Han pasado once años desde que Nicolás Barragán y Sebastián Panesso dieron inicio a un sueño. Junto a Adrián Hidalgo, Andrés Gómez y César Henao construyeron un proyecto con el que más allá de hacer música, cuentan entre versos sus propias vivencias. Este factor ha sido la esencia clave de LosPetitFellas, una agrupación de rap colombiana que se ha dedicado a cantar sus ocurrencias y a explorar su propio viaje musical.
La celebración de más de una década de carrera no solo marca un hito en su trayectoria, sino que también subraya el camino de evolución y descubrimiento por el que han transitado. Pero luego de navegar todos los océanos que su música les permitió conocer, estos cinco marinos están listos para tocar tierra firme y quemar las carabelas.
De momento se encuentran en medio de una gira con la que han palpado el fruto de sus logros. “La música nos mantiene conectados”, reflexionan, conscientes de que cada acorde es un lazo que trasciende distancias y crea un “estado” compartido entre ellos y su apasionada audiencia.
Ahora, LosPetitFellas se preparan para abrazar su esencia original, regresando a sus raíces y explorando la riqueza de su propio ser artístico. Con una gran trayectoria a sus espaldas, han decidido volver a sus inicios y nutrir su nueva música desde un lugar más profundo. Su próximo álbum promete ser un testimonio de esta evolución, un viaje musical que revela su crecimiento y su conexión con la esencia misma de su obra. Con la disposición de abrazar lo nuevo y a reconocer de dónde vienen, la banda bogotana sigue construyendo un legado musical que resuena en la autenticidad y la pasión de su expresión artística.
Ya son once años, ¿qué ha cambiado?
Nicolás: Yo creo que la experiencia ya se nota, ya se siente. Creo que ha sido una década de aprender muchas cosas, de apostar por muchas cosas, de imaginar muchas cosas. Aún sin saber si suceden, si van a salir. De soñarlas, de trabajarlas y luego verlas andando. Eso es realmente muy emocionante. Poder llegar a este lugar y sentirse todavía con fuerza, con fuego y con hambre. Me siento muy consciente de esa experiencia, de los callos en las manos.
Sebastián: Cuando miro hacia atrás, hay muchas cosas que veo que hemos mejorado. No solamente de cómo tocamos la música, sino cómo la hacemos, la obra y las reflexiones que tiene detrás. Realmente lo que ha cambiado es nuestra manera de ver la vida.
Nicolás: Nuestro compromiso con ella. Ahora creo que sabemos hacer mejores canciones. Al principio sí era una anarquía. El simple gusto de hacerlo. No conocía tanto truco, no había visto, ni aprendido tantas cosas. Yo creo que el cerebro es hermoso y es una esponjita que agarra muchas cosas de cualquier lado, de cualquier cosa, en cualquier momento. No sabe uno cuando un recuerdo se vuelve algo. Y creo que estamos llenos de muchos recuerdos en donde hemos sido conscientes que lo primero es nuestra música y eso nos ha llevado a un montón de lugares maravillosos.
Claro, porque todo lo que atraviesan, dependiendo de sus etapas, se ve reflejado como en lo que crean y de lo que hablan.
Nicolás: Claro, sobre todo cuando la obra de uno es tan autobiográfica. Como que todo está crudo. Acá no nos sentamos a imaginarnos historias que podrían sucedernos. En realidad no. En realidad estamos contando las historias que ya hemos vivido. Creo que cuando la gente siente esas vueltas humanas que uno también está sintiendo y que anda con honestidad rimando o tocando por ahí, hay un vínculo que se vuelve grande y profundo. Eso me parece hermoso.
Tengo entendido que están próximos a anunciar un álbum. ¿Correcto?
Nicolás: Sí, estamos imaginando, estamos camellando. La verdad es que el proceso del último disco y la pandemia fue un proceso largo. Hubo un momento en el que decidimos que debíamos disfrutar esas canciones en la tarima. Empezamos a girar y empezamos a pensar en ese nuevo disco. Pero ahora hemos decidido venir a vivir acá (Ciudad de México) para hacerlo acá, para plantearnos preguntas, para ponernos incómodos, y otra vez volver el ejercicio a su raíz. Pero lo cierto es que sí viene pronto un nuevo disco.
¿Todavía están en las primeras etapas?
Nicolás: Sí, todavía estamos ahí. Creo que ya tenemos el concepto claro. Está bueno dejar unas directrices, unos límites para empezar a crear. No sólo desde el concepto, sino desde el sonido, desde la sensación. Pero también es cierto que estamos acá es pa’ internarnos en algún lugar a crear y a ver el mundo desde otro lugar. Ese es un poco el plan.
¿Y hacia dónde se dirigen?
Nicolás: Es como cuando los piratas llegaban a tierra porque ya no querían estar más en el mar, porque les hacía falta la tierra. Y con la certeza de no regresar, queman sus carabelas y se quedaban en tierra. Creo que este disco trata un poco sobre eso. Creo que hablamos mucho sobre el océano y sobre el mar de las ideas, y creo que eso trascendentalmente afectó a nuestra obra en el entendimiento de que somos agua. Con nuestros pensamientos y profundidades, nuestros maremotos, y los seres extraordinarios que nos habitan. Ahora el plan es regresar a la tierra, y contar desde ahí, porque la tierra también es hermosa. Representa firmeza, siembra, alimento y renacimiento.
Sebastián: La tierra es un alimento para el alma. A veces uno va por allá navegando ideas que son hermosísimas, porque uno se encuentra, pero también es chévere cuando te encuentras y te reconstruyes en tierra firme. No solamente tú solo, sino también con tus seres queridos, y darte cuenta que eso hace parte de la siembra.
Ahora que mencionas esa analogía de regresar a la tierra, quemar las carabelas para no regresar, ¿se refiere en un poco como a pasar la página como un nuevo capítulo musical y personal para LosPetitFellas?
Ambos: Definitivamente.
Nicolás: Tan así que el último show que hicimos en Bogotá fue muy emotivo por lo mismo. Fue en el último show en que le dijimos a la gente que nos íbamos a ir a Ciudad de México. Fue un show especial para nuestro público.
Sebastián: Lloramos todo el tiempo.
Nicolás: Hay una barra nuestra que dice: “En la calle hay un río de alarde/Y el mío es no tener un plan B”. Es como: “otra vez estamos acá, otra vez lo vamos a volver a hacer, en la situación que nos toque, pero siempre reales”.
¿Y quienes son LosPetitFellas ahora?
Nicolás: Somos tierra. Es lindo regresar a la raíz de algunas cosas. Musicalmente estamos en una vuelta más ya jazzera, rapera, rocanrolera. Creo que hay una conversación ahí, como con esos tres géneros.
Sebastián: Igual nos estamos poniendo, una vez más, en una situación bien diferente. Así que no solamente volvemos como a la raíz, sino que también volvemos como a escarbar dentro de lo que estamos viviendo. Y creo que esa es la gran amalgama. Permitirnos vivir y recordar de dónde venimos para traerlo acá una vez más.
¿Qué escuchan de regreso a la tierra?
Nicolás: Yo digo que LosPetitFellas a mí me enseñaron a ser parte del mundo, a entender que hay otras personas que son hermosas, pero pueden ser diferentes a mi, pensar otras cosas, sentir otras cosas. Yo ando muy en el rap, casi siempre estoy ahí. Yo soy un fanático de nuestro idioma, entonces estoy conectado con Lil Supa, con Dano, ToteKing. Pero ahora escucho a Ergo Pro, Ill Pekeño, que son como unos raperos más jóvenes que están apareciendo y están aportando unas cosas muy lindas. Lo cierto es que por crianza uno siempre también regresa a la salsa, a las décadas de la salsa cuando estaba en rigor, con ese espíritu. Abro los oídos a todo, la verdad. El último año estuve conectado con la cumbia, por ejemplo. O con el drill, también me parece bacanísimo. Ya no sé si se trata de artistas, o de álbumes, o de géneros. A veces me doy cuenta de que conocer una buena canción es un descubrimiento precioso.
Si miran hacia atrás, ¿hubieran imaginado que todo esto habría pasado?
Sebastián: Hace un par de años me reconocí a mi mismo con el sueño ya cumplido. ¿Cuál sueño? Yo quería tocar en muchas tarimas. Hubo un momento en el que me dije “es lo que estoy haciendo”. Y digo esto porque a hoy, tengo una gran certeza de que todo va a ser muchísimo más grande, pero yo no tengo ni idea hasta a donde. Y digo esto porque cuando estaba más pequeñito solamente queríamos hacer de esto nuestra vida y esto es lo que estamos haciendo. Y seguramente han traído muchas más cosas de las que en algún momento pensamos. Pero viendo para atrás digo: “mira que el trabajo fuerte, las ganas, las ideas, el sacrificio, llamarlo y estar en búsqueda”, también nos ha traído hasta donde estamos y ha sido mucho más de lo que ese Sebastián de hace unos buenos años, quería. Le agradezco mucho a la banda, a mi, a todo lo que he pasado. Estamos acá con la certeza de que vienen cosas increíbles y también la certeza de que no tengo ni idea cuales son.
Te puede interesar: Colombia: hip hop de amplio espectro