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Crítica: ¡Patos! (Migration)

Una familia de patos intenta emigrar al Caribe en una divertida, pero ultraligera cinta animada.

Mike White, Benjamin Renner 

/ Con las voces de Kumail Nanjiani, Elizabeth Banks, Caspar Jennings, Tresi Gazal

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

Cortesía de UIP

La migración aviar es un fenómeno fascinante y crucial en el reino animal. Las aves migratorias son aquellas que viajan regularmente entre sus áreas de reproducción y sus áreas de invernada, generalmente en busca de condiciones climáticas más favorables y recursos alimentarios. Este comportamiento migratorio se ha desarrollado como una estrategia de supervivencia a lo largo de la evolución de muchas especies de aves.

Las aves migratorias suelen seguir rutas específicas, aprovechando corrientes de aire favorables y puntos clave de parada para descansar y alimentarse. Además de la búsqueda de alimentos, otros factores que llevan a la migración incluyen la reproducción, la competencia por el territorio y la evitación de climas extremos.

Las rutas de migración pueden abarcar miles de kilómetros y cruzar continentes e incluso océanos. Algunas de las migraciones más notables incluyen la de las aves playeras entre el Ártico y el Antártico, así como las rutas de las aves rapaces que cruzan el estrecho de Gibraltar. Estos viajes son asombrosos no solo por su extensión geográfica, sino también por la precisión con la que las aves encuentran sus destinos a lo largo de las diferentes estaciones del año.

La migración aviar no solo es un espectáculo impresionante de la naturaleza, sino que también desempeña un papel crucial en la ecología. Las aves migratorias contribuyen a la dispersión de semillas, controlan poblaciones de insectos y son indicadores sensibles de cambios en el medio ambiente. Además, ha capturado la atención de científicos y conservacionistas, ya que comprenden que la preservación de estas rutas migratorias es vital para el mantenimiento de la biodiversidad.

Otro grupo que se ha interesado por el fenómeno es el del séptimo arte. La obra maestra sobre la migración alada la encontramos en Nómadas del viento (Le Peuple Migrateur) (2001), un impresionante documental francés dirigido por el fallecido actor y defensor de la naturaleza Jacques Perrin (junto a Jacques Cluzaud y Michel Debats), que ofrece unas imágenes tan bellas como asombrosas de aves migratorias en vuelo. La película sigue a las aves a lo largo de sus rutas por cuatro años, brindando una visión única de sus hábitos y comportamientos. 

Pero también en el ámbito argumental encontramos tres títulos dignos de mención: La primera es la hermosa Volando a casa (Fly Away Home) (1996) de Carroll Ballard, centrada en una niña llamada Amy (Anna Paquin) quien, tras la muerte de su madre, adopta a unos gansos salvajes huérfanos y, junto con su padre (Jeff Daniels) se esfuerza por enseñar a los gansos a migrar utilizando un ultraligero. 

Abre tus alas (Donne-moi des ailes) de Nicolas Vanier, sigue a un científico (Jean-Paul Rouve), que está trabajando en un proyecto para salvar a una especie de gansos en peligro de extinción. Con la ayuda de su hijo adolescente (Louis Vazquez) y una piloto de ultraligero (Mélanie Doutey), guían a los gansos desde el Ártico hasta Francia. 

El tercer título es, por supuesto, la popular cinta animada Rio (2011), dirigida por Carlos Saldanha y producida por los extintos estudios Blue Sky (La era de hielo). En ella Blu, un guacamayo azul domesticado que vive en Minnesota con su dueña Linda, descubre que es el último macho conocido de su especie y, por lo tanto, de gran valor para la conservación. Linda y Blu se embarcan en un viaje a Río de Janeiro para aparear a Blu con Jewel, la última hembra de guacamayo azul que vive en estado salvaje. Vale decir que esta divertida cinta tuvo una secuela en 2014, tan exitosa como la anterior. 

Decir que una película sobre migración aviar es un plagio es tan ridículo como decir que las películas de princesas son todas copias unas de las otras. Sí, lo son, pero ese no es el asunto. ¡Patos! (Migration) es una nueva cinta animada cortesía de los estudios Illumination (Los minion, La vida secreta de las mascotas) sobre aves migratorias que ha sido acusada en las redes de copiar descaradamente de Rio, pero lo cierto es que esa acusación es tan tonta como decir que Blancanieves es una copia de Cenicienta y de La Bella Durmiente. 

¡Patos! se centra en los Mallard, una familia conformada por el padre cauteloso Mack (con la voz de Kumail Nanjiani), la madre aventurera Pam (Elizabeth Banks), el hijo adolescente Dax (Caspar Jennings), la adorable patita Gwen (Tresi Gazal), quien prácticamente se roba el show, y el tío Dan (Danny DeVito). Estos patos jamás han abandonado los límites de su estanque en Nueva Inglaterra, en gran parte debido a los temores de Mack sobre lo que les podría suceder en el mundo exterior, al estilo de Marlin, el padre de Nemo en el clásico de los estudios Pixar (aquí sí que hay una peligrosa similitud). Sin embargo, cuando otra familia de patos aterriza en su estanque durante una breve parada en su migración anual a Jamaica, el resto de la familia persuade al reacio Mack de romper con su rutina colectiva y hacer el viaje al Caribe.

Como esta es una cinta infantil de aventuras, los Mallard se pierden en la ciudad de Nueva York, donde se topan con una banda de palomas liderada por Chump (Awkwafina), quien conoce a un loro jamaicano llamado Delroy (Keegan-Michael Key), que puede ayudarlos a encontrar su camino. El problema está en que Delroy está encerrado en un restaurante de Manhattan como la mascota de un malvado chef (similar a Gordon Ramsay), quien actuará como el villano en esta película. 

Los Mallards logran liberar a Delroy e intentan llegar a Jamaica. El chef los va a perseguir y en el camino se encontrarán primero, con una garza perversa y potencialmente peligrosa (Carol Kane) que los invitará a pasar la noche en su casa con intenciones ambiguas al estilo de la cinta de terror X (2022); y luego llegarán a una granja/secta, similar a la de otras dos cintas muy alejadas del género infantil como lo son El hombre de mimbre (The Wicker Man) (1973) y Midsommar (2019), por no hablar de los cultos reales liderados por Jim Jones o Charles Manson. Estos momentos, algo perturbadores, son los puntos más divertidos e hilarantes de toda la película.

Hablando de temas adultos, sorprende que la dirección de ¡Patos! esté a cargo de Mike White, el mismo responsable de la serie The White Lotus (¡!), quien co dirige con Benjamin Renner, la persona detrás de la cautivadora Ernest & Celestine. De esta colaboración surge una cinta noble, pero tan ultraligera como los vehículos que ayudan a las aves a migrar, que sigue la línea de Río, sin realmente plagiarla, pero que no puede estar en el mismo panteón de Nómadas del viento, Volando a casa y Abre tus alas.No obstante, lo que más afecta a esta cinta son los inminentes estrenos de Pollitos en fuga 2, la esperada secuela de los estudios Aardman (Wallace & Gromit); y El chico y la garza, la aún más esperada obra de Hayao Miyazaki, uno de los fundadores de los legendarios estudios Ghibli (Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro). Ambas cintas animadas tratan sobre la migración alada y son infinitamente superiores a las aventuras de los Mallard ¡Pobres patos!

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