Un viaje al indie-pop elegante de Isla de Caras: “Una linda canción es una linda canción, no importa quién la compuso”

El quinteto porteño reformuló su proceso creativo de trabajo para lograr un gran tercer disco

Por  FERNANDO FRATANTONI

junio 13, 2024

Foto: gentileza Isla de Caras

Durante la década de los noventa existía un lugar lejano y paradisíaco donde las estrellas del momento (fugaces o reconocidas) iban a descansar a cambio de un par de fotos para una conocida revista del corazón. La isla de Caras representaba un sitio sin tiempo, hedonista y chic.

“Con un amigo nuestro, Mateo Mórtola, estábamos pensando en el nombre del proyecto —cuenta el cantante Lautaro Cura— y empezamos a tirar nombres de islas y yo, medio en joda, tiré isla de Caras. Y Mateo me dijo: ¡Es ese!’. El nombre dice algo y no sabés qué hay detrás, cómo puede sonar una banda que se llame así. Cuando nos vamos de gira, la gente pregunta qué isla es, dónde queda. Es algo que acá queda claro, pero afuera no. Y eso nos gusta mucho”.

Santiago Martínez, Manuel Schupak, Francisco Villa, Nicolás Fernández de la Puente y Lautaro Cura. (Foto: gentileza Isla de Caras)

El quinteto Isla de Caras está formado por Lautaro, Francisco Villa (guitarra), Manuel Schupak (bajo), Nicolás Fernández de la Puente (batería) y Santiago Martínez (teclados). Su música invita a un viaje de sonoridades elegantes, estilizadas en busca de la perfecta melodía para cada canción. En una casa por Palermo Hollywood y con lluvia como sonido de fondo, los músicos cuentan su historia, mientras preparan su próximo show de peso, en el Teatro Coliseo, el sábado 3 de agosto.

Isla de Caras atravesó muchos procesos internos y cambios desde el principio. “Es una historia con varios comienzos”, explica Cura. “Arranca originalmente como un proyecto de canciones. De la formación actual, el que estuvo involucrado desde el principio es Santi. Con él y otros músicos, como Salvador Colombo (actualmente en Bandalos Chinos), Francisco Nicholson (de Silvestre y La Naranja) y Nicolás Teubal, que se fue a Berlín a estudiar arte, grabamos el disco Chango en 2018 (reeditado en CD por el sello japonés P-Vine, en 2020), entre Buenos Aires y el estudio de Palito Ortega en Luján, en el medio del campo”.

“Nunca pensamos que iba a ser un disco con una onda tropical —continúa Lautaro—. Si bien las canciones surgen a partir de guitarras y teclados, cuando estábamos grabando teníamos muchos instrumentos de percusión, y los fuimos agregando. La tapa, con un loro, medio que terminó de darle una impronta de música tranquila y tropical”.

Una caricia, de 2021 (editado en vinilo), fue la consolidación de los actuales Isla de Caras. “Eran músicos que orbitaban en los shows, que tocaban con nosotros. La formación actual fue eso, hacernos amigos y empezar a tocar juntos”, cuenta Lautaro. Santiago Martínez agrega: “Para trabajar en los discos, nos gusta pasar mucho tiempo en el estudio pensando en el concepto, el armado, las ideas. Que no sean sólo canciones todas juntas, sino un viaje”. El álbum fue producido mayormente por Matías Cella, “el sexto Isla”, como apuntan entre risas todos. Lo presentaron con una gira por Europa y, al volver a Buenos Aires, llenaron el Centro Cultural Konex.

La banda grabó Gran turismo, su tercer trabajo, en 2023. “Fue un disco que se hizo rapidísimo”, cuenta el guitarrista Francisco Villa. “Fueron dos meses de creatividad total, de estar en el estudio casi todos los días, una convivencia de nosotros cinco ya como hermanos. Como banda nos hizo crecer a full e incluso cambió la dinámica a la hora de componer. Íbamos al estudio de Mati Cella, laburábamos e inclusive cuando parábamos para tomar una cerveza y, ponele, yo decía un chiste o una frase, al otro día nos mandábamos un mensaje diciendo que eso debería estar en la canción. Eso cambió la forma de armar los temas, más como compañeros y amigos”.

Gran turismo los llevó a tocar y llenar en Vorterix y girar por Chile, Perú, Colombia y Ciudad de México, donde se presentaron en el Lunario del Auditorio Nacional. Y, a fin del año pasado, editaron Flores robadas, un EP con reversiones de temas propios y covers de artistas tan diversos como Luis Miguel, C. Tangana, Miguel Bosé y Gianluca Grignani. “No tuvimos un debate sobre qué temas elegir y versionar, la idea giraba en torno de buscar temas románticos, o sea lindos. Fuimos a la casa de la tía de Lauti, en Luján, y los grabamos —dice Manuel—. Lo que los une es que tienen un poco el estigma de tema de radio latina, temas increíblemente lindos y armónicos, pero que vienen ya prejuzgados por los artistas que los compusieron. Para nosotros, una linda canción es una linda canción, no importa quién la compuso”.

“La presentación que viene es la del Teatro Coliseo y estamos chochos”, dice Lautaro sobre el show de agosto. “Lo bueno fue que a Santi [Martínez] se le ocurrió llamar a Lolo y Lauti (el dúo de artistas compuesto por Lautaro Camino y Lorenzo Anzoátegui) para la teatralidad de la puesta; eso nos abrió muchas puertas a nivel creativo. Ellos vienen del teatro experimental, de deformar ópera y performance. Son conocidos en todo el mundo. No va a haber pantallas led ni todo lo que se usa en un concierto promedio. Vamos a hacer algo flashero y teatral. Va a estar increíble. La idea es hacer de un show una experiencia”.