unidos, México, Colombia, Perú, Ecuador, Argentina y Chile. Marc Gili nos platica sobre el documental que nació de este recorrido y culminó al filo de lo que sería el inicio de la pandemia.

El vocalista ahondó en detalles como la inspiración detrás del álbum y su impacto dentro de la historia de la banda, así como los retos que enfrentaron al emprender «el espectáculo en vivo más ambicioso de toda la carrera del grupo», según expresó. Producciones de alta calidad, colaboraciones con artistas reconocidos y más.

¿Cómo nació el documental de Justicia Universal? ¿Es verdad que surgió durante su viaje a uno de los bosques de Catalunya?

La idea del documental nació a principios de la gira de Justicia Universal porque nos dimos cuenta que el grupo estaba creciendo bastante en España y algunos países de América. Sabíamos que era una gira en la que iban a pasar muchas cosas. Empezamos a planearlo a mediados de 2018, queríamos explicar algunas de nuestras ideas sobre la vida, nuestra profesión, lo que significa hacer conciertos y mostrar un poquito del behind the scenes de la banda, de tal manera que el público pudiera acercarse un poco más a nuestras dinámicas personales. 

El documental no surgió de nuestro viaje en esa zona del campo de Catalunya, sino de la conciencia de que, en los 18 meses consiguientes al lanzamiento de Justicia Universal, nos iban a pasar muchas cosas buenas e interesantes, y queríamos retratar ese momento. Invertimos mucho para ofrecerle al público el máximo de calidad posible y queríamos retratar esa magia.

Para Dorian, ¿qué significó la gira de Justicia Universal en su carrera musical? ¿Hubo un antes y un después? 

Sí, Justicia Universal es un álbum que fue muy bien recibido por la prensa y el público, cosa que no sucede siempre. La gira nos ha dado mucha alegría, ya que la banda hizo shows muy robustos y profesionalmente ambiciosos. También hay que decir que el grupo ya cuenta una trayectoria discográfica, entonces cuando en las presentaciones metes lo mejor de ella, te queda un repertorio bastante potente. Por eso este documental era necesario ahora, para unir los clásicos del grupo a un nuevo material tan redondo como este.

Adrian Morote

¿Qué retos vivieron como grupo al momento de la gira? 

Lo más complicado fue lograr hacer shows de la misma calidad tanto en los países en donde la banda ya está más desarrollada, como en los que todavía se está desarrollando, como Ecuador y Chile, en donde contábamos con menos presupuesto. En lo personal, yo diría que hubieron momentos que me sobrecogieron, y creo que a mis compañeros también. Por ejemplo, hubo un trayecto en el cual la banda recorrió mas de dos mil 500 km de la frontera que separa Estados Unidos y México, pegaditos a la baya. Cruzamos desiertos, desde Tijuana y San Diego, hasta Houston, por El Paso. El hecho de ser consiente de que esa frontera es un lugar extensísimo en el cual muchos sueños de personas se estrellan, es abrumador. 

Esta gira estuvo llena de momentos así, por ejemplo, nuestra presentación en Quito, Ecuador, coincidió con las revueltas populares en el país. Estaban las calles ardiendo y nosotros por ahí, haciendo conciertos. Coincidió también con la explosión del feminismo en Chile y Argentina. Bueno, es que al mundo le han pasado muchas cosas a lo largo de esos 18 meses, entonces nos fue agarrando el oleaje en medio del tour y ha resultado fascinante, tanto en lo personal como en lo profesional. 

Mencionaron en el documental de Justicia Universal que el álbum es un «homenaje a todos los colectivos que luchan por una sociedad mejor». ¿De dónde vienen sus raíces?

El álbum se llama Justicia Universal porque ya refleja un poco los cambios sociales que muchos estamos defendiendo y deseando para este siglo XXI. Más justicia para la gente, más igualdad, que se reparta la riqueza de arriba para abajo, y por supuesto que se acabe de una vez con el machismo y las agresiones al colectivo LGTBIQ+. Son nuestros motores para lograr un marco de convivencia mucho más sano del que hemos tenido estos últimos siglos. 

En el documental también mencionan el vínculo que crean con su audiencia. ¿Para ustedes cómo es ese proceso al llegar a un lugar en donde nunca han tocado, y en lo contrario, al regresar a un lugar que ya los ha acogido?

Bueno, es un reto muy complicado el presentarte en ciudades y países en donde nunca has estado. En algunos entramos tocando en festivales, lo cual es más cómodo pero también complicado, porque tocas para una audiencia que no te conoce. Otras veces entramos desde abajo, tocando en salas pequeñas que luego serán más grandes a lo largo de los años, pero en las que tocamos para nuestro público. En ambas ocasiones se trata de un momento crucial, porque en estos primeros conciertos nos lo jugamos todo. Es como cuando conoces a una persona y quieres agradarle, pero al mismo tiempo mostrarte tal como eres. Ese primer contacto con la audiencia va a marcar el inicio de una relación que se extenderá a lo largo de los años, y ese será el publico que le hablará a otros sobre lo que le gusta de tu propuesta o no. Por eso es importante hacer los shows con muchísima pasión y entregando todo, cosa que siempre solemos hacer en Dorian. 

Adrian Morote

Respecto al público mexicano, ¿qué perciben de la bienvenida que les dan en los espectáculos? 

Bueno, los amamos mucho y son nuestra segunda casa. Uno de los shows seleccionados para formar parte del documental fue el del Plaza Condesa, en el que presentamos el álbum completo. También aparece el Festival Tecate de Tijuana. Nosotros queríamos que México estuviera presente en el documental. Les echamos mucho de menos y ya estamos trabajando para regresar en 2022 con este nuevo álbum.

Hay una cosa que me encanta del publico mexicano y es que, además de ser apasionado, sabe de música. Escucha mucha música y está al día de las cosas, y eso a ti como músico te reconforta el doble porque sabes que ese público puede ver tantos conciertos quiera, y te elige a ti. En una ciudad como el D.F. o Monterrey, la gente ha visto muchos conciertos y no se traga cualquier cosa, así que cuando México te abraza es porque te quiere de verdad. Siempre nos han tratado muy bien y nosotros al mismo tiempo hemos intentado llevar nuestra propuesta no sólo a las principales plazas del país, sino a otras como Guanajuato, Pachuca, Veracruz, Nayarit… Hemos tenido unas aventuras maravillosas que han calado en muchas letras de Dorian, como «El Temblor» o «Llévame». 

¿Cuál es tu parte favorita durante una presentación?, como si describieras el punto clímax.

Me gustan todas las partes porque nuestros shows tienen mucha dinámica. Suelen empezar de forma explosiva y al cabo de 40 minutos bajan un poco la intensidad y luego poco a poco vamos teniendo una curva ascendente hacia el punto final. Tal vez diría que disfruto especialmente de nuestros temas más obscuros, tipo «Duele», «El Temblor» o «Los Amigos Que Perdí«. 

¿Son temas más personales?

Sí, tienen una carga personal más biográfica. A lo mejor son los que más se sienten, pero insisto, disfruto mucho todas las partes e incluso las canciones más conocidas del grupo. La verdad es que nunca tocaríamos una canción que ya nos aburriera, por muy conocida que fuera. Todo lo que tocamos es porque lo deseamos, no nos dejamos llevar por los imperativos del público o los deseos de un promotor. 

En particular, con «Tormenta de Arena», ¿cuál crees que es el fenómeno que se desata en el público al momento de interpretarla?

Yo pienso que la «Tormenta de Arena» tiene una clave y es la temática. Es una canción que habla de un amor en la cuerda floja, entre dos personas que no pueden estar juntas, pero tampoco separadas. Esa sensación de «ni contigo, ni sin ti» lo transmite la propia música de la canción: las estrofas están construidas con acordes menores que nos trasladan a la melancolía, en cambio, los coros están en acordes mayores tremendamente eufóricos. Esa sensación entre la tristeza y la euforia, el baile y la melancolía, lo tiene la «Tormenta de Arena», y es poderoso porque entre las luces y las sombras queda atrapado el público y la banda, y ahí juntos nos encontramos. La clave está en ese desgarro del amor y desamor.

Respecto a las colaboraciones que tuvieron en Justicia Universal, ¿cómo se dieron y cómo fue la conexión al momento de subir al escenario?

Bueno, en Justicia Universal tuvimos a tres invitados: Javiera Mena, cantautora chilena, León Larregui de Zoé y Nita, de Fuel Fandango, una banda del sur de España que nos encanta. Nos sentimos muy emocionados, ella es una grandísima vocalista, tiene una técnica extraordinaria y un sentimiento que alucinas. Uno de los mejores momentos del docu es, sin lugar a dudas, esta canción que se llama «Buenas Intenciones», que cantamos con Nita. A parte, el grito final que se pega ella, se lo improvisó totalmente, a lo flamenco. No estaba en los ensayos y le salió, entonces nos quedamos todos sobrecogidos y ahí es cuando le di un abrazo muy emocionado al finalizar. Eso sólo los buenos cantantes lo pueden hacer, con esa vena del sur de España que cuando se arrancan no los para nadie.

Mencionaron que este álbum ha sido su disco más autoproducido, ¿qué puedes decir sobre la madurez artística y el crecimiento musical que ha experimentado la banda a lo largo de más de 15 años de trayectoria?

Bueno, es curioso porque nuestro camino a lo largo del tiempo ha sido más dirigido hacia la autogestión, la autoproducción, la autotodo; mientras que lo normal en una banda es que cada vez dependa más de multinacionales, de más equipo, etcétera. A nosotros nos gusta ser soberanos de nuestra propias decisiones y somos muy recelosos de nuestro sonido y de nuestra manera de hacer las cosas. Justicia Universal es un álbum en el que empleamos todas las técnicas que otros productores nos han ido enseñado a lo largo de los años, con nuestros discos previos. Somos muy buenos alumnos, así que fuimos atesorándolas y pudimos llevarlas a cabo en este álbum, junto con uno de nuestros productores de toda la vida, que se llama Alex Ferrer, que trabaja con muchísimos artistas españoles, como C.Tangana o Delorean, entre otros. 

Veo que ha habido una evolución en la banda para el próximo álbum, que verá la luz a principios de 2022. Veo mucha ambición artística en el grupo y muchas ganas de evolucionar profesionalmente. Eso se notó ya en la producción de Justicia Universal, que es un álbum que suena muy bien, limpio pero poderoso. Estamos muy felices con los resultados, así que seguiremos explorando esta autoproducción y nuestras capacidades.

¿Cuáles son sus planes para un futuro cercano?

Este verano, los próximos meses de julio y agosto, haremos 12 conciertos por España, y luego en septiembre y octubre haremos 14 conciertos con Zoé, como banda invitada, por Estados Unidos, lo cual nos hace mucha ilusión. Con eso completaremos este 2021 que queda como un «año puente» para la industria musical. Pero no nos podemos quejar, con cerca de 30 shows que poca cosa no son. En otoño sacaremos un par de sencillos, como adelanto de nuestro próximo álbum, y en el primer trimestre de 2022 saldrá el material completo, en el que llevamos un año y medio trabajando.

¿Algún mensaje que quieras enviarle a los lectores de Rolling Stone México?

Lo primero, que sigan apoyando a la prensa musical que es muy necesaria. Yo sigo comprando revistas musicales y leyendo este tipo de contenido muy a menudo. En segundo lugar, invitarlos a que nos vemos en la próxima gira del grup, y que sigan disfrutando la música con la pasión que suelen tener, que sé que es mucha. ¡Muchas gracias por el apoyo y que ganas de verles en los próximos encuentros!

Mira el documental de Justicia Universal a continuación:

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