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P&R: Brittany Howard

La artista habla sobre cómo la pandemia la obligó a “buscarse una vida”, su nueva perspectiva de la creatividad y su amor secreto por el metal

Por  BRITTANY SPANOS

marzo 18, 2024

Bobbi Rich

‘El camino que estoy tomando para convertirme en granjera es ridículo”, dice Brittany Howard sentada en el hotel de lujo William Vale durante su viaje de prensa a Nueva York. Está fantaseando sobre un posible futuro, en el que podría ser dueña de una granja como en la que creció, y es tan solo una de las muchas maneras en las que se ve a sí misma, alargando la lista de hobbies no musicales que tiene desde 2020, como arreglar barcos o pescar. Pero no te preocupes, la música sigue siendo lo primordial para la exlíder de Alabama Shakes, a sus 35 años. Su nuevo álbum en solitario, What Now, saldrá a la venta el 2 de febrero, casi cuatro años después de haberlo comenzado en 2020, mientras se aislaba en una casa de Nashville. Es una muestra de la paciencia recién descubierta que influenció su música más sensata y reflexiva a la fecha.

Escribiste este álbum durante una época en la que aún estabas esperando para hacer una gira más extensa de tu debut en solitario. ¿Cómo fue eso?

Sinceramente, lo dejé a un lado. Solo quería seguir viva. Estaban ocurriendo tantas cosas en el mundo… Black Lives Matter, un tornado pasó cuando yo vivía en Nashville y me quedé a ayudar a la gente a recoger los pedazos. Todos estaban preocupados por su estabilidad laboral. Y yo me sentía triste por eso, pero, a medida que pasaba el tiempo, pensaba, “Oh, realmente es agradable no estar de gira”. Y entonces me pregunté si quería que mi vida se mantuviera así. Fue como una ligera crisis de la mediana edad. Crecí mucho en estos tres años.

¿Esa época te hizo replantearte tu enfoque en la música?

Estaba rentando una casa, así que no tenía estudio. Tenía una pequeña habitación y un portátil, algo muy básico. Me dije: “Voy a venir a grabar algo que sienta cada día. Me siento y lo hago”. Me dije que no tenía que ser bueno. Eso era nuevo, porque solía torturarme.

¿A qué te refieres?

Cuando [con Alabama Shakes] hicimos Sound & Color, me encerré en el sótano, e incluso había un murciélago. Estaba superestresada, trabajaba solo de noche, dormía todo el día, me abarrotaba de café como a las 2 a.m., 3 a.m., 4 a.m.; solía pensar que así es como se hace un buen trabajo.

¿Por qué? ¿Eras supersticiosa?

Supongo que pensaba que entre más ligera me sentía mentalmente —entre más alocada estuviera—, menos juzgaría el trabajo. Luego descubrí que simplemente no se puede juzgar el trabajo.

¿Cómo afectaba esa mentalidad tu vida fuera del trabajo?

Casi no tenía vida fuera del trabajo. Ese era el problema.

¿Todavía buscas ese balance?

Sin duda he encontrado un balance, sí. Es un negocio difícil; cuando eres una persona creativa, gran parte de tu identidad está ligada a lo que creas, y no hay un límite en ello. Al mostrarlo, eres tú completamente. Y eso está muy bien, pero ¿y qué pasa si hay algo más en la vida? Lo pensaba seguido porque nos lo habían quitado a todos. Daba miedo, tuve que conseguirme una vida.

¿Cómo luce esa vida para ti?

Voy más despacio e intento apreciar más a la gente a mi alrededor. La naturaleza, las pequeñas cosas. Incluso el sol entrando por la ventana es algo que puede hacerme muy feliz. Antes pensaba que el éxito, los premios y el dinero eran todas esas cosas que creemos que nos hacen felices. Pero, en estos pocos años, mi mentalidad ha sido: “Estoy agradecida de que el oxígeno que respiro esté limpio. Me alegro de poder respirar”. No hay ningún premio por trabajar hasta morir.

Has dicho que el hilo conductor de este disco es el desamor y el análisis de tus propios patrones románticos. ¿Puedes contarme algo más sobre esos patrones?

¿Cómo decir algo sin decir demasiado? [Risas]. Creo que había como un patrón de abstinencia. Gracias a que crecí como hija única gran parte de mi vida, me acostumbré a mi propia compañía. Cualquier otra persona en mi espacio era demasiado. Y al final así no es divertido. Eso fue algo que analicé, y creería que lo arreglé.

¿Te han resultado más sencillas las relaciones románticas desde que lo descubriste?

Creo que eso está por verse. Tengo la sensación de que paso más tiempo conmigo misma, que involucrándome en una relación; cosa que siento que a muchos de nosotros nos pasa. Es natural que el amor se sienta bien.

¿Qué bandas de metal te gustan?

Me gustan American Nightmare, Lamb of God, Slipknot, Blood Brothers. La gente va a saltar en los comentarios: “¡Eso no es metal! Son screamo, ¡eso es hardcore!”. Simplemente me gusta el rock ruidoso.