Roger Waters tomó la decisión de comenzar a despedirse de su público con una gira que, si bien al principio no se extendería mucho más allá de las fronteras de Estados Unidos, terminó convirtiéndose en un verdadero world tour que finalizará el 29 de noviembre en Lima, Perú, luego de presentarse en el estadio River Plate de Buenos Aires por partida doble, el 21 y 22 del mismo mes.
El punto de partida fue el 6 de julio del año pasado, en el PPG Paints Arena de Pittsburgh, Pensilvania, donde Waters aprovechó la ocasión para estrenar dos canciones nuevas: “The Bar” e “Is This The Life We Really Want”. Sin embargo, los shows del cofundador de Pink Floyd, en esta gira, están cargados de clásicos de la banda británica, al punto que en aquella primera noche ocuparon más del 70 por ciento de la lista, porcentaje que persiste casi sin variaciones luego de más de 50 shows en Norteamérica y Europa.
Luego de culminar la controvertida gira Us + Them, que incluyó a la Argentina con dos presentaciones en 2018, en el hoy rebautizado Estadio Único Diego Armando Maradona, y que estuvo cargada de mensajes contra el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el músico inglés habló por primera vez de un nuevo espectáculo en una entrevista publicada en septiembre de 2019 en ROLLING STONE. This Is Not a Drill (Esto no es un simulacro), el séptimo tour de su carrera solista, estaba pactado para 2020, pero la pandemia del coronavirus obligó a cancelar los planes. Luego, en 2021, dijo que se trataría de su “primera gira de despedida”, lo que le dio aún más relevancia al asunto.
“Será incluso más político de lo que fue Us + Them: político y humano”, avisó Waters sobre el tour. “Esto no es un simulacro. La clase dominante nos está matando”, agregó. Según comentó el periodista James Ball, los conciertos de esta nueva gira abren con el artista de 79 años imitando a un locutor con acento de las clases altas británicas pidiéndole a la audiencia que apague el teléfono y diciéndole: “Si eres de esas personas que dicen ‘Me encanta Pink Floyd, pero no aguanto las opiniones políticas de Roger’, harías bien en irte al carajo ahora mismo. Gracias, y por favor, disfruten el espectáculo”.
El show se divide a la mitad en dos sets de poco más de una decena de canciones cada uno. La primera parte suele arrancar con el clásico “Comfortably Numb”, del disco The Wall (1979), pero en su versión 2022, que forma parte de The Lockdown Sessions, el álbum que recopila grabaciones caseras de Waters en tiempos de cuarentena. Un registro que le da una nueva pátina de oscura modernidad a una canción que ya sonaba lúgubre. Luego continúa con otras tres históricas: “The Happiest Days of Our Lives” y “Another Brick in the Wall” parte 2 y parte 3, para abrevar por primera vez en su repertorio solista con “The Powers That Be”.
En la primera mitad, Waters suele incluir otros éxitos como “Have a Cigar”, “Wish You Were Here” o “Shine On You Crazy Diamond” (partes 6 y 9). Y en la segunda la cosa sigue: “In the Flesh”, “Run Like Hell”, “Money” y “Us and Them”, entre otras. El cierre suele reservarse para “Outside the Wall”, otro de los bastiones de la era dorada de Pink Floyd.
Respecto a la puesta en escena, los conciertos de la gira This Is Not a Drill que se llevarán a cabo en estadios de Sudamérica no contarán con el escenario 360° de los otros shows, esa megaestructura que se puede ver en los videos que Waters viene compartiendo en su canal de YouTube. Sin embargo, según pudo saber ROLLING STONE, los conciertos en Argentina tendrán un gran escenario con pantallas inmersivas de 170°. Una experiencia que remite a la del récord de nueve shows consecutivos que batió el inglés en el mismo estadio, allá por 2012, con su espectáculo dedicado a The Wall.