El paso de Drake por Sudamérica más que sonrisas dejó decepciones pues a pesar de que fue uno de los headliners más esperados en los festivales que se realizan simultáneamente en Argentina, Chile, Colombia y Brasil, su show no llenó las expectativas del público. Su repertorio duró la mitad de lo que se había estipulado (hora y media), recortó canciones y tampoco permitió que su presentación fuera transmitida en línea.
Y justo cuando se pensaba que la decepción no podría ser mayor, canceló a último momento su concierto en la jornada de cierre de Lollapalooza Brasil, siendo Skrillex quien tuvo que cubrir el espacio. “Debido a circunstancias imprevistas, Drake está sin miembros de su equipo de sonido y producción esenciales para la realización del show de Lollapalooza, en Sao Paulo”, fue el comunicado que publicaron los organizadores del festival.Las disculpas sostenían que la situación era algo que se salía de las manos del rapero canadiense, quien estaba “entusiasmado por presentarse ante sus fans de Brasil”. Sin embargo, en redes sociales se difundieron videos de Drake celebrando el cumpleaños de 50 Cent en un club desnudista en Miami. Diferentes medios, entre sensacionalistas y serios, aseguraron que el evento privado se habría realizado a menos de 24 horas antes del Lolla.
La temporada de festivales en América del Sur resultó muy accidentada y desde la cancelación de Blink-182 por la fractura de Travis Barker, se desencadenó un efecto dominó que resultó en la cancelación de los shows de Willow Smith, Omar Apollo, Dominic Fike y 100 Gecs sin mucha explicación. Esto sumado al desplante de Drake en la región, solo deja el siguiente interrogante: ¿hasta cuándo los artistas internacionales van a seguir faltándole el respeto al público latinoamericano?