Los versos de Carmen María son alquimia pura. En RUBEDO, su segundo álbum de estudio, la artista tijuanense emplea el simbolismo alquímico para representar un proceso interno de manera lírica y visual.
“Yo crecí escuchando las canciones de mi padre”, recuerda junto a ROLLING STONE en Español. El primer álbum de Carmen María, Toloache, llegó en 2019, coescrito con su padre como un tributo a la música de su infancia, pero ‘Cuenta la Historia’, el tema que le trajo mayor atención, fue compuesto solamente por ella. Ese mismo año, recorrió varios países de Latinoamérica como guitarrista y vocalista de apoyo en la gira de Ximena Sariñana, Dónde Bailarán las Niñas. Pero el comienzo de la pandemia la vio regresar a su proyecto musical tras mudarse a la Ciudad de México.
“Definitivamente siento que este es mi álbum debut”, dice de RUBEDO, “lo más diferente fue que yo no he pedido opiniones”. En su proceso creativo, Carmen María gozó de la libertad de crear bajo su propia curaduría, describiendo su primer álbum como una lección de cómo funciona el proceso de creación.
El concepto que pone título a su disco surge de su lectura de Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estés, una recopilación de mitos interculturales dirigidos a las mujeres. En el libro, encontró una pasión por la alquimia. Existen tres etapas necesarias para transformar un metal en oro: nigredo, albedo y rubedo. Para la artista, la transformación del metal simboliza un cambio personal, ya que el alquimista debe transformarse a sí mismo antes de poder transmutar la materia física. “Primero, despierta del nigredo, que es esta parte oscura y caótica; luego, entra al albedo, que es una fase de búsqueda de purificación, de despertar y de analizar nuestros pensamientos”, explica de la metáfora que ha dejado plasmada en su disco, “después, llega la faceta de rubedo, que es la parte pasional de entender un poco sobre lo que implica la muerte y la vida, entendiendo que todo es cíclico. Finalmente, entra la iluminación, que seres humanos como Mahoma, Buda y Jesucristo han alcanzado”.
Para Carmen María, RUBEDO es un ciclo completo de su vida. Canciones como ‘CAFE Y ALCOHOL’, que transita crudas físicas y morales, representan el nigredo; mientras que temas como ‘RIO’ narran una búsqueda luminosa. Personalmente, la intérprete considera que sigue en la etapa del albedo, marcada por la purificación y búsqueda: “Rubedo es algo que anhelo alcanzar”.
Al crecer en la frontera, ha enriquecido su trabajo con diferentes géneros como el R&B, ranchera, house y folk, que fusiona dentro del mundo del pop latino experimental. “Para mí ha sido una búsqueda bastante intensa porque yo veía que las artistas que admiro casi siempre vienen de una raíz”, dice sobre encontrar un sonido propio. Creciendo entre Tijuana y San Diego, escuchando música en inglés y español, confiesa que llegó un momento en el que no sabía cuál era su raíz —y le preocupaba no descubrirla. Decidió dejar de preocuparse y abrazar el hecho de que proviene de la frontera más transitada del mundo, Tijuana. Enfocada en crear canciones con una lírica honesta, busca respetar la vida de cada canción y dejar que ellas guíen el sonido: “Decidí soltar el tema de la raíz y entender que mi raíz son muchos géneros chocando entre sí en Tijuana”.
Carmen María es una artista que vierte el alma entera en su proyecto musical —algo evidenciado por su compromiso con cada aspecto de su arte, incluyendo pintar su sala color rojo para el video de ‘RIO’. “Soy muy apasionada. Para mí es todo o nada”, expresa, “yo le decía a mis amigos: ‘Tal vez no tenga hijos, pero voy a tener álbumes’ y a cada uno les voy a verter el alma porque me da mucha satisfacción ver las cosas bien hechas. Es mi manera de sentir que estoy viva y que estoy conectando con otros seres humanos”. Sus videos más recientes han contado con la dirección de Jesús Soto Fuentes y Manuel Gómez González.
Actualmente, lo que más emociona a Carmen María es llevar su álbum al en vivo y lo hará por primera vez el próximo 21 de noviembre, fecha que tomará el escenario del Foro La Paz en la Ciudad de México. “Todo lo que he buscado hacer en redes sociales o en videos es crear un universo que siento que hará clic en el en vivo”, dice, “estoy muy emocionada. A ese concierto le pienso meter —como todo lo que ya se hizo— el alma entera”. La artista adelanta que espera llevar su espectáculo a más ciudades a lo largo del próximo año.
