Seth Rogen se ríe de Hollywood en su próxima serie: “Tiene que ver con nuestra propia incomodidad”

Junto con Evan Goldberg, su socio creativo desde la adolescencia, el comediante prepara una serie sobre la trastienda de un estudio de cine en apuros

Por  MILES KLEE

octubre 19, 2024

Archivo La Nación

“No llegamos al punto de que los carritos de golf ya no nos llamen la atención”, dice Seth Rogen cuando le cuento que llegué en uno de esos móviles a nuestro encuentro. “No —dice Evan Goldberg—. Justamente la otra noche hicimos una carrera en carritos de golf”.

Que eso baste para llevar tranquilidad a quien sospeche que estos socios creativos de toda la vida, ahora en sus cuarenta, perdieron el entusiasmo juvenil. Las carreras de cochecitos son apenas uno de los beneficios que ofrece la sede de Warner Bros. en Burbank, California, donde la dupla se acomoda en medio de una jornada de rodaje de 14 horas. El plan es seguir hasta las 3 a.m., a base de “muchos, muchos” espressos, según Rogen.

Cargados de cafeína, hablan con fluidez, completando los pensamientos del otro, tal como chicos que se la han pasado improvisando desde que se conocieron en un bar mitzvah en Vancouver a los 12 años. Goldberg y Rogen están sentados con sus zapatillas sobre el apoyabrazos del sofá y la mesa ratona, respectivamente, pero a pesar de sus posturas relajadas, la oficina no muestra signos de resaca de fumetas tipo Superbad (guion que empezaron a escribir de niños) y Pineapple Express. Todo luce limpio y organizado: guiones y horarios dispuestos ordenadamente sobre una mesa, fotos del elenco de Bryan Cranston y Kathryn Hahn clavadas sobre una pared.

Prime lanzó Sausage Party: Foodtopia, serie que retoma la atrevida película animada de 2016, protagonizada por… productos de supermercado. ¿Siempre supieron que volverían a ese mundo? “Es una cuestión de percepción —bromea Goldberg—. Nunca nos fuimos”. Rogen dice que la serie, en la que algunos de nuestros alimentos favoritos intentan crear su propia sociedad en lugar de ser comidos, nació del deseo maníaco de “mantener este tren en marcha”. Mientras sueñan con convertir el concepto de Sausage Party, también producen dos exitosas series de superhéroes: la animada Invincible y la brutal y satírica The Boys, y preparan una secuela de Teenage Mutant Ninja Turtles para 2026.

Luego tienen la comedia The Studio, de Apple TV+, que Rogen y Goldberg están filmando hoy. Enfocada en un estudio cinematográfico de Hollywood que lucha por sobrevivir en una industria cada vez más comercial, contará con muchos actores haciendo de sí mismos, aunque el foco está en las vidas de esas otras personas que trabajan detrás de bambalinas.

“No buscamos crear una versión idílica y brillante de Hollywood”, dice Goldberg. “Intentamos mostrar la versión que conocemos, que tiene más que ver con personas raras e hilarantes tratando de hacer el bien, [y] otras que no se preocupan en absoluto por hacer el bien”. Rogen dice que las influencias para el proyecto incluyen The Player, la película de Robert Altman de 1992, y la comedia The Larry Sanders Show. “La perspectiva del estudio es la más accesible para contar el mundo de Hollywood, porque al final se trata esencialmente de gente que trabaja en una oficina”, dice. “Gran parte de la serie tiene que ver con nuestra propia incomodidad como creativos atrapados en un mundo que se vuelve más y más corporativo”.

Esas tensiones resultaron el año pasado en largas huelgas del Sindicato de Guionistas de América. Los chicos tenían de qué ocuparse durante la crisis, como atender su marca de lifestyle relacionada con el cannabis, Houseplant, y producir The Great Canadian Pottery Throw Down para la CBC, en el que Rogen, hábil alfarero, aparece como jurado. “Fue una fusión de mis pasiones”, dice Rogen, un gran fan de los realities.

Cuando los sindicatos llegaron a un acuerdo con los estudios para concluir las medidas de fuerza, fue el momento decisivo. “Una huelga así dispara muchas emociones”, dice Goldberg. “Finalmente termina y eso es emocionante, y después se vuelve completamente estresante”. En Point Grey Pictures, su productora, las series y las películas quedaron en suspenso debido a los cambios de plazos y la necesidad de “empezar a trabajar de inmediato” en aquello que estuviera listo, explica Goldberg.

Que puedan confiar el uno en el otro en momentos de alta vulnerabilidad es prueba de una sólida amistad colaborativa. Rogen dice que sus “cerebros creativos se han unido”. Recuerdan que en una entrevista, Howard Stern se negó a creer que realmente nunca discutan. “No sentimos resentimiento ni celos del otro”, dice Rogen. Cuando menciono que han evitado la necesidad de terapia de pareja, Rogen dice: “Eso sería una buena serie”. Le advierto que quedará registrada como una idea mía y se apresura a recordarme las maquinaciones corporativas que él y Goldberg satirizan con The Studio: “Cualquier cosa que suceda en el predio de Warner Bros. es propiedad de David Zaslav”, se ríe Rogen, refiriéndose al CEO responsable de algunas medidas de reducción de costos poco populares desde que WarnerMedia y Discovery, Inc. se fusionaron en 2022.

Mientras les agradezco por charlar y empiezo a retirarme de la oficina, escucho que Goldberg le pregunta a Rogen cuánto tiempo les queda hasta la próxima nota. “¡Tenemos 10 minutos, amigo!”, Rogen exclama. “¡Diez minutos para hacer lo que nos dé la gana!”, Goldberg declara. Vayan arrancando los carritos de golf.

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