La serie colombiana Manes, es una refrescante adaptación del exitoso seriado Hombres, que en los años 90 cautivó al público con una mirada moderna sobre las relaciones y los estereotipos de género. Esta nueva versión reimagina el concepto original, llevándolo al contexto contemporáneo de Bogotá y añadiendo un tono ligero, pero lleno de situaciones cómicas y algunos momentos de reflexión.
Con claras influencias de Sex and the City, pero con un enfoque masculino, Manes ofrece una perspectiva única de los dilemas que enfrentan los hombres en la actualidad, explorando sus relaciones, ambiciones y las expectativas sociales que los rodean. La serie sigue a un grupo de personajes que representan diferentes “tipos” de hombres, al tiempo que entrelazan sus historias con la vida romántica de los personajes principales, Antonia y Julián.
Julián, interpretado por Sebastián Carvajal, es un CEO de carita bonita que lucha con el compromiso y las relaciones estables. A lo largo de la serie, lo veremos enfrentarse a sus miedos y tratar de encontrar un equilibrio entre el éxito profesional y su vida personal. Julián es el arquetipo del hombre moderno que parece tenerlo todo, pero que, en el fondo, está perdido emocionalmente. Su evolución es una de las más interesantes, ya que comienza a cuestionarse lo que realmente quiere de la vida.
Antonia, encarnada por una radiante y hermosa Laura Londoño, es la contraparte perfecta de Julián en cuanto a comedias románticas se refiere. Regresa a Colombia tras una ruptura amorosa y se embarca en un viaje personal y profesional que la lleva a cruzarse con Julián. Antonia es una mujer fuerte y decidida que, a pesar de los desafíos, se enfrenta con valentía a un mundo dominado por hombres. Aunque su papel en la serie es central, la trama también da espacio para que otros personajes brillen.
Entre ellos está Mafe, interpretada por Natalia Jerez, quien es la “Naughty Nanny“, la amiga desinhibida, maternal y desenfadada que siempre tiene un comentario sarcástico, sexual y demasiado sincero, que la convierte en “uno más de los muchachos” (piensen en Wendy, la amiga del grupo de adolescentes hormonales de la trilogía ochentera de Porky’s y se harán a la idea). Su personaje es clave para subrayar los vicios masculinos del nuevo milenio y aportar una perspectiva femenina que choca a menudo con los comportamientos de los protagonistas masculinos (curiosamente Kim Cattrall, la desinhibida Miranda de Sex and the City, personaje que guarda muchas similitudes con Mafe, también actuó en Porky’s).
Daniel “el perro” (Juan Pablo Urrego), es el clásico mujeriego que, al igual que sus compañeros, comienza a cuestionar sus comportamientos. Lo que inicialmente parece ser un personaje unidimensional, termina evolucionando a medida que enfrenta las consecuencias de sus decisiones impulsivas y la necesidad de madurar emocionalmente.
Ricardo “el cuchacho” (Diego Cadavid), es un hombre en plena crisis de mediana edad que busca reconectar con su juventud, pero se da cuenta de que la madurez es inevitable. Ricardo representa a los hombres que intentan luchar contra el paso del tiempo, mientras buscan un sentido en sus vidas.
Santiago “el machista” (Brian Moreno), por su parte, ofrece una visión más introspectiva al enfrentar una crisis de identidad sexual. Su personaje es vulnerable y humano, y su historia resuena con aquellos que están en busca de aceptarse a sí mismos y encontrar su lugar en un mundo que constantemente les exige conformidad.
Tomás (Simón Elías) es el “friendzoneado” del grupo, el hombre siempre dispuesto a ayudar, pero que nunca consigue ser visto como una opción romántica. Su historia, entre cómica, tierna y patética, muestra las dificultades de aquellos que siempre quedan relegados al rol de amigo.
Simón (Juan Manuel Restrepo), es el hombre casado que se enfrenta a la rutina de su matrimonio y las responsabilidades de ser padre. Su personaje refleja las tensiones que aparecen en las relaciones a largo plazo, ofreciendo un retrato de lo difícil que es mantener un matrimonio a flote.
Por último, Mario “El Pulpo” Miranda, interpretado por el actor mexicano Damián Alcázar, es el padre de Antonia y un empresario experimentado que sabe cómo moverse en los negocios y las relaciones. Con un enfoque más pragmático y cínico sobre el amor, Mario ofrece una visión madura de lo que significa estar en el mundo laboral y personal después de haber vivido muchas experiencias.
Manes es una serie que, aunque ligera, toca temas profundos como la crisis de identidad, la deconstrucción de la masculinidad, el entorno laboral y la complejidad de las relaciones humanas. En la primera temporada, conoceremos a cada uno de los personajes y en la segunda veremos como pasan de ser estereotipos a unos auténticos seres humanos, a partir de una serie de sucesos que implican una transformación, quiérase o no. Cada uno de los personajes masculinos (y femeninos) está en un punto diferente de su vida y se enfrenta a una serie de encrucijadas, lo que permite que el espectador se identifique con ellos de una manera o de otra. Con diálogos ágiles, una buena dirección a cargo de Mauricio Cruz y un elenco sólido, Manes logra actualizar el espíritu de Hombres y lo traslada al siglo XXI, ofreciendo una serie entretenida, dinámica, con alma y corazón y ¿por qué no decirlo? Pelotas.
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