Artista para conocer: el ritmo, la luz y la fuerza creativa de Lis Sikorski

“Algo que siempre me caracterizó es mi manera de crear", dice la música y performer digital argentina

Por  MARTÍN SANZANO

diciembre 2, 2022

Foto: Esteban Medina

Lis Sikorski estuvo relacionada con la música desde siempre. Nació en una casa con piano viendo a su papá, tíos y abuelos vincularse por medio de canciones. “Es un lenguaje que me identificó desde muy chica”, dice la productora, cantante, compositora, multiinstrumentista digital y performer en diálogo con ROLLING STONE. Y hace un poco de memoria para repasar en tiempo récord una carrera que la trajo hasta su último ep, L, y el anterior disco, Lux.

Para entender la propuesta sonora actual de Lis hay que remontarse a esa infancia rodeada de música, pero también a la adolescencia como representante argentina en diferentes torneos internacionales de gimnasia rítmica y a las noches de rave junto a Hernán Cattaneo. Aunque parezcan escenarios diferentes, en todos la creatividad fue un común denominador. Y lo sigue siendo. 

Foto: Esteban Medina

“Algo que siempre me caracterizó es mi manera de crear. Cuando era chica, en los torneos de gimnasia rítmica, creaba mis propias coreografías. Me sentaba con el pianista y prácticamente componíamos la música que yo quería para mis coreos. Me salía así, espontáneamente”, recuerda Lis.

Cuando cumplió 18 años, su camino se cruzó con los de Leo y Gastón Satragno y así conoció la emergente escena de música electrónica, de la mano de sus principales representantes. Intentó estudiar una carrera, pero después de probar con varias se dio cuenta de que la facultad no era lo suyo. La noche la fue atrapando y empezó a hacer su propia música. También siguió bailando y terminó abriendo un desfile en Mar del Plata de una marca importante de lencería. ¿La coreografía? Absolutamente improvisada. “Obviamente, nunca hice una coreo para abrir ese desfile. Improvisé todo”, asegura.

Tenía poco más de 20 años cuando se fue a probar suerte a Estados Unidos y la conoció el socio de Prince, que tenía una discoteca en Los Ángeles y se quedó encantando con su performance. Pero volvió a la Argentina y deslumbró con su show de linternas. “Me decián ‘Linternita'”, recuerda Lis y su relato salta de década en década, y vuelve para atrás. Nada es lineal en su cosmovisión y pareciera que esa es una de sus premisas.

De alguna manera, su último EP, L, es la síntesis de ese camino enrevesado. De los años como performer en los boliches clave de la movida y de todo el tiempo que tuvo que esperar para darse cuenta, después de muchas idas y vueltas, caídas y apuestas (¡hasta un hotel tuvo Lis!), que su lugar en el mundo es arriba del escenario, creando música en vivo.

Es lo que se pudo ver en su último show en la Usina del Arte, donde se presentó y fue ganadora en la convocatoria nacional Usina Musical Crew con una propuesta especial: Sueño Delta, un espectáculo que combina música electrónica con imágenes, danza, efectos lumínicos y audiovisuales, dentro de una instalación artística que ideó la propia artista, Nave Lux, donde el viaje se vuelve multisensorial.