Crítica: El libro de los deseos

La directora de LOL y Dalida nos ofrece un cálido relato sobre una madre que intenta conocer el mundo de su hijo, luego de un trágico accidente.

Lisa Azuelos 

/ Alexandra Lamy, Muriel Robin, Hugo Questel, Xavier Lacaille

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

Cortesía de Cine Colombia

La directora, guionista y productora francesa Lisa Azuelos es reconocida en su país natal por un estilo narrativo que explora las relaciones interpersonales, especialmente las dinámicas familiares y amorosas. Una de sus películas más conocidas es LOL, estrenada en 2008, que aborda las vidas de adolescentes y sus desafíos en la era de las redes sociales y la tecnología. La película fue un éxito comercial tanto en Francia como en otros países, y generó una adaptación estadounidense protagonizada por Miley Cyrus. 

Otra de sus películas destacadas es Guapérrimas (2006), una simpática comedia que aborda la belleza, el envejecimiento y la amistad. Además, Azuelos dirigió Un encuentro (2014), que trata sobre un encuentro casual entre un hombre casado y una mujer soltera; y Dalida (2016), el biopic sobre la trágica vida de la famosa cantante de origen egipcio.

Su nuevo trabajo está basado en el best-seller del 2018 La habitación de las maravillas de Julien Sandrel y es adaptado por Juliette Sales, reconocida por los guiones de las entrañables películas basadas en el clásico de la literatura infantil Belle & Sebastian de Cécile Aubry. Su protagonista es Thelma (Alexandra Lamy), una madre soltera que trabaja fuertemente para darle un futuro a su hijo Louis (Hugo Questel), un chico que ama su patineta, adora jugar videojuegos con su vecino Etienne (Xavier Lacaille) y goza de leer mangas y dibujar en su cuaderno. 

Un día, Thelma se distrae respondiendo una llamada laboral en su teléfono celular y en unos segundos su hijo es víctima de un trágico accidente automovilístico que lo deja en estado de coma. La madre, llena de dolor, descubre en el cuaderno de su hijo un listado de todo lo que él quería hacer antes de que llegue “el fin del mundo”, y en un acto de ilusión, esperanza y algo de desesperación, Thelma decide cumplir por él todos los deseos que el chico dejó por escrito.    

Para cumplir esta loca misión, Thelma le pide ayuda de su madre Odette (Muriel Robin), con el propósito más loco aún de que eso ayude a la recuperación de Louis, quien ya lleva varios meses en el hospital sin despertar. Los espectadores veremos a la madre viajar a Japón para obtener un autógrafo de su autor de manga favorito y a Portugal para aprender a bucear y nadar junto a las ballenas, entre otros sueños de preadolescente convertidos en realidad. Es así como la mujer retoma el amor por la vida, al mismo tiempo que se interna en el fascinante mundo en el que su hijo se desenvolvía y que ella prácticamente desconocía.   

La cinta de Azuelos nos recuerda a otras cintas entrañables y lacrimógenas acerca de sueños por cumplir, como Antes de partir o Posdata te amo, con la diferencia de que aquí no son dos amigos terminales intentando cumplir sus deseos antes de morir, y tampoco se trata de una mujer viuda tratando de cumplir los consejos de vida que dejó por escrito su adorada pareja. La cualidad de la directora de balancearse hábilmente las fronteras del melodrama edulcorado, hacen de El libro de los deseos una cinta dulce y bien intencionada que nos habla sobre las relaciones materno filiales y sobre la importancia de que tanto una madre como su hijo conozcan un poco más sobre los mundos en los que ambos viven…antes de que sea demasiado tarde. Y es que uno solo ama verdaderamente lo que conoce.

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