La noticia del fallecimiento de Iris Apfel el pasado 1 de marzo, a la edad de 102 años, ha conmocionado al mundo de la moda y el diseño. Conocida como diseñadora textil e icono de estilo, Apfel partió dejando en este mundo un gran legado con el que en vida redefinió la industria. Su estilo distintivo, caracterizado por lentes XL, atuendos maximalistas y una mezcla única de elementos de segunda mano con alta costura, la convirtió en una figura icónica e irreverente que siempre abogó por la autenticidad en la moda.
Iris Apfel no solo fue una pionera en la industria, sino también una mujer extraordinaria que desafió las expectativas y estereotipos de la vejez. Su vida, llena de logros y reconocimientos, incluyó colaboraciones con marcas de renombre, apariciones en desfiles de moda y hasta un contrato como modelo a los 97 años. Autodenominada “icono accidental”, Apfel demostró que la creatividad no tiene límites de edad y que el estilo puede trascender cualquier límite.
Desde sus humildes comienzos en Queens, Nueva York, hasta convertirse en una figura respetada en la moda internacional, la historia de Iris Apfel es una inspiración para aquellos que buscan expresarse a través de esta forma de arte. Aquí te dejamos cinco grandes enseñanzas que esta gran creativa nos dejó en su longeva y prolífica vida.
1. El verdadero estilo reside en la autenticidad
Iris Apfel fue una firme creyente en el poder transformador de la moda como una forma de expresión personal y de empoderamiento. Lejos de ajustarse a las tendencias, Apfel desafió a la industria al adoptar un enfoque completamente individualista hacia su vestimenta. A través de sus atrevidas combinaciones y su estilo maximalista, lleno de color e ironía, Apfel no solo resaltaba su vibrante personalidad, sino que también inspiraba a otros a abrazar su autenticidad y a expresarse libremente a través de la moda.
No había detalles que Apfel pudiera pasar por alto. Desde sus uñas con diferentes estampados, pasando por accesorios grandes y prominentes, hasta combinar botas peludas con pantalones de gamuza, la empresaria siempre tuvo clara su identidad, resaltando siempre el valor real de la moda. “Cuando no te vistes como todo el mundo, no tienes que pensar como todo el mundo”, dijo a Ruth La Ferla, de The New York Times en 2011.
2. La edad no es un obstáculo para el estilo
A lo largo de su vida, pudimos ver cómo Apfel y su estilo se iba desarrollando. Y lejos de detenerse en algún punto, sus extravagantes y peculiares gustos se quedaron hasta el día de su muerte. Apfel era la viva prueba de que la moda no está reservada para la juventud, demostrando que la edad no es un obstáculo para seguir experimentando. A medida que avanzaban los años, en vez de ser menos “llamativa”, Apfel tan solo continuaba coleccionando influencias para dar forma a su estilo.
Durante sus 80s y 90s, Apfel continuó marcando tendencia con su característico estilo, dejando de lado las expectativas de lo que se considera “apropiado” para una mujer de su edad. A través de combinaciones de prendas inesperadas y accesorios llamativos, Apfel demostró que la moda no tiene límites temporales ni restricciones generacionales. Con sus excéntricas chaquetas y sus icónicas gafas de búho, cada atuendo de la empresaria irradiaba confianza e incluso, podríamos decir que era una representación sólida de su gran sentido del humor.
3. Ser real a ti mismo es un gran atractivo
Más allá de llamar la atención en las calles, el estilo de Apfel, marcado por su autenticidad, logró abrirle las puertas a grandes oportunidades. En 2005, el Museo Metropolitano de Arte, mejor conocido como solo MET, expuso varios conjuntos de la empresaria, luego de que el anterior expositor cancelara de último momento. Aunque el museo ya había tenido colecciones de diseñadores como parte de sus exhibiciones, nunca se había mostrado el vestuario de una persona.
La muestra, titulada Rara Avis: Selecciones de la colección Iris Apfe, reunía 82 conjuntos y 300 accesorios que reflejaban el estilo inconfundible de Apfel, desde pulseras de baquelita de la década de 1930 hasta brazaletes tibetanos, pasando por un traje de viaje con estampado de tigre diseñado por ella misma.
El “asalto” a su armario, como ella misma describió, llamó la atención de críticos, estudiantes de moda y medios, que rápidamente empezaron a hablar de ella y reconocerla como un ícono visionario de la moda. “Para vestir de esta manera, tiene que existir un sentido visual educado. Hace falta valor”, comentó Harold Koda, el curador que ayudó a organizar la exposición. Su presencia fue tal que incluso en 2019, a sus 97 años de edad firmó con una de las agencias de modelos más grande a nivel internacional, IMG models.
4. Tener estilo no siempre se trata de dinero
Es normal que muchas personas aún sigan creyendo que para vestir bien debes invertir una gran cantidad de dinero, renovar tu armario y estar al día con las tendencias del momento. Sin embargo, para entender la moda hay que primero aterrizar sobre la idea de que el estilo se basa, sobre todo, en la creatividad.
“El estilo no consiste en llevar ropa cara. Puedes tener mucho dinero y no tener estilo. Puedes vestirte con lo último en alta costura, calzarte zapatos de diez mil dólares e ir adornada de pies a cabeza y parecer un árbol de Navidad”, escribió en su libro de 2018, Iris Apfel: un ícono accidental. “No se trata de lo que llevas, sino de cómo lo llevas”.
Apfel encontraba belleza en la diversidad. No hace falta gastar grandes cantidades de dinero en una prenda, cuando puedes conseguir piezas únicas en tiendas de segunda mano, en mercados, e incluso intervenirlas tú mismo, como en ocasiones solía hacer Apfel.
Pero lejos de banalizar la moda, Iris siempre resaltó la importancia de seguir tu instinto y ser real en todos los sentidos de la palabra. “Cuando te esfuerzas demasiado por tener estilo, pareces incómodo, como si llevaras un disfraz, como si la ropa entrara en la habitación antes que tú”, escribió. “Si estás tenso, no serás capaz de llevar ni siquiera un conjunto aparentemente perfecto. Si te pasa eso, te digo que lo abandones todo. Es mejor ser feliz que ir bien vestido”
5. La moda es un arte que va más allá de las prendas
Iris fue experta en telas, texturas y patrones, temas que seguramente profundizó con su carrera como diseñadora de interiores. Su amor por la moda y, sobre todo, por sí misma, hizo que una pasión se convirtiera en un completo estilo de vida, en donde sus aprendizajes de la industria eran aplicables en otros ámbitos laborales. Sus habilidades curadas y gran sentido del diseño impulsó su empresa de interiores, Old World Weavers.
Siguiendo su misma filosofía de la autenticidad y la mezcla de elementos únicos para dar vida a nuevas cosas, fue tan aclamada en el mundo del diseño de interiores, que incluso llegó a restaurar cortinas, muebles, tapices y otros tejidos en la Casa Blanca para nueve presidentes, desde Harry Truman hasta Bill Clinton.
Incluso, sus propiedades reflejaban la cantidad de influencias que Apfel había recibido durante toda su vida, convirtiendo sus propios espacios en un collage de elementos, experiencias, recuerdos y gustos en particular, muy al estilo de este ícono de la moda.