Tame Impala en el Lollapalooza Argentina 2023: como se curan las heridas

A menos de dos semanas de someterse a una cirugía de cadera, Kevin Parker se entregó al público en su esperado regreso al país

Por  MARTÍN SANZANO

marzo 18, 2023

Foto: Ignacio Arnedo

Cuando llegó la hora de Tame Impala, en el escenario Samsung se elevaron los celulares para capturar la primera impresión de Kevin Parker. Desde el accidente en el que se rompió la cadera hace menos de dos semanas, corriendo una media maratón, la visita del australiano -de las más esperadas y mejor jerarquizadas en el cartel- adquirió una relevancia especial. El fantasma de Travis Barker (de Blink 182, que, lesionado, suspendió su visita) rondaba la grilla del Lollapalooza, pero Parker, recién operado, avisó a través de Instagram que no iba a abandonar a su público. Y cumplió. Con la ayuda de unas muletas, se acercó a paso lento a su posición y comenzó a cantar “One More Year“, de su último disco The Slow Rush (2012).

(Foto: Ignacio Arnedo)

Por fortuna, el morbo se disipó enseguida e hizo efecto la lisergia. Es sabido que el show de Tame Impala se desarrolla en las visuales, la marca registrada que exhibieron en sus anteriores presentaciones en Argentina. Ahora sentado y con la guitarra eléctrica en los brazos, como en una suerte fogón regado de LSD, Parker es una silueta estática que se recorta sobre un fondo que estimula la imaginación. Colores, texturas, formas distorsionadas y olas majestuosas que guían el viaje audiovisual. Es la propuesta que hacen desde el comienzo, con un video de instrucciones a cargo de una enfermera de dudosa precedencia, y el eje conceptual del álbum que todavía no habían podido venir a presentar a Sudamérica.

Con “Elephant“, una de las primeras incursiones a su obra cumbre, Lonerism (2012), subieron otro peldaño en el trip y le sumaron juego de luces. Los australianos saben jugar a la rave y gran parte del público vino esta noche a celebrar cada uno de esos coqueteos con el pulso techno.

“La última vez que estuvimos acá esta canción ni siquiera existía“, dijo el cantante y le dio comienzo a “Lost in Yesterday“. Hipnotizado por el trance, se puso de pie y comenzó a contraerse en espasmos cada vez más agudos. No hay dolor, ni secuela alguna que pueda apagar el buen humor de Parker en su demorado retorno al país. Cuando lo alientan y corean su nombre no puede evitar reírse. Y pide que mantengan esa energía. “Siempre recordaré nuestros primeros conciertos en Argentina porque fueron mágicos“, le confió a Rolling Stone días antes de comenzar el tour.

(Foto: Ignacio Arnedo)

Después de un breve corte, todo volvió a cobrar sentido con “Let it Happen”, el clásico. Parker, ya erguido, cobró el protagonismo absoluto de la situación y hasta se animó a recorrer el escenario para acercarse más a su gente. “¿Están listos?”, preguntó antes de explotar en, como era de esperarse, el mejor momento del set. Como si fuera poco, siguieron con “Feels Like We Only Go Backwards”, un tema que en estas latitudes siempre va a remitir a Pablito Ruiz.

Si había una manera de borrar de la memoria el paso errático de Parker como DJ junto a Mark Ronson en el Festival BUE 2017, era esta. Con entrega espiritual y física, el australiano le puso el pecho a la adversidad y culminó un show redondo para darle paso a Twenty One Pilots, que aguardaba agazapado para dar el zarpazo de la noche.

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