En poco más de 400 páginas, el periodista Santiago Segura reconstruye la historia indómita de Don Cornelio y la Zona, un planeta único dentro del rock argentino de la segunda mitad de los 80. Apogeo, caída y desintegración de la banda, en donde asomó la voz y el filo poético de Palo Pandolfo, forman la trama coral de un relato atrapante. Pozoguerrilleroirascible (Editorial Vademécum) revela las miras post punk de una asociación artística a contramano del optimismo pop que dominó los años finales de la primavera democrática. Una epopeya nunca antes contada –que duró cinco años y dejó dos discos imprescindibles– ahora tiene un manual definitivo sobre arte, locura y sobrevivencia urbana.
La Banda del Brigadier
El 31-12-84, La Banda de Don Cornelio debutó en La Alcantarilla, de Palermo. “Una patada en tu vientre” proclamaba el afiche y en la entrada repartían bolsitas con harina de maíz que decían “música con polenta”. El grupo usaba maquillaje y, según Palo, sonaba new wave con influencia de Devo y The Police.
Psicodelia romántica
Durante un período breve, Don Cornelio tuvo dos coristas. Adriana Rodríguez y Mariela Atia ingresaron a la banda cuando cursaban quinto año del colegio Ana María Janer de Flores. En 1985 la transformación de la banda viajaba hacia un sonido más dark, definido como “psicodelia romántica” y por donde también pasaron varios tecladistas, entre ellos Daniel Sais (Soda Stereo).
Claudio Cornelio
Casi un año antes del lanzamiento del disco debut, Claudio Fernández, baterista y cofundador del grupo, grabó percusiones en Oktubre (1986) y participó de los míticos shows de Los Redondos en Paladium. Pozoguerrilleroirascible ubica al músico en un lugar de liderazgo compartido con Palo y es un eslabón clave para reconstruir la historia gracias a su archivo.
La danza del productor
Ángel Mahler, compositor y director de orquesta, grabó los primeros demos de la banda. Su hermano Osvaldo fue el bajista de Cornelio antes del ingreso de Federico Ghazarossian. Daniel Melero también grabó un demo para el grupo. Luego el sello Berlín propuso tres nombres para producir el debut: Andrés Calamaro, Charly García y Javier Calamaro. Finalmente, Andrés quedó al frente de la consola.
Imagen proyectada
La icónica tapa del debut de Don Cornelio pertenece al artista plástico Nessy Cohen. “Palo decía que era un hombre frente a un espejo, yo no suelo ponerles títulos a las obras, pero me gusta que otros las bauticen. Después le decían el Pakale, una manera de decir ‘el pajarraco’”, cuenta Nessy en el libro y, sin querer, devela el título borgeano de Los espejos, que fue descartado por el homónimo Don Cornelio y la Zona.
Bombardeando, bombardeando
“El disco se grabó en cuarenta horas y se mezcló en otras cuarenta horas, cosa que hoy en día es imposible”, dice Alejandro Varela sobre la grabación del primer LP de la banda. “Salió gracias a Andrés Calamaro y a Mario Breuer, que tenían toda la experiencia”, aclara el guitarrista de Don Cornelio y ubica el lugar del grupo en el registro: “Como no fue una producción nuestra, fuimos, tocamos más o menos, algunas cosas se volvieron a grabar y quedó como a Calamaro le pareció que tenía que quedar”.
Chile, censura y Teletón
Entre los muchos hallazgos del libro de Segura, sobresale el capítulo dedicado a la proyección internacional de Don Cornelio con dos visitas a Chile durante 1988. La primera, en plan promocional con presentación en la TV, donde les habrían prohibido tocar “Tazas de té chino”, por decir “pozoguerrilleroisrascible”. La segunda vez participaron de La Teletón, popular evento benéfico de la tele trasandina.
Espirales
En 15 canciones salvajes, Don Cornelio borró de un plumazo a la nueva esperanza del rock-pop argentino. Áspero, oscuro y sin hits, Patria o muerte es un disco adelantado en materia de disonancias y distorsión pre-grunge. “El nombre es una broma pesada sobre la política argentina… El nombre de la banda también tiene ese componente. Don Cornelio Saavedra, ¡el primer presidente militar argentino!” (Palo).
Bajaremos
El 5 de enero de 1990, Don Cornelio tocó por última vez. Fue en Babilonia, en el Abasto. Dejaron un demo de cuatro canciones registradas por Álvaro Villagra, dos de ellas pasaron a integrar el repertorio de Los Visitantes. “Hay un conflicto en Don Cornelio, por eso se separa. Lo traduzco a la distancia como que no podía decir del todo las cosas que quería” (Palo).
Pozoguerrilleroirascible se presenta este martes 11 de octubre, a las 18, en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, Agüero 1502. Con la presencia del autor y los miembros de Don Cornelio (Claudio Fernández, Alejandro Varela y Federico Ghazarossian). Modera Oscar Jalil