A lo largo de las dos últimas décadas, la música latina ha tomado una fuerza descomunal, impactando con sus ritmos todos los rincones del planeta, y conquistando los listados más importantes de la música popular. Ante esa realidad vale la pena mirar lo que ocurre en los géneros que está más allá del mainstream, del pop y de lo urbano, porque allí hay un mundo muy amplio por explorar.
El jazz latino representa uno de esos espacios sonoros que no alcanza los ámbitos más comerciales y populares, pero encarna una serie de sonoridades que proyectan nuestra identidad al mundo, con una historia repleta de nombres y figuras increíbles; desde la aparición de Juan Tizol, Alberto Socarrás, ‘Machito’ y Luis Russell, en la primera mitad del siglo XX, hasta la figuración global de grandes estrellas como Tito Puente, Mongo Santamaría, Paquito D’Rivera o Chucho Valdés.
Es una historia extensa y compleja en la que se cruzan los caminos de importantes artistas afroamericanos, latinoamericanos y del Caribe, con relaciones muy estrechas con la salsa o la bossa nova. Su importancia es tal, que en 1995 los Premios Grammy abrieron una categoría exclusiva para el género, con ganadores tan destacados como Antônio Carlos Jobim, Eddie Palmieri y Chick Corea.
Aunque los tiempos cambian, e implican la llegada de nuevas estéticas y distintas sonoridades, el jazz latino ha sabido conservar muchos de sus espacios, evolucionando y adaptándose en un proceso que trae poco a poco nuevas figuras.
Una de estas nuevas promesas es un joven de apenas 16 años, que viene abriéndose campo en la industria de la música con su talento y versatilidad. Se trata de Joey Calveiro, un saxofonista nacido en Miami, Florida, con sangre cubana en sus venas. Formado en Nautilus Middle School, y posteriormente en la Miami Arts Charter School, Joey ya tenía la música en el corazón, gracias a los legados de su padre y su abuelo.
Desde los tres años empezó a estudiar violín, luego llegó el piano, y a los 12 años tomó el camino del saxofón. Para 2020, en medio de la pandemia, entendió que definitivamente había encontrado su camino; “La música es mi futuro”, se dijo. Y ese futuro hoy se vislumbra con muchísima fuerza, cuando ya conocemos varias canciones que hacen parte de su primer álbum, titulado con justicia, Among the Stars.
El disco lo muestra codeándose con algunos de los más grandes artistas del jazz latino, en temas como ‘Sombras’ junto al gran Chucho Valdés, ‘Winters of Yesterday’ con Gonzalo Rubalcaba, o ‘You & I’al lado del maestro Arturo Sandoval. Las colaboraciones entre músicos hoy, más que nunca, están a la orden del día, y el jazz también ofrece espacios para este tipo de encuentros. Este primer trabajo de larga duración, en el que estas tremendas figuras le dan su aval, deberá proyectarlo a lo más alto en un estilo que él mismo denomina “pop jazz”.
Among the Stars contó con la producción de Jossel Calveiro (padre de Joey), Yainer Horta, Fernando Teo Calveiro, Omar Hernandez y Armando Gola (bajista que ha trabajado con Gonzalo Rubalcaba, Arturo Sandoval, Alejandro Sanz y Jennifer Lopez).
“Me encanta fusionar elementos del pop con el jazz. Mis influencias provienen especialmente de la música de los años 80, pero también me inspiran los sonidos más contemporáneos”, dice Joey. “Mi objetivo es crear música que haga que la gente baile, pero al mismo tiempo disfrute de una buena canción musicalmente sólida”.
En su corta carrera, Joey ya ha logrado colaborar también con Descemer Bueno y Enrique Iglesias, y asegura que le encantaría trabajar al lado del genio británico Jacob Collier, de Stevie Wonder, Lionel Richie o Quincy Jones.
