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Avándaro 50 años: cuando el Rock mexicano perdió la inocencia

Tuvieron que pasar muchos años para que se comenzara a documentar los hechos de ese momento tan importante en la historia de nuestra música en México.

Por  BENJAMÍN SALCEDO

septiembre 20, 2021

Luis de Llano Macedo Ed. Del Lirio

Cortesía

Hay una gran cantidad de mitos y leyendas, la gran mayoría de ellos sin fundamentos y otros tantos como resultado de como le haya ido al que lo escribió, sin embargo, siempre he pensado que nadie puede dar mejor razón de un hecho que aquél que lo vivió.

Por supuesto que hay diferentes puntos de vista dependiendo del ángulo en que te encuentres. Nunca va a ser igual lo que vivió un espectador, que un organizador o un grupo participante. En un concierto hay muchos microcosmos que te pueden cambiar en definitiva la perspectiva de un mismo suceso.

En esta ocasión, uno de los organizadores y responsables del famoso festival de Rock y Ruedas de Avándaro nos cuenta de propia mano los detalles que él conoce, así como la de algunos allegados que formaron parte del histórico evento. Luis de Llano fue uno de los principales “culpables” del evento.

Contaba con el apoyo de Telesistema mexicano, que se encargó de la producción y el armado de esa tocada que estaba prevista para ser un complemento a una carrera, sin embargo, esa carrera nunca se realizó y el festival pasaría a la historia como un antes y un después del rock en México.


El libro se divide en varios capítulos, desde el armado del evento, antecedentes y por supuesto un panorama general de la situación social principalmente y política del momento en el que sucedió, algo indispensable para entender el por qué de los hechos y reacciones.

Luis hace un recuento detallado de todo lo que aconteció en el escenario del festival, el cual comenzó mucho antes de lo anunciado por necesidad, por la gran cantidad de asistentes que llegaron con antelación y su inquietud porque diera inicio. Desfilan nombres, datos, información que hasta ahora estaba guardada y que viene a enriquecernos para entender desde su punto de vista, algo que únicamente él nos puede contar ya que estuvo en el backstage con información privilegiada.

Una memoria fotográfica, tan necesaria, y las consecuencias y conclusiones del festival, conocemos que después de este evento, el rock mexicano cayó en un oscuro momento que tardó al menos tres lustros para salir de él, sin embargo, es importante conocer los motivos que lo causaron y también entender que no todo lo que se dijo fue verdad. La prensa se ensañó y lo hizo pedazos, obviamente como dice De Llano, quien controla los medios tiene el control del poder.

Ojalá que sigan proliferando libros como este, que salga a luz la opinión de los que aún están vivos y que nos pueden decir en sus propias palabras cómo fue su experiencia personal y su opinión del evento.

Luis de Llano tiene toda la autoridad como organizador del evento de exponer su punto de vista y sus recuerdos, como lo tienen también los grupos participantes, los periodistas de música que cubrieron el festival, el público que lo vivió desde el lodo bajo una lluvia interminable.

He tenido la oportunidad de escuchar diversas posturas y en lo general todas coinciden, excepto obviamente la versión oficial del gobierno.

Bienvenidos este tipo de textos ilustrativos y complementarios de la historia de nuestro rock, que tanta falta le hacen.

“El rock era inocente, pero fue declarado culpable”.
Luis de Llano

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