Vince Gilligan ha tenido unos días muy activos con el reciente final de Better Call Saul, pero a pesar de que su atención se ha centrado en el destino de Jimmy McGill / Saul Goodman (Bob Odenkirk), todavía hay fantasmas de Breaking Bad que rondan por su mente.
En su momento, cuando su primera obra maestra salió al aire, el papel interpretado por Anna Gunn fue uno de los más odiados, incluso más que la familia Salamanca y Gustavo Fring (Giancarlo Esposito). El personaje de Skyler White fue percibido como una piedra en el zapato para su esposo Walter White (Bryan Cranston), aún cuando su trasfondo se basó en proteger a su propia familia, por eso ahora Gilligan ha reflexionado sobre lo incomprendida que fue.
“Cuando el show se emitió por primera vez, Skyler no era muy querida y creo que eso siempre molestó a Anna Gunn”, expresó el director en una entrevista con The New Yorker. “Y puedo decir que a mí también porque nunca hizo nada para merecer eso y ciertamente Anna tampoco, ella interpretó el papel maravillosamente”.
Gilligan reconoció que la perspectiva con la que fue contada la historia la hacía ver como una villana y a Walter como un antihéroe: “Me doy cuenta en retrospectiva de que la serie estaba amañada en el sentido que la historia se contó únicamente a través de los ojos de Walt, inclusive en las escenas en que no estaba presente. Incluso Gus, su archienemigo, no recibió la hostilidad que recibió Skyler. Es extraño y todavía pienso en eso tantos años después”.
En 2013, Gunn escribió un artículo para The New York Times titulado, I Have a Character Issue, en donde reflexionó sobre el pobre recibimiento de su personaje, al cual defendió argumentando que el odio se basó en sesgos machistas y sexistas. “Mi personaje, a juzgar por la popularidad de sitios web y páginas de Facebook dedicados a odiarla, es una muestra de las opiniones que tiene mucha gente sobre las mujeres fuertes, insumisas y maltratadas”, sostuvo.
La actriz explicó que entendía de donde provenía la reacción del público, teniendo en cuenta de que Skyler nunca estuvo de acuerdo con la vida criminal y la actitud ególatra de Walter, visión que el creador de la serie comparte actualmente. En su conversación con The New Yorker, aceptó que con el pasar de los años pudo ver con ojos críticos la personalidad de Walter, a quien describió como un “mojigato” y una persona “con un ego del tamaño de California” que siempre se vio a sí misma como la víctima.
Dos años después del final de Breaking Bad en 2013, inició la emisión del spin-off y precuela de la serie, Better Call Saul, que relata la historia de origen de Saul Goodman (Bob Odenkirk). El show, cocreado por Gilligan y Peter Gould, llegó a su fin con su sexta temporada a mediados de agosto de este año.
