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Del otro lado de las sombras junto a Granuja

Granuja y Jam Baxter rompen barreras lingüísticas y estilísticas en un disco que fusiona lo realista con lo surreal, a Colombia con Reino Unido.

diciembre 5, 2023

Cortesía

El reconocido rapero y beatmaker colombiano Granuja nos lleva a través de su evolución en la escena musical, desde sus humildes inicios en el colegio hasta convertirse en un referente del rap de su país. Desde la dualidad entre rapero y beatmaker hasta la colaboración inesperada con el británico Jam Baxter, Granuja comparte detalles sobre su trayectoria, la importancia de la pausa creativa y su visión sobre la industria musical actual. Con el lanzamiento de su nuevo álbum de estudio De las Sombras, Granuja nos invita a explorar un viaje musical que trasciende fronteras, consolidando su lugar en la escena rap internacional.

¿Cómo equilibras tu papel como rapero y beatmaker? ¿Consideras que son perspectivas separadas o se complementan mutuamente? Me gustaría que me contaras sobre esa dualidad de rapero y beatmaker.

Yo creo que realmente sí es algo que se complementa mucho. No es que el mismo individuo tenga que ser las dos, pero el hecho de que uno pueda hacer las dos cosas facilita el proceso de alguna manera. Cuando uno llega ya a conocerse artísticamente y empieza a tener claro qué es lo que le gusta y qué es lo que quiere, es más fácil llegar a ese punto de saber qué voy a hacer musicalmente para lo que quiero decir. Es un complemento muy grande y creo que muchas de las personas que de pronto no tienen la una o la otra pueden decir que a veces les falta ese paso. El beatmaker que es solo beatmaker termina dependiendo de quien cante sus canciones y viceversa, el que no puede hacer su música termina también dependiendo de esa búsqueda en cuanto a sonido. Entonces sí hay un complemento muy importante que me parece que ayuda a desarrollarse mucho.

¿Qué fue primero? ¿Empezaste a escribir barras o primero hiciste beats?

Primero empecé a escribir cosas porque es más fácil, no en cuanto a creatividad, pero para escribir solo necesitas la cabeza y las manos. Para lo otro, necesitas un programa, computador y conocimiento técnico entonces sí es un poco más fácil empezar a hacerlo así. Yo creo que lo primero que hice fue escribir alguna cosa e improvisar.

¿Y eso a qué edad fue?

En el colegio, fue algo muy básico y entre compañeros, pero todo empezó por allá como en el 2001 o algo así. No digamos que era algo profesional, era de parces y para reírse, pero por allá empezó todo.

¿En qué momento te das cuenta que se puede vivir de esto? ¿En qué momento dices: “Voy a mandarme como artista”?

Como en el 2008, creo. Yo andaba mucho con dos socios y uno de ellos me incitó un poquito a grabar. Listo, vamos a hacerlo. Grabé algo, me escuché y dije: “Tengo que seguir haciéndolo”.

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¿Es ahí cuando ya tomas un rumbo? ¿Cómo fue entrar a la industria? ¿Cómo describirías esa escena del rap del 2008 en Medellín?

Difícil porque creo que es una transición extraña en el rap de por acá. Estaban los vieja guardia, por decirlo así, y había cierta resistencia a que entrara gente nueva, rara y diferente. Era un estilo muy marcado, tenía que ser de una manera, tenía que venir de un lugar. Entonces los que llegábamos haciendo cosas diferentes era como: “¿Estos quiénes son?”. Al principio no hubo mucho cariño ni empatía, pero un par de años después ya no había nada que hacer, ya estábamos allá dentro. Pero sí, al principio no hubo una muy buena recepción, no del público, sino de los colegas.

Claro, ganarse el respeto en la escena. ¿En qué momento llega el beatmaking?

Cuando empecé a grabar, ya había aprendido y tenía unos programas. La forma de aprender era meterse a foros y había gente ahí en discusiones. Entonces ya tenía unas ideas y herramientas, pero digamos que empecé a hacer pistas como en el 2010, alguna cosa así.

¿Cómo viste abrirse el panorama del beatmaking y llamar gente para que se monten en tus beats o tú mismo en tus temas?

Realmente fue muy natural, no tengo quién me las haga entonces me las hago yo. A la gente le gustó, empezó a pedir y fue algo muy natural, no forzado ni buscado. Fue algo que el mismo proceso me lo pidió.

Después de tantos años ya en esto, ¿cómo describirías esa evolución en retrospectiva? ¿Cómo compararías el Granuja de 2008, recién comenzando, al que está hoy en 2023?

Yo creo que uno empieza sin expectativas, solamente haciendo algo que nos gusta. Ya también es una forma de vida, un trabajo. Se ve una comparación bien grande entre un niño que está ahí empezando a hacer algo que le gusta sin mucha pretensión y una persona que vive de eso.

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Me imagino que el trayecto ha sido arduo y bien pedregoso, por decirlo así, pero que bacano verse del otro lado. El niño que soñaba lo cumplió. ¿Algún punto digamos entre este lapso que consideres como un punto de inflexión para ti y para tu carrera?

Yo creo que todos hemos tenido varios momentos importantes, pero creo que el presente. Mi momento es este. Este año ha cambiado mucho y he empezado a ver las cosas de otra manera, trabajar de otro modo y hacer una pausa. En la industria actual sale música, un tema, otro tema, un video y no quiero entrar a ese juego porque todos lo están haciendo y tener que seguir esa velocidad, esa inmediatez. Creo que este y el otro año van a ser muy importantes porque estoy viendo una pausa, un momento de reflexión para retomar de otra manera, ver cómo se renueva y no seguir ciegamente el proceso loco. Tiene uno que tomar una pausa para mirar lo que ha hecho y disfrutarlo también.

En tu carrera has visto que la industria misma pide cada vez más cosas y más ritmo al que estabas acostumbrado en 2010.

Al principio yo creo que lo hacíamos un poco así, pero sin pensarlo muchas cosas no salieron, se quedaron guardadas. Se hacía por disfrute, en cambio ahora se hace por esa competencia y se empiezan a olvidar cosas importantes. Me parece que sí hay que hacer una pausa, una reflexión. Los artistas clásicos y las mejores bandas pasaron hasta cinco años entre un disco y otro. Yo creo que es algo que hace falta en esa industria ahora.

Es contraproducente, se vuelve algo repetitivo el no verlo como arte, sino como negocio lucrativo en el que tenés un producto e invertiste, como canciones repetitivas. Ya no es música sino otra cosa.

Hablando del pequeño Granuja, ¿recuerdas ese momento en el que el rap entró a tu vida? ¿Cómo llega el rap a tu vida o cómo llegaste tú al rap?

Realmente yo estaba muy pequeño. Recuerdo que un día algún compañero llegó impresionado porque le habían prestado un CD y lo dibujó en un cuaderno. Yo soy de Apartadó, una zona muy negra y la música negra como la champeta y el raga fue esa entrada a mi vida. Un familiar de un primo mío mandaba mixtapes de Estados Unidos, CDs como quemados. Un montón de música y nos enganchamos.

Te quería preguntar sobre uno de los discos más emblemáticos de rap en español y colombiano, por supuesto, es Rap Y Hierbas. Es innegable la trascendencia que ha tenido este disco hasta hoy. Te quería preguntar, ¿cómo surgió? ¿Cómo nace este concepto y este disco con tus amigos? ¿Cómo lo ves hoy en día?

Empezó muy inocente entre colegas. Yo estaba muy obsesionado con hacer pistas y me di cuenta que si no las usaba se iban a quedar ahí guardadas. Hablé con estos huevones y dijimos: “Bueno, vamos a hacer un tema y vamos a hacerlo cada semana” o creo que cada mes. Entonces empezamos a sacar y fue muy natural. Grabar el tema, hacerle un video y saquémoslo. Nunca nos imaginamos que fuera a significar algo tan grande. Yo creo que eso es lo mismo que lo volvió tan explosivo, que fue sin pretensión. Solo mostrarle a la gente que era un parche, que no era una vaina inalcanzable el artista y ya eso era todo lo que queríamos mostrar. Se volvió algo muy grande sin empujarlo. Ahora mucha gente para lograr ese alcance tiene que pagar publicidad o todo eso que se maneja ahora. Fue un momento que partió la historia del rap colombiano en dos. Antes de eso había cosas importantes, pero creo que nadie ha logrado un alcance, no de reproducciones como tal sino la importancia de tantos personajes con estilos tan diferentes haciendo lo mismo. La gente se apropió un poquito de eso y le dio cierto amor y pertenencia al género.

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Hablemos de lo que se viene. Estaba escuchando los tres sencillos que sacaste De las Sombras con Jam Baxter.. ¿Cómo surge este junte entre ustedes dos? ¿Cómo llega el rap de Medellín a lo crudo del UK?

La historia es que este man estaba en Medellín con un colega en un proyecto. Dentro de eso surgió mi nombre y quedó el contacto con Jake. Hablamos por las redes, me dijo que le gustaría hacer algo conmigo y yo le dije que también porque conozco su música. Digamos que nuestro proceso ha sido similar, también viene como desde el 2009-2010. Tenemos habilidades con el color musical y muchas cosas. Se dio muy fácil, fue mi casa donde yo tengo mi estudio y allá surgió un tema. Me propuso que sacaramos un sencillo y un vinilo de 7 pulgadas. Esa era la idea inicial, pero no surgió un tema sino dos o tres y luego seguimos en contacto haciendo temas y más música. Se convirtió en ese proyecto grande, realmente era una canción y se volvió un disco porque conectamos y tuvimos una química importante para hacer música. Al final se dio.

¿Todos los temas son juntos?

Sí, son 11 temas, todos con los dos y producidos por el mismo beatmaker que se llama Jack Danz.

Y lo pusiste a rapear en español también, muy bacano que se haya animado.

Él se fue a vivir a México, llevaba unos años aprendiendo y fue más iniciativa de él realmente. Muchas conversaciones hablé con él en español y en inglés, entonces mezcló un poquito los idiomas para que también lo hiciera en español. Me gusta mucho. Es un poquito brusco, pero algo muy nuevo y diferente, como una primera vez.

Y es un puente que no se había construido, la verdad.

Yo creo que el rap en español, a pesar de que hay demasiados países que hablan español, termina siendo para gente que habla en español. En cambio la música en inglés es más universal y llega a más lugares. Creo que con esto ya se ilumina un poquito la barrera. No importa, sea español, inglés, francés, lo que sea, al final es música.

¿Y también rapeas en inglés? ¿Te animaste?

Sí, por ahí hay algunas cosas. En estos temas creo que no, pero sí hay otros en el disco que hay algo.

Hablando de las temáticas del álbum, ¿cómo surge la decisión de “de qué vamos a hablar en este tema”?

Hay una coherencia en todos los temas en cuanto a una visión medio oscura del mundo. Él tiene un estilo más surreal y el mío es más realista, entonces hay como una unión. Hablamos de lo mismo, pero con un estilo diferente. Él es más de contar y escribir ciertas situaciones bizarras y extrañas, yo hablo algo más terrenal y tangible, pero al final estamos hablando de lo mismo. Las temáticas surgieron, no fue demasiado planeado. Yo creo que el hecho de pensar parecido y tener afinidad con ciertas ideas hace que sea fácil fluir con otra persona.

El arte también me gustó mucho, como si fuera un grabadito.

Es a mano, es un artista tatuador que hace sellos y tallas, no es digital.

¿Cuánto tiempo duró la producción de este disco?

Más o menos un año larguito o año y medio. Fue como mitad del año pasado hasta posiblemente hace un par de meses y ya pues con la postproducción y los videos. Va a salir buena mercancía, salen unos vinilos, CDs, cassettes, camisetas, buzos, gorras y un montón de cosas de las que está a cargo High Focus, el sello que distribuye y se hizo cargo de toda esa parte del disco.

¿En postproducción quién estuvo?

Es un ingeniero de sonido de allá de Inglaterra, el hombre que trabaja con ellos desde hace años. Está especializado en rap entonces tiene muy claro ese sonido. Acá hay muchos ingenieros de sonidos muy buenos, pero siempre han sido como rockeros o de otros géneros. Ha sido algo complicado encontrar ese sonido particular que tiene el rap, pero se ha logrado. Con el hombre fue más fácil porque él tiene ya el oído bien afinado.

Hablando de sonidos del rap, hace poco escuché esta analogía y me pareció curiosa. Dicen que el rap de Medellín es el West Coast y Bogotá es full East Coast. ¿Qué opinas de esto en sonido?

No sé si sea comparable en el sentido del sonido porque creo que ellos sí tienen una diferencia muy clara de sonido entre un lado y el otro. Yo creo que acá puede haber más similitud en cuanto a lo instrumental y la temática porque Bogotá sí tiene como ese frío, pero al final yo creo que hay más similitud entre el rap de acá y el de Bogotá que la comparación de Estados Unidos. Digamos que la diferencia allá también es que hay una distancia demasiado grande entre unas ciudades y otras, mientras que acá pues estamos allí a la vuelta. Hay algo de similitud, pero no creo que tanto.

Sobre la juventud de rap, esta nueva ola, ¿qué tal te ha parecido la cantidad de talento que está brotando?

Me parece muy importante porque es la forma en que se mantiene esto vivo. No puede pasar lo que nos pasó a nosotros al principio que hubo como cierto rechazo a que llegara gente nueva. Dentro de lo que he podido, he intentado ser muy abierto con la gente nueva que llega y creo que es importante para que el género crezca y se vuelva una industria grande. Es el paso que falta acá: sí hay un movimiento, pero no una industria. Hay gente que puede que parezca que se mueva, pero que termina sufriendo un poquito para subsistir. Hace falta que existan sellos del género y gente más entregada en invertir en el género.

Una lección clave que le dirías a estas personas que están empezando, algo que digas: “Ojalá lo hubiera sabido hace 10 años”.

Yo creo que no parar, la clave realmente es que el que practica mucho se vuelve bueno en lo que sea, no con la finalidad de creer que vas a hacer famoso y rico como toda esa confusión que hay con los influencers. Eso también opaca un poquito la finalidad del músico que es expresarse más que otra cosa. El que de verdad lo está buscando seguramente trabaja todos los días en eso y va a lograr volverse bueno. Eso mismo le va a dar su recompensa.

¿Qué más viene para 2024?

Mi plan por ahora es que en el 2024 no voy a hacer conciertos, voy a hacer una breve pausa, pero al final sí hay un par de trabajos que ya se hicieron este año. Tengo uno con Mañas. Este año salió un sencillo ‘Under Kings’, el primer tema que sacamos de eso. Estamos todavía trabajando, pero ya tenemos videos y todos los temas, ya está en proceso el máster. Es un trabajo con él y otro mío solo. Falta mucha cosa, pero está todo grabado y el disco ya listo como tal. Faltan todavía unos detalles, pero los dos discos ya están listos. Eso es lo que viene el otro año.

Granuja, ¿te parece bien contarle un poco sobre el disco completo que se va a lanzar en diciembre y viene con un documental?

El 5 de diciembre sale el disco De las Sombras. Teníamos preparado un tercer video, pero hubo un retraso por lo técnico frente al video. Ya está grabado, faltan unos detalles para poder ponerle fecha, pero el disco sale el 5 de diciembre y yo creo que el tercer video va a salir ese día. También viene con una especie de mini documental del viaje de Jam Baxter por Sudamérica y un poquito de lo que hablamos ahorita de cómo nos conocimos y cómo fue hacer las canciones. Viene con una buena mercancía, hay preventa de los vinilos y CDs en la página de High Focus. Hay envíos a Colombia, pero van a enviar directamente acá para poder hacer una distribución más simple entre la gente de acá. Se viene una cosa muy completa con de todo un poquito. Quien haga la pre orden el mismo 5 debe llegar a su casa.

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