Winona Riders: cómo suena “el mejor disco nacional de los últimos 20 años”

En su álbum debut, la banda agrupa las canciones más significativas de su repertorio y le da énfasis a su propia versión de la psicodelia

Por  MARTÍN SANZANO

abril 28, 2023

Foto: Agustina Feller (@opiacenomin4)

“Va a ser el mejor disco nacional de los últimos 20 años”, prometieron los Winona Riders en un posteo de Instagram. Anunciaban entonces su primer álbum de estudio, Esto es lo que obtenés cuando te cansás de lo que ya obtuviste, que acaba de editarse y que, en poco más de media hora, captura el estado de situación actual del grupo. Un estado de hervor, claro está.

El arte de tapa, a cargo de la fotógrafa Agustina Feller (@opiacenomin4), y la propuesta sonora de los seis tracks sintetizan la faceta en vivo de la banda, el lugar donde cultivaron su sonido y también su reciente fama de nueva gran cosa del rock local. Es un disco debut que sirve para agrupar las canciones más significativas de su, por ahora, breve repertorio, y también una plataforma más sólida para despegar hacia sus propios sus viajes psicodélicos.

1. Abstinencia

El primer track de Esto es lo que obtenés cuando te cansás de lo que ya obtuviste es una declaración de los principios de Winona Riders: introducción extensa, guitarras y teclados que se van sumando en modo canon y a cabalgar montados en el bajo y la batería. La canción ya había sido editada como adelanto en marzo de este año y es una de las más celebradas en los recitales.

2. La cura (los chicos también lloran)

“La cura se equivoca/ los chicos también lloran/ por amor”, canta el guitarrista Ricky Morales mientras su voz se derrite en un groove espeso. Un guiño a las referencias históricas, por supuesto, y una nueva oportunidad para apretar los pedales y perderse en fade out.

3. Anton

La oda al héroe, Anton Newcombe -el líder de The Brian Jonestown Massacre, junto a The Dandy Warhols, las influencias más claras de Winona Riders-, no podía quedar afuera del disco. Y hasta viene con diálogos del estadounidense. El círculo se completó hace 10 días, cuando la banda argentina abrió el show de los oriundos de San Francisco y hasta el propio Anton pudo verlos en vivo.

4. Muerte a los Winona Riders

El sitar, a cargo de Pablo Ecos, se empieza a escuchar en “Anton” pero gana protagonismo en “Muerte a los Winona Riders”, una píldora de más de siete minutos de psicodelia instrumental que corta el disco por la mitad y aporta nuevos climas, sobre todo a partir del instrumento de la India.

5. D.I.E. (Dance in Ecstasy)

El punto más alto de EELQOCTCDLQYO llega casi sobre el final con una de las canciones que más enciende al público de la banda. El riff arabesco del inicio de “D.I.E. (Dance in Ecstasy)” anticipa la explosión que esta vez llega enseguida, sin demasiados preámbulos. Una invitación al headbanging que, en su versión de estudio, pierde algo de velocidad, pero gana claridad y contundencia.

6. Dopamina

El cierre está a cargo de uno de los temas más representativos de la banda (también el más escuchado en Spotify), quizás porque es el que trae la fórmula de Winona Riders en dosis más precisas. Mucha distorsión, espacio para psicodelia y una base potente mezclados en un cóctel que sigue la línea de sus ya mencionados referentes (podríamos sumar a esta lista a los australianos King Gizzard & the Lizard Wizard). “Otra vez/ veo en dos/ éxtasis/ ¿a quién engaño?”, grita el cantante antes del abrupto final.

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